Por: Carlos Lavin Figueroa
Muchas anécdotas que han hecho historia en Cuernavaca pudieran parecer ficticias, pero es que la ciudad ha sido seleccionada para vivir y ser visitada por temporadas por múltiples personajes. En la segunda mitad del pasado siglo, cuando la población era quieta llegaban decenas de personajes nacionales e internacionales que como simples vecinos paseaban por sus calles, recuerdo haber encontrado a dos consagrados de Hollywood, a Katy Jurado nominada al Oscar y a su esposo Ernest Borgnine ganador de esa estatuilla, empujando su auto sin gasolina a media noche en el Boulevard Juárez, me baje de mi auto a ayudarles, Víctor el hijo de Katy era mi amigo, vivían en Cuernavaca, en Chipitlán, él murió en un accidente carretero..
Mi amigo Francisco Rodríguez Ocampo conocido en Cuernavaca como Paco, me recuerda algunas más de esas anécdotas, de las que algunas fui testigo, como las del millonario Robert Brady -su vecino de enfrente- que llegó a esta ciudad en el año del ‘62 cuando compró la casa de Netzahualcóyotl número 4, conocida como la Casa de la Torre que había pertenecido al conjunto catedralicio, torre que derrumbó un temblor y que servía de mirador y observatorio al estudioso obispo Francisco Plancarte y Navarrete. Brady dedicó 24 años a su reconstrucción y respetó la arquitectura original; llegó a Cuernavaca por invitación de Bárbara Hutton la heredera de las tiendas Woolworth quién había llegado en el año ‘57.
Brady de quien s e dice gustaba vestirse de mujer en sus fiestas, recopiló una colección personalde obras de arte de diversos géneros, épocas y lugares de todo el mundo. Destacan cuadros de grandes pintores mexicanos, de Tamayo, uno de Frida Kahlo valuado en millones de dólares y de extranjeros como Paul Klee. El acervo abarca lo mismo arte plumario prehispánico que un mosaico bizantino y piezas de arte africano. Por temporadas visitaban a Brady; Dolores del Río, Rufino Tamayo, María Callas, Josephine Baker, Ricardo Montalbán, Henry Kissinger, Henry Ford III y otros famosos, a los que Paco conoció, y tiene anécdotas de cada uno de ellos, hasta la fecha vivefrente a la casa de Brady.
Me cuenta que Ricardo Montalbán, visitaba muy seguido a Brady y que u n día que este actor iba pasando por esa calle no pudo acordarse de su nombre y le gritó ¡Tatoo! -nombre de su enano compañero en la famosa serie televisiva norteamericana La Isla de la Fantasía- y que a Montalbán le salió lo mexicano con un No me chingues, aunque luego Brady y el actor fueron a pedir disculpas a Paco que era solo un niño con parálisis cerebral y a su familia. La casa conserva el mismo mobiliario y objetos de arte tal como la habitó este coleccionista, hoy es el Museo Brady. Agrega Paco que Barbara Hutton, quien también visitaba esa casa, era uno de los seres más bellos que ha conocido física y moralmente, que siempre hacia grandes pedidos a la Madrileña y que siempre se preguntaba para que tanto abastecimiento, hasta que vio que los domingos regalaba comida en su casa -ella adoptó a decenas de niños que les dio educación y una carrera. En 1959, Hutton había comprado terrenos que sumaban 120 mil metros cuadrados, donde construyó su casa con acabados traídos desde el Japón, la que ahora es el edificio principal del Hotel Camino Real Sumiya.
A Bárbara Hutton siempre le preocupó que a Paco lo atendiera el mejor doctor y cuál sería su sorpresa que el mejor neuro-ortopedista de aquella época era el mexicano, Tohen el mismo que lo atendía y que a él lo quería mandar a Estados Unidos para que lo vieran los médicos de su país.
Me cuenta que el día en que se inauguró la Woolworth de Cuernavaca, Bárbara dio la orden que cada vez que Paco visitara ese negocio le dieran una Banana Split y una Coca. La relación de Barbara con Paco fue porque la Madrileña -tienda de abarrotes y ultramarinos- y la Farmacia Mexicana propiedad de sus tíos le surtían sus pedidos que él acompañaba a entregarlos y que sus frases y sus propinas no se le olvidan.
Erick Fromm el filósofo y psicoanalista judío- alemán quien fundó la práctica del psicoanálisis en Cuernavaca en 1950 también venía a casa Brady y que en un ocasión se armó una cascarita de fut-bol afuera de la casa de Brady y como era medio temprano bajo a la calle para decirles que no hicieran tanto ruido –su habitación daba a esa calle- y que de plano tomo del brazo a Paquito y le dijo “no me vas decir por qué caminas así, y que le contestó “es que me echaron agua en la gasolina”, y es que en esa época todavía no se había definido la parálisis cerebral que tiene Paco.
Termina Paco, mira Carlos, Alain Delon y Brigitte Bardot estuvieron viviendo cada uno en distintas épocas entre los años 1962 al 66, en la casa que está ubicada precisamente frente a la que era la casa de Brady.
La estancia de Alain Delon provocó un revuelo en 1964 entre las compañeras de escuela de su hermana Mary y las chicas del Colegio Marymount que venían a la casa se subían a la azotea para poder ver al famoso actor. Muchos años después el Delon regresó a Cuernavaca, y pidió a su primo Juan Felipe permiso para tomar unas fotos desde la casa de su abuelo hoy Hotel Juárez; el actor ya estaba entrado en años. Yo recuerdo que a la Bardot era común verla por las calles de Cuernavaca y en los sitios de interés confundida entre los turistas.
Agrega Paco que a esa casa llegaron dos adolescentes norteamericanos que estuvieron en la Escuela Colón en el grupo anterior al suyo eran muy delgados y nunca se pusieron el uniforme, estuvieron poco tiempo, pero en Noche Buena llegaron muchos americanos a esa casa, todos con jaquet y el día 25 del año del año ‘65 o ´66 la calle estaba llena de Rolls Royce y que luego se enteró que era una familia Italiana de Nueva York, los chicos, eran nietos de Frank Costello aquel célebre mafioso que controlara el juego en todo el territorio de los Estados Unidos con una influencia política como ningún otro jefe de la Cosa Nostra.
Ya iremos platicando de otros personajes en Cuernavaca
P.D. Hasta la próxima
*Historiador y cronista oficial de Cuernavaca