Por: Luis Pérez Sabido
La canción jarana:
La jarana es un género propio del baile típico de Yucatán. Se baila desde mediados del siglo XIX en las fiestas vaqueras, conocidas popularmente como Vaquerías, en las poblaciones del interior del Estado. En Mérida, desde fines del siglo XIX, Chan Cil escribió jaranas con letras satíricas para que cantaran y bailaran sus estudiantinas en los carnavales de Mérida. Más tarde, al crearse la zarzuela yucateca, hacia 1919, la jarana satírica se convierte en género escénico. No es sino hasta 1929, cuando Pepe Domínguez, a instancias del poeta Ermilo Padrón López, lo eleva a la categoría de género de la canción yucateca, al componer la clave-jarana Aires del Mayab (1929), con letra de Carlos Duarte Moreno. Más tarde la dio a conocer en la capital de país donde fue adoptada por los mariachis que la han difundido mundialmente.
Rebozos, rebozos de Santa María,
mestizas que bailan llenas de alborozo
entre los encantos mil de mi vaquería.
Albarradas blancas, brocal de los pozos,
casitas de paja de la tierra mía.
Muchacha bonita, zapatos de raso
bordados de seda te voy a comprar;
será más gracioso, más lindo tu paso
y serás más ágil para zapatear.
¡Vámonos a la jarana,
vamos a ganar lugar,
que hoy en la noche y mañana
tenemos que zapatear!
¡Saca tu terno bonito
y tu cinta colorada,
quiero que estés bien peinada
cuando bailes el torito!
¡Tengo mi sombrero fino
y ya tengo preparado
mi calzón almidonado
y mi chamarra de lino!
¡Ya verás cuántas personas
quedarán viendo muy fijas
mis alpargatas chillonas
y tu montón de sortijas!
¡Vamos pronto, vamos prenda,
vamos a ganar lugar,
que yo vine de la hacienda
para verte zapatear!
La evocación maya
La evocación maya es un género de la canción yucateca, con reminiscencias de ritual prehispánico, creado por Guty Cárdenas, en 1931, en colaboración con el poeta Antonio Mediz Bolio, para cantarle a la grandeza de la raza maya. Para tal fin, Mediz Bolio extrajo textos de su libro La tierra del faisán y del venado, que sirvieron de letra a los temas melódicos que Guty Cárdenas compuso con base en indicaciones rítmicas que le señaló el propio Mediz. Así nació El caminante del Mayab, estrenado en el Bosque de Chapultepec de la ciudad de México. Su letra dice:
Caminante, caminante,
que vas por los caminos,
por los viejos caminos
del Mayab…;
que ves arder de tarde
las alas del xtacay,
que ves brillar de noche
los ojos del cocay.
Caminante, caminante,
que oyes el canto triste
de la paloma azul
y el grito tembloroso
del pájaro pujuy.
Caminante, caminante,
que vas por los caminos,
me has de decir si viste
aparecer
como una nube blanca
que vino y que se fue,
y si escuchaste un canto
como voz de mujer.
Caminante, caminante,
también en mi camino
la nube blanca vi;
también escuché el canto,
¡pobrecito de mí!
Esta obra, por su belleza melódica y su riqueza armónica ha sido interpretada por grandes tenores de la talla de Alfonso Ortiz Tirado, Pedro Vargas, Nicolás Urcelay y Plácido Domingo y por grandes orquestas de diversas partes del mundo. Antes de finalizar, quiero dar las a todos los que nos acompañaron en este recorrido musical por los caminos de la canción yucateca. Gracias, muchas gracias.
* Director del Centro de Investigación Musical de Yucatán y
Presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín.