Por: José María Ruiz C.
Con mucha alegría y entusiasmo el día 1ro. de junio del presente año se llevó a cabo la clausura del Taller de Narrativa Experimental en las instalaciones de la Escuela Normal Superior de Hermosillo subsede Obregón (ENSHO).
Este interesante taller de literatura inició el día 19 de enero de este mismo año y fue impartido por el L.L.H. Juan Diego González, a quien agradezco su constancia y dedicación hacia los que fuimos partícipes de esta emocionante aventura literaria.
Cada lunes nos reuníamos de 6 a 8 p.m. en las instalaciones de la ENSHO, las que, de manera muy amable nos facilitaba el director de la institución Dr. Rafael Marín. En cada una de las sesiones, que a veces se extendían por más de dos horas debido a los comentarios de los compañeros o extendernos en un tema. Todos nos mantuvimos con ganas de aprender a escribir narrativa.
Para explicitar mejor la experiencia que resultó de este taller cito el objetivo del mismo: “Que los interesados en escribir narrativa obtengan herramientas para mejorar la redacción en prosa, conozcan diversas técnicas para la creación de un personaje, diseño de ambientes físicos (tiempo/espacio), construcción de climas psicológicos, cambios de perspectiva narrativa y rompimientos en la estructura discursiva para posibilitar diversos escenarios y finales”.
Es pertinente señalar que el mencionado objetivo se alcanzó en su totalidad y fue un poco más allá, al despertar la imaginación de cada uno de los integrantes del taller, con diversas estrategias que el Instructor Juan Diego encaminó muy diestramente en cada una de las sesiones.
Las asignaturas que se nos dejaban fueron parte de este despertar de nuestra imaginación, ya que consistían en construir un relato que tuviera ciertas características muy precisas, como un tipo de narrador determinado, el tiempo en que estuviera narrada la historia, la atmósfera de las acciones, los personajes que participarían y sus características, entre otros elementos.
Los participantes en este taller fuimos los siguientes afortunados: Lupita Velásquez, Angelita Carrillo, Lucila Esquer, Adolfo González Riande, Sandra Mortis, América Pina Palacios, Claudia G. Chávez, Martha Elia Camacho, Víctor Flint Flores, Josefa Trejo, Anneth Marín, Jaime Ochoa, Alejandra Magaña, Primavera Encinas y el autor de la presente crónica.
Cada uno de los arriba señalados participamos activamente durante el taller y se logró plasmar por escrito algunos relatos empleando nuestra imaginación y las herramientas que nos fueron otorgadas durante las sesiones semanales. Prueba de este fueron algunos relatos como: “El Pochitoque”, “La ventana”, “Cuando un verso te nombra”, “Huida nocturna”, “El objeto más valioso”, “En familia”, “Josefita ser…”, “El Gran Makakikus”, “El servicio” y “La mujer de mis sueños”, entre otros.
En cada de uno de estos trabajos y en muchos otros que aquí no se mencionan, se volcaron nuestras ganas por aprender el bello arte de la narrativa escrita. Así que en esta fecha culminamos una etapa para emprender otra. Que es parte de la constante lectura y del aprendizaje continuo.
A través de este medio reitero mi agradecimiento hacia la ENSHO y su director Dr. Rafael Marín; hacia el Maestro L.L.H. Juan Diego González; y hacia todos mis compañeros y compañeras que participaron de esta experiencia llena de emociones y de narrativa experimental.
* Licenciado en Ciencias de la Educación,
miembro del taller “Después del café”
