Por: Enrique Parra Osuna
Encabezados por el Lic. Eduardo Niebla Álvarez, iniciando por la calle Colon y Donato Guerra de la ciudad de Culiacán una benigna mañana nos abrigaba. Para partir a las 7:00 hrs, en cuatro unidades estándar.
El día, 12 de septiembre del 2015, muy animosos y decididos tomamos rumbo con la clara idea de darle la mano a un sin número de hermanos cerriles, con quienes nos hemos solidarizado e incrementado su amistad desinteresada año con año, pensando en sus necesidades.
Algunos “amigos de la sierra” y de acuerdo a sus posibilidades donaron despensas, baterías de cocina, paquetes escolares, ropa, juguetes, dulces, medicinas, calzado.
En este viaje lucimos cachucha y camiseta, con su logotipo de 30 años de hacer el viaje del grupo. A la salida norte de la ciudad se checaron las unidades, continuando nuestro viaje por la internacional.
El día nos favorecía, muy pronto llegamos a la desviación de Pericos y sin ninguna escala, arribamos a la cuatricentenaria cabecera municipal de Badiraguato.
Acudimos a la fonda “Los Naranjos”, saboreamos riquísimo desayuno con olor a ollín. Nos acompañó el contralor de finanzas Manuel Adan Armenta y el comandante municipal Armando. Saludamos a algunos moradores que ya se encontraban desayunando.
En los rostros de los “amigos de la sierra” se notaba la alegría de encontrarse en otro entorno, atrás dejaron sus preocupaciones y la vida estresante.
Comentamos el buen estado de la carretera, el empuje de negocios y de bienes y servicios que disfrutan los Badiraguatenses. Qué decir de sus bellos montes en época de verano donde la lluvia pincela sus verdores.
Llenos de buen gusto y de camaradería continuamos el recorrido, no sin antes surtirnos de líquido ambarino y frituras, otros atendieron sus necesidades fisiológicas.
Rumbo a los Sitios tierra de la “onza” Leyzaola, célebre militar en la época del Coronel Loaiza, los pasamos tranquilamente.
Su calle principal empedrada, con oyameles o tecomates al iniciar junto al arroyo. Muy pronto nos detuvimos en el Huejote, añorado por su ejemplar y centenario ¡huanacaxtle! digno de admirarse por sus amarañadas raíces, gran follaje y grueso tallo.
Hicimos pequeña pausa para saludar a un viejo amigo, don Manuel Armenta y esposa, papás del contralor de las finanzas municipales, que se dedica a elaborar: guares, bules y coricos.
Sin despedirnos, sentimos el desconecte del citadino al pasar el vado y que poco a poco al introducirnos el monte en ascenso nos va abrigando en sus lienzos empapados de colores, olores, sonidos y sigiloso clima.
¡oda a nuestra naturaleza!
que tánto nos ofrece a tan vulnerable criatura,
soñamos y te abrazamos con ternura,
prometiéndote acercárnos con respeto y admiración, cuidando tu delicadeza con profundo amor.
Súbitamente despertamos, al ver semovientes y uno que otro derrumbe. Muy pronto el olor a bogiña nos dice estamos en Tepehuajes, cuyas cercas son de palo de brasil.
Muy luego escuchamos el ruido de las maquinas que construyen la carretera; se dice que quedan 13 km. para terminarla y que para febrero o mayo del 2016 la concluirán.
Algunos amigos que no conocían el camino se dieron vuelo tomando fotos. Los que ya lo conocemos recibimos un reciclaje de majestuosidad. Profundas cañadas, viento gélido, cielo plumbago, nubarrones a punto de tamborilear, pinares distintos, robles, roblillo, encino, encino gûeja, madroño, nogal, variedad de helechos.
Dicho camino acercará al medio cerril del urbano. 145 km. desde Culiacán. Surutato cuenta con cañadas, restaurantes, fondas, gasolinera, centro de salud, techumbre (enramada), plaza, vulcanizadora, tirolesa, puente colgante, rapel, represa, cascadas, Centro de Estudios Justo Sierra (cejus), telefonía.
Su altura aproximada sobre el nivel del mar 1600 mts., clima templado, árboles frutales manzano, higuera, membrillo, durazno, tunas, tejocote y otros de los que se elaboran ricos enmielados, cajeta, envasados o bien naturales.
En la estación de verano hay paseo a caballo, burro, cuatrimoto a lugares cercanos: El Triguito, El Puchero, La Mesa del Fierro, El perico, Santa Rita, Plan Grande, Mirador la nariz, etc.
El día 12 nos distribuimos para pernoctar. Unos en casa de don Nicho, otros en la cabaña de Leonardo con su “traila”. A un costado de la iglesia encontramos la fonda de doña Isabel, que junto con sus nueras cocinan sabrosísimo y a buen precio.
También elaboran platillos especiales avisándoles con anticipación, por decir; chiles rellenos con queso fresco, pollo a la plaza o un caldo reparador. Total, conocimos a nuevas amistades, incluyendo al prebístero Alejandro oriundo de Navolato.
Agotamos el día recorriendo la comunidad y saludando a viejos amigos que ya saben el tiempo en que recalamos.
Domingo 13 de septiembre de 2015
Poco saben los de abajo que los de arriba festejan las fiestas patrias, con mucho patriotismo. Hoy nada menos, recuerdan a los Niños Héroes.
Después de un suculento desayuno con doña Isabel, optamos por visitar a nuestro añorado lugar, San José de los Hornos, que durante cuatro años nos ausentamos por causas ajenas a nuestra voluntad y cuyo recorrido nos llenaba de bonitos recuerdos a pesar de los tumbos y retumbos que en las unidades sentíamos; las vivencias afloraron pese al dolor sufrido por quienes fueron desplazados, la nostalgia nos invadía; pero el ánimo del reencuentro con viejos amigos nos reanimaba de optimismo y aquel “pueblo fantasma” recobraba vida con nuevos y antiguos moradores, inmensa alegría invadía nuestros corazones, al notar movimiento de niños, jóvenes, gente adulta y uno que otro anciano.
Los habitantes del lugar sabían de nuestra visita y los enmudecidos pinos nos envolvían en su sombra y qué decir del arroyo que con frenesí nos ululaba, el susurrar fue contagiante, estrechar la mano amiga nuevamente nos llena de satisfacción, se nos mojan los ojos y las manos y el alma también.
Será delirio pero es hermoso el momento. Solamente se puede calibrar la chispa en el instante mutuo. Son muchos sentimientos en el breve tiempo de tratarlos, esperemos se establezcan e inicien su vida en paz.
Ese día el cielo nos recibió con lluvia en casa de Juan Sánchez, saludamos a su esposa Sofía, hijos, nueras, nietos, hermanos, Chayo y el inolvidable Macario…. continúa
* Docente y autor