Por Sofía Mireles Gavito*
Las fiestas decembrinas en Tonalá empiezan el 19 de diciembre, después de medianoche, con el desfile de un grupo de personas por las principales calles de la ciudad, acompañadas con música de marimba, y terminando en el Parque Central con una tamalada, que consiste en repartir tamales a todos los asistentes. Luego continuaba con la feria comercial con juegos mecánicos y venta de juguetes, comida y dulce; todo ello se instalaba alrededor del Parque Central. También habían puestos de mistela, y fruta seca de Chiapa de Corzo; y puestos de ruleta, chingolingo, la polaca de Chu Lara( la lotería), con sus gritos: la mano que aprieta, gana: la mano; camarón que se duerme, se lo lleva la corriente: el camarón; el que muere por la boca: el pescado; etc.
En los últimos años se ha cambiado de lugar: unas veces han colocado los juegos mecánicos en el Campo Deportivo “Ayuntamiento”, otras en el campo de la Secundaria “Ramón E. Balboa”, y en el año pasado y éste, en los terrenos que están en frente de la Clínica no. 15 del IMSS.
Desde hace 70 años hasta mediados de la década de los ochenta, la organización de las fiestas se hacía con tres meses de anticipación, a través de una junta de festejos, integrada por las autoridades municipales y la Cámara de Comercio. Después, los miembros de la junta se dedicaban a planear los eventos, dándolos a conocer un mes antes, en programas que eran pegados en las esquinas más transitadas.
Entre los eventos organizados estaba: elegir la reina de las fiestas decembrinas, un desfile de carros alegóricos con la reina y su corte; y también tardes de toros.
Las tardes de toros se hacía en terrenos de don Tancho Garcia( en frente del Parquecito Juárez); la venta de boletos se instalaba en casa del Dr. Policarpo Rueda, en donde se colocaba la música de viento.
La plaza tenía un palco especial para el juez de la plaza y la corte de la reina, en donde no faltaba el eterno miembro de la junta de festejos con corbata y saco. El elenco taurino estaba formado por el matador Jesús González, “El Indio”, su cuadrilla era: Artemio, El Guayabero, la mujer del hermoso lunar, Leonor Rivera, con su clásico grito: eje-toro, eje-toro. Alguna vez vino como matador Marcial y un novillero de apellido Ortega. Los toros y, a veces, vacas eran de las ganaderías de. San Antolín, Ocuilapa y alguna vez, toros de Coapantes.
La corrida empezaba a las cuatro de la tarde y se abría plaza con un paso doble. Los brindis de los toreros era para la corte, o a personas de solvencia económica, que al final de la lidia colocaban un billete en la gorra, al ser devuelta. Los toros eran más ariscos que bravos, hubo veces que saltaron del corral. La corrida era a la usanza española, lidiándose uno a muerte. La plaza se encontraba llena hasta reventar, al igual que los árboles de los patios vecinos.
Estas toreadas acabaron en 1984, cuando en esa fiesta decembrina, la plaza de toros se derrumbó con el peso de las personas, lastimando a muchos y muriendo dos personas a causa de los golpes al caer las tablas y personas encima de ellas. Ello fue el fin de estas famosas tardes de toros, al igual, que de la junta de festejos; ya que no hubo después, quién se hiciera cargo de la organización de estas fiestas.
También en estas fiestas decembrinas, se hace la Exposición Ganadera los días 18 al 21 de diciembre en las instalaciones del Auditorio Ganadero (fecha variable).
EXPOSICIÓN GANADERA.
La Asociación Ganadera Local principió haciendo sus exposiciones, aprovechando los días de la feria. Lo realizaba por los terrenos de los Hnos. Thomas, o el Sr. Molano, en la colonia San Martín. Se exponía ganado cebú-suizo, holandés; así también hermosos caballos, conejos y chivos-cabros. La inauguración de la exposición se abría con una suculenta barbacoa, rociada de cervezas frías y música de marimba. Asimismo, había expositores de la ciudad de Arriaga.
CELEBRACIÓN DEL AÑO VIEJO E INICIO DEL NUEVO.
El primer día del año, a las doce del día, se hace el paseo del “año viejo” (muñeco de trapo hecho con ropa vieja) acompañado de la viuda, quién es un parroquiano vestido de mujer, exagerando el busto y la cadera. Van acompañados de banda de música, cohetes y pasean por la calle 16 de septiembre hasta el Parque Central, pasando por las casas comerciales a pedir apoyo económico para la quema, que se hace enfrente de la estación del ferrocarril. Todo esto lo organizan, amigos del gremio ferrocarrilero. Esta celebración todavía la siguen realizando los ferrocarrileros.
*Cronista de Tonalá, Chiapas.