Por Sofía Mireles Gavito*
El pasado 2 de febrero del 2015 asistimos 11 cronistas y 16 poetas al 1er. Encuentro de Cronistas y Poetas de la Costa de Chiapas dentro de los festejos de la Feria de Santa María de Candelaria en la ciudad de Tuxtla Chico, Chiapas. Esta feria se inicia el 22 de enero y culmina el día 2 de febrero con el recorrido de la Virgen por las principales calles del poblado, las cuales son adornadas por los feligreses con unas hermosas alfombras elaboradas con aserrín de colores. El recorrido es de alrededor de 2 kilómetros; empieza a las 8 de la noche y termina a las 2 de la mañana.
La mayoría de los cronistas fuimos con la ilusión de observar el trabajo de la elaboración de las alfombras y hacer el recorrido de la Virgen; además ver los castillos y cohetes que dan alegría e iluminan el cielo de luces multicolores. La hechura de las alfombras lleva más de una semana para su elaboración: primero se compra en las carpinterías los costales de aserrín, y la anilina de diferentes colores. Posteriormente se manda hacer los moldes de triplay con las figuras que se quieran hacer: flores, palomas, figuras geométricas, pavos reales, o la Virgen de Candelaria, etc.
Se compran de 2 a 5 costales de aserrín de acuerdo al tamaño de la alfombra, de preferencia que sea de pino, por ser la madera más blanco y así agarra más el tinte del color. Después esa viruta se muele hasta dejarla muy fina. Posteriormente, un día antes o en la mañana del 2 de febrero, se revuelve el aserrín con la anilina; ya que está bien revuelto y el aserrín agarró color, se le echa agua para que se fije bien el color que se quiere. Algunos vecinos empiezan a elaborar las alfombras desde temprano, como a las 10 de la mañana; otros, lo hacen hasta la tarde.
Empiezan mojando el pavimento, luego colocan los moldes y las reglas para definir los bordes de la alfombra. Posteriormente se agrega el aserrín que va ir de fondo de la alfombra, se rellenan los moldes hechos previamente. Después se debe cuidar que la alfombra se mantenga húmeda; para ello, se utilizan unas bombas rociadoras manuales. Algunos vecinos para complementar la decoración de su alfombra le colocan corozo en las orillas de las flores o de alguna otra figura.
Según el cronista de Tuxtla Chico, el Profr. Armando Parra Lau, estas alfombras se empezaron a elaborar en el año de 1994. Primero se inició en los hogares de las Señoras Lesbia Cruz de Herrera y Gloria Morales de Guzmán con una alfombra sencilla de flores frente a sus casas. Al año siguiente, las imitaron la mayoría de sus vecinos de la avenida Aldama. Para el año de 1996 y 1997, el Gobierno Municipal de Tuxtla Chico incentivó a todo el pueblo a sumarse en la hechura de alfombras, obsequiando costales de aserrín. Esto sirvió para que esta mecha prendiera, y actualmente esto sea una tradición bien consolidada. Esta tradición de las alfombras de aserrín tiene influencia de la vecina República de Guatemala. Y es Tuxtla Chico, el único lugar en nuestro Estado de Chiapas que hace alfombras de aserrín. Podemos decir, que esta tradición de las alfombras se ha vuelto tan famosa, que la feria es visitada por muchas personas de distintos lugares del estado y fuera del país. Estas alfombras tienen como finalidad servir como tapetes para que pase la Virgen; terminando su recorrido, estas alfombras son barridas por los servicios de limpia del Ayuntamiento y los vecinos del lugar. Y así, al amanecer del día 3 de febrero, todas las calles quedan limpias del aserrín pintado. Al hacer su recorrido por las calles, va un carro de sonido delante de la Virgen cantando la letanía y va parando en cada esquina, donde los vecinos tiran cohetes y en algunas casas tienen preparados castillos para quemarlos antes del paso de la Virgen.
Las personas del lugar nos platicaron que en los primeros días de diciembre del 2013 se reunieron en Mazatán con motivo de la feria de la Virgen de la Concepción tres vírgenes: la Virgen de la Candelaria o de la Purificación de Tuxtla Chico; la Virgen del Tránsito, Asunción o Rosario (donde María transita o asciende de la tierra al cielo) de Tacaná, Departamento de San Marcos, Guatemala; y la Virgen de la Inmaculada Margarita Concepción de Mazatán, Chiapas. Fue la primera vez que se juntaron tres pueblos, tres culturas y tres vírgenes después de más de cuatrocientos años; pues nos dijeron que existe una leyenda que dice: “en los inicios del siglo XVII surgieron tres hermosas vírgenes entre las aguas del Pacífico y aparecieron en los manglares del municipio de Mazatán”.
En esa ocasión, se pacto un compromiso entre las autoridades eclesiásticas de Mazatán, Tuxtla Chico y Tacaná, donde se afirmaba que esa reunión de las vírgenes sería recíproca; la segunda sede sería en Tuxtla Chico en su feria de Candelaria; y por último, se reunirían en Tacaná en la feria de la Virgen del Tránsito del 7 al 15 de Agosto. Cumpliendo ese compromiso, el miércoles 22 de enero del 2014 a las 6 de la tarde se volvieron a reunir las tres Vírgenes en el Estadio de Fútbol “San Miguel” de Tuxtla Chico. Este encuentro comprendió la celebración de una misa en punto de las 18:00 hrs, y posteriormente un recorrido por las principales calles de la ciudad hasta “El Pocito”, donde cuentan fue encontrada la Virgen de la Candelaria.
Este año del 2015, ya no se juntaron las tres Vírgenes, pero en cambio los sacerdotes Fernando Méndez Hernández y Francisco Vera Cabrera promovieron la reunión de 30 imágenes de diferentes comunidades del municipio de Tuxtla Chico. Esta celebración se hizo en el Estadio “San Miguel” el día 22 de enero en la tarde, se celebró una misa; al terminar se quemaron cohetes, juegos pirotécnicos donde asistieron alrededor de 2 mil personas. Esta reunión de imágenes fue el inicio de la feria que culminó con el recorrido de la Virgen sobre las alfombras de aserrín elaboradas por los vecinos del lugar.
Nuestro viaje a Tuxtla Chico al 1er. Encuentro de Cronistas y Poetas de la costa de Chiapas fue fructífero por nuestros trabajos presentados, pero más que nada por la experiencia de vivir la fe y las tradiciones de este municipio de Tuxtla Chico.
*Cronista Tonalá, Chiapas.