Por: Teodoso Navidad Salazar
Pocos cronistas hacen honor a su oficio; Héctor Vázquez Berreaza, cronista oficial (honorario), de la sindicatura de Villa Adolfo López Mateos (El Tamarindo), por acuerdo del cabildo del municipio de Culia-cán, Sinaloa, es uno de ellos.
En la entidad muchos presumen de ser cronistas (y algunos hasta asociados están), pero jamás han publicado una página. Héctor en cambio, es un hombre inquieto; siempre está planeando sus actividades, y cuando menos se piensa, aparece con una novedad literaria que comparte sin egoísmos con sus paisanos. Tiene el pulso del acontecer diario de quehacer cultural, político, social y educativo de la región en aquella sindicatura.
Sus libros abordan temas variados; eso lo observamos en los siguientes títulos publicados en distintos momentos (por mencionar algunos): Autoridades de Villa Adolfo López Mateos; Raíces históricas de El Tamarindo; Historia de la Escuela Secundaria Técnica Nº 19; Profesionistas de El Tamarindo; Músicos y Compositores de El Tamarindo, Reinas de El Tamarindo; Presa Adolfo López Mateos; Alicama; Modulo de Rie-go 4-1 AC; La educación en Villa Adolfo López Mateos; Historia de la Ganadería de Badiraguato, entre otros.
Su creatividad es meritoria. Fue inquieto, inteligente y aplicado, desde sus primeros años de estudio en la escuela primaria Esfuerzo Nacional, allí en El Tamarindo, de donde egresó con las mejores calificaciones, lo que le permitió ser seleccionado (como otros niños de todo el país), para visitar al presidente de la república Lic. Gustavo Díaz Ordaz, en julio de 1968.
En su peregrinar diario, Héctor toma nota y registra información que guarda en sus archivos, acumu-lando documentos, testimonios de fiestas y tradiciones de su tierra, que poco a ven la luz, en libros, para que los habitantes de la región no olviden sus raíces. No hay en Sinaloa, un cronista más productivo que Hé-ctor Vázquez Berreaza: más de diez libros y 60 corridos musicales que hablan de la historia y personajes de bien y que han sido grabados por los siguientes grupos musicales: Los Primos del Tamarindo, Los Amables del Norte y Norteños del Tamarindo (este último dirigido por el desaparecidos y muy querido maestro de Misio-nes Culturales, Antemio Beltrán Abitia).
Héctor, nació en la comunidad de Alicama (vocablo azteca que significa en la boca del río), en este caso en referencia al río Badiraguato, que desemboca en el río Humaya, que a su vez, más delante se une al Tamazula, para formar juntos, el río Culiacán. Allí nació Héctor, el 3 de mayo de 1952. Sus padres fueron Francisco Vázquez Bojórquez y Albina Berreaza Olivas, sus hermanos fueron Severiana, Miguel, Mauricia, Pa-blo, Carmen, Juana y Angelita.
Alica-ma, fue afectado por las aguas de la presa Adolfo López Mateos, sus tierras fueron expropiadas, por el gobierno federal y los ejidos de esa zona de los altos de Badiraguato, fueron concentrados en la nueva villa denominada Adolfo López Mateos.
Héctor llegó al nuevo asentamiento, siendo un niño. No perdió tiempo y cursó estudios de primaria y secundaria y a base de esfuerzo, logró superarse. Sus responsabilidades han sido distintas, pero siempre enfocado a servir a la sociedad. Fue intendente en la escuela local; maestro de primaria (hoy jubilado), pero también se desempeñó como secretario de la sindica-tura.
Formó parte de la Federación Revolucionaria Regional de Profesionistas y Empleados Particulares de México, fue supervisor del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), en esa zona y per-tenece a la Asociación Estatal de Cronista e historiadores de Sinaloa, que le ha permitido viajar por gran parte del territorio nacional, donde la Asociación a la que pertenece, adherida a la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, realiza sus congre-sos cada año, en distintas partes del país.
Hombre generoso con los amigos, Héctor Vázquez Berreaza, ha sido también padre amoroso y abuelo consentidor. Casó con la señorita Edwviges Salazar Núñez, con quien procreó a María Albina (Lic. en Administración de empresas); Héctor Francisco (Lic. en Derecho), y Rafael Guadalupe (Ingeniero Civil).
Su trayectoria merece todas las congratulacio-nes porque entrega cada una de sus obras con el fin de que esta memoria histórica regional no se pierda, y sea conocida por nuevas generaciones, para que sientan el orgullo de pertenecía a esta tierra generosa. Sin duda su obra literaria y musical, va quedando como prueba plena de su trabajo, dedicación y su amor por esta tierra que aunque no lo vio nacer, sí lo vio crecer y formarse como hombre comprometido con la sociedad a la que ha servido desde distintas responsabilidades, como ha quedado descrito líneas arriba; ha sido un hombre que supo formar una familia de profesionistas comprometidos con la sociedad.
LA VOZ DEL NORTE, atenta a toda manifestación cultural de mujeres y hombres, no sólo de Sinaloa, sino del mundo, reconoce a HÉCTOR VÁZQUEZ BERREAZA, destacado cronista, por su aportación a las letras y a la música regional.
Comentarios y sugerencias a teodosonavidad@hotmail.com
*La Promesa, Eldorado, Sinaloa, mayo de 2016