Por Juan Cervera Sanchís*
CÍRCULO
Viajan los mundos en círculo,
y es que todo viaja en círculo
y todo va y todo viene
del mismo y al mismo sitio.
Aquí no hay ningún misterio,
aquí todo está clarísimo,
aquí es aquí y es aquí
y, sin decirse, está dicho
todo lo que hay que decir,
porque está escrito y reescrito
que no hay nada que escribir
aunque yo escribo y escribo.
La verdad y la mentira,
si es que es verdad que vivimos
o es mentira que morimos,
viajan juntas y en círculo.
ADIOS
Con esta te digo adiós
y ya más nunca jamás
tu boca y mi boca, ¡ay!,
se volverán a encontrar
en la roja luz del beso
y su viva realidad.
Te digo adiós y me llevo
tu recuerdo en un cantar
donde jamás el olvido
jamás nunca habitará.
Con esta te digo adiós
y a solas me echo a llorar
y hablo con Dios, que es el único
con quien yo prefiero hablar.
EN UNA COPLA
En una copla cabemos
-no hay cabida más perfecta-
tú y yo, parque en una copla
caben el cielo y la tierra,
caben la noche y el día,
la alegría y la tristeza;
que caben en una copla
lo que se vive y se sueña
y cabe lo que se fue
y cabe lo que se espera.
En una copla, te digo,
en una copla viajera,
después de muertos, tendremos
tú y yo, mi amor, vida eterna.
EL OTRO
Yo seré siempre el otro,
el que nunca compartirá tu cama
ni tu mesa ni el sillón de tu casa,
el que nunca te acompañará del brazo por la calle
o irá contigo al sumercado a tirar del carrito
y será tu pareja en las fiestas con los viejos amigos
o en los cumpleaños familiares
en donde se intercambian besos y abrazos ensayados
y regalos de esos que en el fondo dan risa cuando no dan coraje
y hay que disimular porque no queda otra.
Soy el otro y tú muy bien lo sabes, soy pues el irreal,
el que habita en tus sueños, el que vuela contigo
por los espacios libres de las locas y bellas fantasías.
Yo soy y seré siempre el otro,
que no quiero ser yo tu realidad y menos tu rutina,
que quiero ser tu excitante sorpresa y ese aire inesperado
que refresca y alegra tus pulmones
y te llena la vida de sublimes instantes.
Ese quiero ser yo contra el frío de la lógica
y el dos más dos son cuatro de lo perfectamente calculado.
Yo soy y seré siempre el otro.
Soy en fin el que nunca y menos tendrá fin,
porque mi fin es sólo amarte sin tocarte
y rendirte a distancia pleitesía
y compartir contigo la esencia esencial
de la complicidad sagrada del aroma,
que solamente tú y yo percibimos en secreto absoluto
y nadie más, a no ser Dios, que juega con nosotros
a los dados del amor, donde ganar o perder nada importa.
Seré en fin siempre el otro y tú serás la otra,
la que siempre serás,
por el hecho y la gracia que es ser sin haber sido.
LLUVIA
El amor es así, como la lluvia,
como la lluvia lenta de esta tarde
en que a solas conmigo pienso en ti
y allí donde tú alientes
me gustaría estar con tu calor y el mío
y con tu mano dulce entre mi mano amarga
imaginando posibles paraísos
con los ojos perdidos en las llamas
con vocación de ascuas
de aquella legendaria chimenea
en la casa que tú y yo, en aquella casa,
que nunca, nunca, ¡oh Amor!, compartimos
y jamás, jamás nunca, nunca compartiremos,
pero siempre soñamos compartir.
El amor es así, como la lluvia,
como la lenta lluvia de esta tarde…
*Poeta y periodista andaluz.