Por: Sofía Mireles Gavito
El próximo 4 de agosto cumple 150 años de su natalicio; nació en la Hacienda Santiago, del Valle de Cintalapa, Chiapas. Sus padres: Don Esteban Segundo Figueroa Selvas y Doña Cecilia Loreto Esquinca Calvo. Desde pequeño padeció una probable cardiopatía reumática congénita. Hizo sus primeros estudios en la Hacienda, poco después va a estudiar a la Tuxtla Gutiérrez, y de ahí, se traslada Guatemala, donde se graduó como bachiller en 1885.
Después, en 1887, fue a la ciudad de México a estudiar medicina, pero la altitud y el clima de esta ciudad hacen que se empeore su dolencia del corazón, y abandona la capital en 1888. Entonces, decide marchar a Guatemala e ingresa en la escuela de medicina, donde termina sus estudios con mención honorífica, y medalla al mérito por la mejor tesis profesional; recibiendo su título de Médico Cirujano el 21 de octubre de 1894.
Desde la edad de 18 años empezó a escribir poesía; publicó sus primeros versos en 1888 en la revista Juventud Literaria de la capital mexicana, donde se dio a conocer. En 1890, aparece en Guatemala, el libro Olvido, pequeño poema en tres cantos, que fue el único libro que logró publicar.
Poco después de titularse, decide regresar a su tierra natal, a su hacienda Santiago, donde se dedica a sus pacientes en forma solidaria los últimos cinco años de su vida. Murió a la edad de 33 años, a causa del mal congénito del corazón y un tumor canceroso en su cerebro, el 7 de julio de 1899 en la hacienda Santiago, y fue sepultado al día siguiente en el interior de la Ermita.
No se sabe con exactitud cuántos poemas escribió en 15 años (1884 a 1899), unos dicen que fue alrededor de 200 poemas. En 1901, dos años después de su muerte, en Ciudad Juárez, Chihuahua se publicó parte de su poesía con el título: Poesías del Dr. Rodulfo Figueroa.
Fue Rodulfo Figueroa el primer poeta en cantarle a la marimba. Fue un gran versificador, con gran lirismo, con el fasto del modernismo, y con mucho de las formas del romanticismo. Uno de sus poemas más citados es “Por el Arte”, escrito en Guatemala en 1893, y que dice lo siguiente:
¡Cuán hermosa es la muerta! Exuberante
Su desnudez sobre la losa brilla,
Yo la contemplo pálido y jadeante
Y tiembla entre mis manos la cuchilla.
El profesor, que la ocasión bendice
De poder explicar algo muy bueno,
A mí se acerca y con placer me dice:
-Hágale usted la amputación del seno.
Yo que siempre guardé por la belleza
Fanatismos de pobre enamorado,
-Perdonadme- le dije con tristeza
Pero esa operación se me ha olvidado.
Se burlaron de mí los compañeros
Ganó una falla mi lección concisa,
Vi en la faz del maestro surcos fieros
¡y en la faz de la muerta una sonrisa!
En los sonetos titulados Versos Patrios, fechados en 1895, Rodulfo Figueroa escribió versos donde ataca la corrupción del poder, que pudiéramos llamar poesía social o de protesta, ejemplo:
POBRE PATRIA.
I
¡Pobre patria! Ya es tiempo que vigiles
De tu historia esta página imborrable,
Pues por un mecanismo inexplicable
Se acabaron tus hombres tan viriles.
Hoy plagada te encuentras de serviles
Que en lenguaje, para ellos envidiable,
Aplauden con furor de un miserable
Crueles infamias y rapiñas viles.
Si el porvenir de Chiapas decantado
Cifrado se halla en la infamante idea.
De que mande el procaz al hombre honrado.
Aunque sin pan y sin hogar me vea,
Toda mi vida clamaré indignado:
Si el progreso es así: ¡maldito sea!
II
Yo no sé si en ridícula o sublime
Esta negra irrisión se haya trocado,
Pues años ha que nuestro pobre Estado
En el atraso y la ignorancia gime.
Pero en cambio el impuesto nos exprime
Todo el producto del trabajo honrado;
Ni el anciano, ni el niño, ni el lisiado,
Nadie de ver por la instrucción se exime.
Y los mismos esclavos miserables
Que su eterno ideal lo tienen puesto
En desquitar sus deudas insaldables,
Os contarán con espantoso gesto
Preñado de amenazas formidables
¡que trabajando están para el impuesto!
*Cronista Tonála, Chiapas.