Por: Sylvia Teresa Manriquez
“Una persona lectora es una persona que decide” me dijo Miguel Ángel Aispuro cuando lo conocí, en medio de una charla sobre el quehacer literario en nuestro país.
–¿Por qué escribir en este México tan lleno de conflictos?
–Theodor Adorno decía que “Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie”. Esas palabras cimbran y se pregunta uno que, si la humanidad se fue por el humo de los hornos, tenemos derecho a exaltar un espíritu humano que parece acabado; la respuesta es sí.
Decía Hernán Casciari que el primer invento del hombre fue el fuego, el segundo fue sentarse alrededor y combatir la oscuridad a través de las historias. Creo que estar dentro de la tradición de la palabra escrita es finalmente aportar un grano de arena a la reflexión del espíritu humano en todos sus sentidos. Incluso desde niveles prácticos como el simple análisis, una persona lectora es una persona que decide; muchos problemas actuales se solucionarán, quizás a la larga, mediante la reflexión de ese espíritu humano.
Entonces, creo pertinente que hay que seguir escribiendo, aportar, porque eso nos brinda la luz que nos
hace falta.
–En tu caso es el género cuento el que te brinda herramientas para decir más, para proponer más.
–Sí, de hecho incluí alguno con la temática del narcotráfico aquí en México, es un cuento sobre la desindividualización de los muertos; como los muertos del narcotráfico han pasado a ser cifras, fantasmas sin nombre, sin rostro, algo simbólico de la profanación de los cuerpos que ha hecho el narco; quitarles el rostro, quitarles la cabeza, deshacer sus cuerpos, eso nos vuelve inhumanos ante la muerte.
–¿Es imposible soslayarse de ese tema? quizá es reflejo del tiempo en que vivimos.
–Creo que la literatura tiene un compromiso con la realidad. Pero no con el glamour ni con el regodeo que es una tentación al escribir sobre temas con tanta presencia mediática.
–¿Qué piensas sobre la difusión de la cultura?
–En general, me parece es algo que a pesar de los no-resultados, de la aparente indiferencia de la gente ante la cultura, es un esfuerzo que tiene que ser persistente porque finalmente tocará a alguien y ese alguien escuchará a un autor, sentirá curiosidad y leerá, quizá oiga un poema y busque poesía.
Creo que la difusión de la cultura es como un acto de bombardeo, siempre hay que estar al pie del cañón, a alguien le alcanzará una bala.
–¿Una bala de paz?
–Sí.
–¿Qué significa para ti haber ganado el Concurso del Libro Sonorense?
–Siento gran responsabilidad debido al dictamen del jurado porque fue tremendamente halagador, por eso me hace responsable de que no sea nada más por el texto premiado sino también por lo que siga.
–Es tu compromiso con la literatura, con quienes te leemos y contigo mismo. Ya que comentas el dictamen con el que te declararon ganador, platícame por qué Carne tan frágil es especial para ti, además de haberte dado el triunfo en el concurso.
–Carne tan frágil es mi primera incursión seria a la narrativa, después de años dedicado a la poesía. El proceso de creación sucedió a una larga fase de bloqueo escritural. Fue, díganos, un reencuentro con mi capacidad de expresión literaria.
–¿Tienes proyectos en puerta?
En el periodo que fui becario por parte del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora, me aboqué a la creación de un proyecto lírico llamado La Espiral. El poemario se concretó, en el plazo estipulado, satisfactoriamente. Sin embargo, es mi intención ampliarlo y pulirlo en un futuro cercano. En la narrativa estoy trabajando en una novela breve (en la misma tónica de Carne tan frágil) y también en una serie de cuentos que quizás terminen por agruparse en un nuevo libro.
–¿Es la literatura tu estilo de vida?
–No sé si concibo la literatura como un estilo de vida para mí. Me veo a mí mismo sólo como un lector que ha querido sentirse del otro lado del fenómeno. Es decir, solo quiero ser, por un momento, el autor de un libro que me gustaría leer. Al pensar en la literatura como un estilo de vida tengo una serie de asociaciones en las que no encajo y otras en las que no desearía encajar. Para mí la literatura es el tránsito del lector al libro y viceversa. No pretendo por ello denostar a quienes la viven de otro modo. Es solo mi experiencia personal y en la que encuentro satisfacción.
* Productora de Radio Sonora