Por: Juan Carlos González
Esta entrega es para dar cuenta de lo ocurrido en el carnaval de mi pueblo, ahora revestido con el distintivo de Pueblo Mágico, pues una característica que identifica estos lugares tiene qué ver con las tradiciones que perduran; y nuestro carnaval tiene -a decir del cronista local, Dr. Avilés Ochoa- más de un siglo y dos décadas de historia.
Pero aunque hoy en día se realizan carnavales en muchos lugares y por prolongadas fechas, nuestra fiesta es muy atractiva, tanto para oriundos como para visitantes; esta vez se rompe un récord en asistencia por la enorme afluencia de visitantes que buscan un momento de diversión y aprovechan para admirar la belleza de las mujeres de Mocorito. En esta edición, Martha Mata Gutiérrez, fue coronada como reina y Alexis Román como Reyna de los juegos florales.
La premiación del poeta laureado resultó ser muy especial, un joven talento local por segunda ocasión se hizo acreedor a ese reconocimiento con una pieza literaria titulada “Nunca pienso y siempre existo”. Al recibir los honores, comentó que la escribió en Argentina, en una estancia académica. Cabe anotar que Alan Bojórquez también ha ganado este concurso en dos ocasiones en Salvador Alvarado.
Es casi imposible de describir el derroche de belleza de las reinas del carnaval, ni qué decir de la simpatía que denotaban al paso de las carrozas los dos días de recorrido por las principales calles de la ciudad. Miles de personas admiraron coloridos trajes, vistosas comparsas, pero lo que más caracteriza a nuestro carnaval es la integración de los asistentes con los participantes, que al ritmo de la música de banda o grupos musicales se ponen a bailar, se divierten y comparten una alegría que solamente se puede ver en el pueblo mágico.
El carnaval es un fenómeno social en el que se mezclan clases sociales y conviven en un espacio que es de todos y para todos. En esta edición el éxito fue palpable. Ríos de gente se encaminaban hacia el estadio Pablo Macías, donde los aromas de la vasta gastronomía local, la música y los juegos mecánicos no abastecían para satisfacer a tan numeroso público.
Un hecho que me dejó el mejor sabor de boca y que al describirlo me hace revivir esa emoción es el siguiente: de pronto, escuchaba la música de banda que tanto me agrada, pero no atinaba a encontrar dónde estaban los ejecutantes; el gusto y la emoción me tomaron por sorpresa al darme cuenta que en plena rueda de la fortuna, la Banda Clave Azul, del Progreso cumplía las peticiones de un caprichoso cliente que solicitó sus servicios, pero “encaramados” en la propia rueda, acto que fue muy aplaudido por quienes se fueron juntando para ver eso que sólo en Mocorito se da, por eso somos únicos. El martes cae de nuevo el telón y el centenario carnaval que se desarrolla en la región del Évora cumple de nuevo con el mayor de los éxitos, saldo blanco y buenas ganancias para tantos comerciantes de mi pueblo que desde ya se empiezan a hacer planes para el año que viene, en el que se habrá de superar este que termina. Todos fuimos felices y lo seguiremos siendo, porque somos una sociedad que se reencuentra en esta fiesta.
*Catedrático y Director de Turismo de Mocorito
*Fotos Ramón Lozoya