(También se habló de: la “fuga” de Bach, “capricho 24” de Paganini, “la
campanella” de Liszt, y la “sonata waldstein” de Beethoven, y de “Hasta
que vuelvas” de Mario Arturo Ramos).
EL AUTOR.
Por: Salvador Antonio Echeagaray Picos
Como suele suceder en las reuniones mañaneras bien cafeteadas, amenas, plenas de serenidad y plagadas del anecdotario cotidiano que acostumbra disfrutar la gente que transita ya por la ruta de la tercera edad, recientemente compartí interesante y a la vez agradable reunión con apreciables y distinguidos amigos.
El primero en llegar, lo fue el profesional de seguros, quien maneja en el ramo, importante cartera en el mundo empresarial y profesional. Decidimos compartir nuestras diversas inquietudes intelectuales en el tranquilo ambiente de mi despacho Notarial que se impregnó de la aromática bebida que disfrutábamos, en la espera de los demás invitados.
En el transcurso de pocos minutos, llegaron tanto el alto ex funcionario de educación pública, así como quien es destacado poeta y autor de bellas canciones de corte romántico y del folclor nacional, incorporándose ambos, a la degustación del café y desde luego a la charla.
Viviendo tiempos electorales, el primer comentario se relacionó con la cosa política, y de acuerdo a nuestra percepción ciudadana, “repasamos” a varios candidatos y “cándidos” que participan en el actual proceso en el cual elegiremos este próximo 7 de junio, a los diputados que nos representarán en la próxima legislatura federal.
Hubo unanimidad respecto de la enérgica crítica que le “enjaretamos” a la partidocracia con sus reiteradas y arbitrarias decisiones de seguir postulando a las mismas gentes de siempre…, a los “reciclados”, conocidos o mencionados por el vulgo “changos mecateros”, proyectados como infalibles adalides de la rampante autocracia monopartidista que padecemos por parte de los partidos de distintos colores, que continúan tomando decisiones que favorecen a integrantes de poderosas familias que se han perpetuado en el ejercicio del poder, ya en el ejecutivo, en la alta burocracia administrativa o bien en el legislativo, tanto a nivel federal como estatal.
Uno de los presentes, sobre el punto, cuestionó diciendo:
-“A ver, a ver, tengo más o menos la idea del monopartidismo, pero quisiera que se ampliara el concepto de cómo en la práctica, funciona la “autocracia monopartidista”, en relación a la crítica de que en cada elección sea federal o local, son postulados los mismos personajes que avanzan de liana en liana en lo que entonces podríamos designar “changos de la selva política”-.
Sucede que tenía localizables unos apuntes que escribí y publiqué, años atrás, sobre el hecho de que adrede se fabrican giros y se imponen modismos para inventarle un antifaz democrático a la referida “autocracia” y entonces leí: “se refiere al sistema político en el que una sola persona o grupo limitado gobierna con poder total…”, luego pregunté a la mesa:
¿Tienen ustedes en mente a algunas siglas partidistas en especial, o “seudo líderes” de ciertos partidos que indudablemente la aplican, sobre todo, después de la famosa alternancia política que tuvimos en el país a partir del año dos mil?, o bien por parte de conocidos personajes que como “dueños” de “partidos familiares” o de corte “mesiánico”, asignan las candidaturas en beneficio de ciertos sujetos que a falta de preparación, moralidad y ética política, sirven como incondicionales lacayos a los dueños de las franquicias políticas que se mantienen gastando parte de los impuestos que pagamos los mexicanos que tributamos al fisco?.
Como excelente delantero que fue del futbol universitario, incluso a nivel nacional, aprovechando el pase sobre su temible pierna derecha, uno de los asistentes, sin necesidad de gambeta alguna, frente al marco que dejé desprotegido, me disparó a bocajarro:
“Tú sabes que además de ser una “praxis política” aplicada desde que tu partido gobernó al país durante setenta años, imitada u homologada durante otros doce por la “mancha azul”, existe con marcada presencia en todo el territorio sinaloense, un destacado personaje conocido como el “padrino político”, mismo que representa una amplia fuerza organizada y sólidamente constituida, y a quien se le reconoce, sobre todo a partir de la elección del 2010, indiscutible presencia y liderazgo, preguntándome enseguida con bastante “jiribilla”, ¿crees que sólo los “administradores” o “dueños” de partidos políticos deciden candidaturas?.
Aceptado el golazo en mi propia portería, y después de un tiempo fuera en nuestra plática, coincidimos todos, respecto de los candidatos actualmente en campaña, y en consideración a que en todos los ámbitos de la vida se dan las “excepciones a la regla”, analizando a varios que están repitiendo como candidatos en este proceso, y razonando con objetividad, tolerancia y sentido de lo justo, reconocimos en alguno de ellos, jóvenes, sobre todo, a quienes han logrado méritos y éxito en las tareas partidistas encomendadas, y al ser referentes de una juventud madura con aceptable currículum, por lo que acordamos, sin apelación alguna, que deben ser considerados como ”cuadros” valiosos en la panorámica de la política nacional y local, cuando demuestran, además, congruencia en sus trayectorias al no sólo mantener sino acrecentar, el prestigio obtenido en las lides electorales anteriores en las que han resultado triunfadores.
Para antes, agrego sencilla y tierna anécdota contada por el empresario en seguros, en los siguientes términos:
“De un tiempo acá, mi hermosa bisnieta, de 10 años de edad, a quien de cariño le llamo “Michelín”, ya que en los primeros meses de vida engordó de cierta forma que semejaba o me parecía ver en ella, el conocido emblema de la famosa llanta; pues resulta que “Michelín”, atendiendo la recomendación de su madre en el sentido de que debía cuidar mucho a su bisabuelo, tomó tan en serio la encomienda protectora, que cuando me acompaña por cualquier motivo, en mis escasas salidas a la tienda de conveniencia cercana a nuestro hogar, me toma de la mano, y procurando ir un paso adelante, me recomienda con dulce vocecita:
“cuidado bisabuelo, pisa bien sobre lo que te voy a ir señalando, luego al empezar la caminata, me marca con musical canto:
“la puertaaa, el escalóon, la banquetaa, el postee, el semáforoo, la callee, los carroos”.
Por supuesto que le festejo en grande su ocurrencia infantil cada vez que se repite el cantadito durante los recorridos en los que funge como guía, tal como se “cantan” las cartas en el juego de las loterías caseras y que por tradición se disfrutan familiarmente.
Pero el colmo de sus afanes protectores para conmigo, sucedió cuando en cierto trayecto rumbo a la misma tienda del barrio, a la acostumbrada mención de las cosas que me iba señalando, de repente, con voz argentina cantó:
“el avióoon”……señalándome el jet que en ese momento surcaba por el firmamento rumbo al ocaso, que empezaba a teñirse con los colores del atardecer”.
* Notario Público
