Por: Luis Antonio García S.
Para una persona no versada en asuntos históricos, el titulo del presente escrito le puede causar cierta confusión. ¿Cronistas e historiadores?, ¿qué no hacen lo mismo, cual es la diferencia? El diccionario nos dice que son sinónimos. Creo oportuno el compartir algunas reflexiones al respecto y establecer las diferencias y afinidades entre Cronistas e historiadores.
En la historia, primero fuerón los cronistas, luego los historiadores. (Lo mismo que primero fuerón los alquimistas y después los químicos, el maestro de obras y después el arquitecto etc).
Con el paso del tiempo y la creación de universidades, la historia se convirtió en materia de estudio; Así es que se crearon la licenciatura, las maestrías y el doctorado en historia.
Sólo que la mayoría de los egresados, se dedican a otras actividades y a dar clases en escuelas y universidades, pero no se dedican a lo que formó la esencia de la carrera de historia, ¡La investigación!
Y es aquí precisamente en lo que el cronista se distingue del historiador, independientemente de su sexo edad y profesión, ya que este puede ser: un maestro, un periodista, un taxista, un fotógrafo, un economista, o un doctor etc.
El cronista realiza las siguientes labores:
1) Investiga. (En Archivos escritos, testimonios orales, restos arqueológicos, históricos, etc.)
2) Consigna el resultado de sus investigaciones. (Escribe, graba, fotografía etc.)
3) Publica sus escritos, testimonios, hallazgos, etc.
4) Promociona el conocimiento de la historia a través de diferentes eventos y medios.
5) Lucha por la conservación del patrimonio histórico.
El cronista es una persona que durante años se ha dedicado a realizar todas o casi todas las acciones enumeradas anteriormente, y todo eso lo hace de una forma voluntaria, por vocación a la historia y amor a su tierra y a su gente; y la mayoría de las veces él o ella tiene que pagar por hacer sus investigaciones, y no espera ninguna renumeración por ellas, cuando mucho el reconocimiento y la comprensión de los compañeros cronistas, que no el del público, y ni siquiera el de su propia familia que, muchas veces se siente desplazada por la pasión histórica que domina al cronista.
Es por todo lo anterior, que los cronistas se han ganado el respeto de los historiadores que se dedican a la investigación, y conocen los problemas y vicisitudes que esta actividad encierra. (Sólo los historiadores teóricos de escritorio, son capaces de hablar con desprecio de los cronistas).
Los estilos de las publicaciones de los cronistas e historiadores son diferentes; ya que el titulado, se siente obligado a respetar en sus escritos el método científico, y escribe con las normas académicas que aprendió en la universidad.
Sin embargo, por esa característica, muchos escritos académicos, pecan de aburridos, por lo que el público en general casi no lee este tipo de publicaciones.
Es por eso que ha últimas fechas los historiadores han decidido equilibrar entre lo académico y lo ameno, que es precisamente la característica principal del cronista, (bueno no de todos, hay algunos que, al exponer su ponencia en los congresos, me ha asaltado la peregrina idea de grabarlos, y comercializar dichas grabaciones bajo el titulo de: “REMEDIO INFALIBLE PARA EL INSOMNIO” (Garantizado).
La calidad de las publicaciones y su amenidad, sean de historiadores o cronistas, esta determinada por el talento personal y no por el grado y tipo de estudios, ya que hay cronistas que escriben cubriendo todos los requisitos académicos sin perder su amenidad, e historiadores magníficos en su prosa.
Por otra parte, Cronistas e historiadores de ambos sexos tienden a compartir no solo la pasión por la historia, sino también por sus gustos de las artes, la literatura, los programas de televisión, películas e incluso ¡Las tragedias personales! Sí estimado lector, hasta eso compartimos, especialmente la tragedia de la incomprensión de la labor que realizamos, particularmente por personas que más amamos o apreciamos, como son los cónyuges, los familiares y amigos; que piensan que invertimos mucho tiempo, dinero y esfuerzo, en una actividad que casi nadie nos reconoce.
Muchos compañeros están solos, precisamente por eso, y otros se han resignado a vivir una vida de constantes agresiones y reclamos de parte de las personas que más quieren, es algo parecido a…
-¡Otra vez compraste un libro! ¿No te bastan los cientos que tienes en tu cuarto?… o bien; ¡Otra vez vas a un congreso con esa bola de viejos!, ¿y a nosotros cuando nos vuelves a llevar a Disneylandia? -Vieja, pero hace dos meses que los lleve- ¡Cállate inútil, que bien que me acuerdo que no querías llevar a mi mamá, mi hermana y a mis dos sobrinitas!, si no se nos hubieran pegado; tú no hubieras sido capaz de invitarlas. Bien me decía mi mamá, ¡Hija no te cases con ese ratón de biblioteca!
En la vida real, muy pocos cronistas, pueden darse el lujo de ir a Disneylandia la mayoría son personas de clase media y humilde, los historiadores como profesionistas tienen un mayor poder económico, igualmente los cronistas que tienen negocios o son profesionistas. Pero ambos, el cronista y el historiador, constantemente se encuentran con la encrucijada de:
A) Cubrir las necesidades de su familia y los más exigentes y disparatados caprichos de sus seres queridos, para que lo dejen realizar su trabajo, o bien: B) Separarse de su familia y vivir solo. Y es que para muchos compañeros la labor histórica es una especie de apostolado.
Para Terminar, Hagamos Un Resumen De Diferencias Y Afinidades.
Diferencias:
I.- primero fuerón los cronistas luego los historiadores.
II.- los cronistas son personas de diferentes edades, sexo, condición social y económica, así como profesión u oficio y nivel de estudios.
III. Los historiadores son egresados de una universidad
IV.- La mayoría de los historiadores se dedican a diferentes actividades como la docencia, y no a la investigación histórica.
V.- Los Cronistas:
1) investigan (En Archivos escritos, testimonios orales, restos arqueológicos, históricos, etc.)
2) consignan el resultado de sus investigaciones (Escribe, graba, fotografía etc.)
3) Publican dichos resultados.
4) Promocionan la historia en diferentes formas y medios
5) Luchan por la preservación del patrimonio histórico
VI.- Muy pocos cronistas, son reconocidos oficialmente y no se les paga por su labor o se les apoya en sus investigaciones. La mayoría de los historiadores “No dan paso sin guarache”.
VII.- Sus estilos en las publicaciones son diferentes, El historiador es muy formal, académico, el cronista es ameno, a veces irrespetuoso. Pero divertido.
Afinidades:
I) El historiador que es completo y hace las actividades que realiza el cronista además de impartir clases u otras actividades, comprende y colabora con el cronista amistosamente.
II) Muchos historiadores, han sido nombrados cronistas oficiales de su ciudad, y hacen labor de cronistas.
III) Comparten gustos afines en muchas áreas culturales, arte, música, espectáculos etc.
IV) Comparten problemas personales por desempeñar su trabajo con pasión y entrega.
Aquellos que son comprendidos por sus familiares y la sociedad, sin duda alguna son unos privilegiados. Aunque sabemos que nadie es perfecto y ambos, cronistas e historiadores, tienen su corazoncito y les encanta la bohemia y la camaradería y el buen ambiente y diversión que imperan entre los compañeros en los congresos estatales y nacionales.
Por eso, cada año, cronistas e historiadores esperamos con ansia que se llegue la fecha del congreso, para fundirnos en un abrazo y compartir juntos nuestros trabajos, ilusiones, alegrías y penas.
* Cronista de Culiacán Rosales Sin