Por: Carlos Lavin Figueroa
Fundador del grupo musical La Nopalera es Arturo Cipriano Izquierdo Sánchez, quien ante su fracaso estudiantil para ingeniería química y en busca del motivo de su vida llega a la Ciudad de México procedente de San Luis Potosí, era el año del ´68, solo unos meses antes del estallido estudiantil que lo dejaría marcado el resto de su vida, se inscribe en la Escuela Nacional de Música y Mascarones. En marzo del año setenta viaja al Brasil donde residió por dos años, ahí trabajo con el compositor Joao de Aquino renombrado guitarrista y fundador del movimiento Afrosamba autor de Viagem -viaje-, grabada por el mismo Baden Powell autor de la música de la famosa canción Canto de Ossanha uno de los himnos de la música popular brasileña y tema de varias películas cuya letra es autoría de Vinicius de Moraes.
Después de esas sus primeras apariciones en el Brasil, Cipriano, regresa a la Ciudad de México y reingresa a la Escuela Nacional de Música donde lo invitan a trabajar con 
Talón San Cosme una banda de Jazz-Rock e improvisación sonora. En ese tiempo conoce a Mario Arturo Ramos nuestro director editorial en la Voz del Norte, con quien finca una sólida amistad, participando ambos en un taller con varios musiqueros y aprendices, donde compusieron la famosa canción “Canta domingo canta” con letra de Mario Arturo y musicalizada por Cipriano, letra que narra la vida y tragedia del guitarrista y compositor yucateco Roger Novelo quien ante la negativa de las compañías editoras inclinadas a lo comercial, le negaron grabar sus canciones no reconociéndole su musicalidad instrumental, Roger decidió inmolarse.
En el año ´76 llega a México Ángel Parra procedente de Chile, donde había sido encarcelado por el pinochetismo, Parra era hijo de Violeta Parra –Gracias a la vida-Cipriano comienza a trabajar con Ángel en los mismos meses en que se funda La Nopalera grupo musical formado con Roberto Cárdenas, Marcial Alejandro quien sería el autor de la canción “Fandango aquí” ganadora de la final del festival OTI en España; Maru Enríquez cantante; Javier Izquierdo en la guitarra; y Cipriano en el sax y la flauta, letras que reflejaban el momento histórico de los años setenta irrumpiendo la música tradicional con otras formas de expresiones conocidas como Canto Nuevo, Rupestre, Urbano, Protesta, Neo-folclórica, Política, y otros nombres que alentaban la organización para un cambio político en el México de aquel entonces, música con enlaces armónicos provenientes del jazz debido a la influencia de sus fundadores. Nopalera, como apunta el compositor Mario Arturo Ramos, es la aparición de un concepto, un sonido, un punto de convivencia rítmica, una forma que logró hacer nido para diferentes proyectos artísticos, una fusión de rumba, son, huapango, bossa y canto caribeño.
Fueron cinco años de éxitos del grupo La Nopalera, realizaron varios discos, presentaciones con organizaciones chicanas en Texas, Arizona, California, Cuba, Centro y Sudamérica, en Europa; en Holanda, Alemania, Francia, Bélgica; y en todo México.
Sus canciones de más éxito fueron “Carajo”, y arreglos de sones veracruzanos como el Siquisirí, el Gavilancillo, y el Balajú; “El maleante”, Domingo canta. Colaboraron esos cinco años con el Partido Mexicano de los Trabajadores PMT, que encabezaban entonces Demetrio Vallejo y Heberto Castillo; ese acercamiento a la política, le permitió a Cipriano conocer los tejes y manejes que hoy se convirtieron en el cinismo de la clase gobernante, en la burla a los votantes, y entender que como país jamás llegaremos a ver reflejado el voto en una transformación democrática, donde se gastan cientos de millones de pesos en mentiras y promesas, cuando se sabe que ya está decidido quien va a gobernar el país, determinado por nuestra ubicación geográfica, tomando esas decisiones el voraz vecino del norte, a quien toda la riqueza de nuestro país le pertenece.
Nos sigue narrando Cipriano que después de varias décadas recién ha conformado una compilación de 19 canciones de los discos que gravó La Nopalera con la participación de 31 músicos, destacan los arreglos de Eugenio Toussaint, la participación del concertista Alejandro Corona, Marco Morel, y la Camerata Uruguaya “Punta del este” quienes estaban exiliados en México en aquellos años setenta.
Se volverán a vivir aquellos tiempos de Nopalera con la presentación de este compilado que se realizara el próximo jueves 4 de junio en el Estudio “A” del Instituto Mexicano de la Radio en Ciudad de México con la asistencia de nueve Nopaleros y el quinteto actual organizado por Cipriano ahora conocido como Ciprianodonte, nuevo grupo formado en Cuernavaca con Azucena Méndez en la voz; Keiko Niikura en el piano; Omar Vázquez en el bajo; David Caspeta en la batería; Andrés Uribe en la guitarra; Ciprianodonte con el sax, flauta y composiciones; en el evento del día 4 participará el escultor y pintor Jazzamoart quien improvisara pintando la escenografía en el momento de la presentación.
Felicitamos cordialmente a Nopaleros por su reencuentro.
*Historiador y cronista de Cuernavaca
