Por: Carlos Lavin Figueroa
No es metáfora, ni ficción, como tampoco por un golpe en la cabeza; és, una, seria, realidad.
Observando las estrellas me doy cuenta que algunas pudieran ya no existir, porque su luztarda hasta años en llegar a la tierra; y cuando se destruyen su luminosidad sigue llegando a nosotros, viajando cuando ya desaparecieron
Las estrellas nacen y mueren, tienen su ciclo, pero a pesar de que su luz viaja a 300 mil kilómetros por segundo, tarda hasta años en llegar a nuestro planeta. Pues igual sucede lo contrario; algunas de las estrellas de “recién” formación, todavía no las podemos ver, porque su luz aún no ha llegado a la Tierra. La vida de las estrellas es de miles de millones de años, nacen y mueren. Así, es posible que veamos estrellas que vieron nuestros bisabuelos y que desde entonces ya no existían, y lo mismo nuestros bisnietos pudieran ver otras que desaparecieron ahora que vivimos,se puede decir que las estrellas son una conexión con el pasado. Las estrellas son enormes esferas de gas encendidas que parecen estar fijas, pero están en movimiento, solo que a distancias tan grandes sus cambios de posición son relativos y que solo se perciben a través de los siglos. Según Carl Sagan, astrónomo, astrofísico y cosmólogo, hay más estrellas en el firmamento que granos de arena en todas las playas de la tierra.
La estrella más cercana a nuestro Sistema Solar se le llama Proxima Centauri, que está a unos 40 billones de kilómetros de la Tierra. La velocidad de la luz es la medición de los astrónomos para medir la distancia entre galaxias, y esa estrella “Próxima” está a unos 4,3 años luz, es decir que su luz tarda esos cuatro años y meses en llegar a la tierra, y el mismo tiempo tardaría en ya no verse cuando sucediera su desaparición.
Otras son las que todavía no vemos aunque se hayan formado hace cientos de años, y otras más las vemos a pesar de que se esfumaron también hace cientos o miles de años; su distancia a la tierra puede ser no de 4 años luz como Proxima Centauri sino de millones de años luz, lo que hace casi imposible imaginar esa distancia con los 300 mil kilómetros que recorre la luz en un solo segundo.
La teoría más conocida y aceptada sobre el origen del universo con sus estrellas, es que se inicia con el Big Bang -Gran Explosión- hace 10 mil o 20 mil millones de años en que de la “nada” emerge toda la materia que hasta ese momento era una sola masa densa y caliente que “explota” generando la expansión de la materia en todas las direcciones creando las estrellas, galaxias y el Universo. Y fue un sacerdote belga George Lemaitre, quien –en contra de la teoría divina- sugirió por primera vez ese evento, esto en los años de1920, y como sucede invariablemente cuando alguien propone algo distinto a lo ya sabido, lo tiraron de a loco. Esa teoría tomó fuerza gracias a las observaciones de Edwin Hubble de que las galaxias se alejan de nosotros a gran velocidad en todas direcciones, y más fuerza tomo en 1948 cuando el físico George Gamow fundamentó que el universo se creó a partir de una gran explosión, el Big Bang.
Observar las estrellas es una experiencia contradictoria entre inmensidad e insignificancia, nos hace ver lo paqueño de la tierra y del hombre. Y también notamos que nuestro planeta está en un extremadamente frágil equilibrio tanto externo por lo que se refiere al universo, como interno por los fenómenos meteorológicos que tantos daños han causado y que cada vez son más frecuentes y de mayor intensidad.
El sol es una estrella,su luz, que percibimos en este instante en realidad se desprendió de él hace 4 minutos, mismos que tardó en llegarnos. Pero existen estrellas –o tal vez ya no- que se observan a distancias miles de millones de veces mayores que la que nos separa de nuestro sol que está a solo 4 minutos luz, sino a unos 26 mil o 30 mil años luz del centro de la galaxia.
Por tanto; podríamos decir que al contemplar una estrella estamos conectándonos con “algo” que ya no existe en el presente y es por ello que el hombre pudiera regresar al pasado si viajara a una velocidad mayor que la luz. Varias culturas como la egipcia, la griega y la maya entre otras, coinciden en que el hombre viene de las estrellas y concretamente de las Plé- yades y particularmente de la estrella llamada Maya –la que sería el centro o sol de un sistema planetario como el nuestro- que en la mitología griega es “aquella de la que venimos”. Será por esto que el hombre siempre ha volteado a las estrellas, y que no solo es por verlas sino para regresar a ellas, en lo que hay una necedad al parecer inexplicable.
“Si la luz de las estrellas que vemos ya están muertas, entonces estamos vivos o solo somos le esencia de lo que fuimos viajando en el espacio”.
Por el Big Bang surge la frase poética pero también científica de que “Todos somos polvo de estrellas”.
*Historiador y cronista de Cuernavaca
