CUANDO DE LA PASTORELA “LOS SIETE VICIOS”
Luzbel: Cuándo llegará ese cuándo, cuándo,/ que el hombre suba a la gloria/ y que cante la victoria/ en aquella patria, ¿cuándo?
Por mi natural servicio/ consuelo el hombre tendrá,/ eso no verán sus ojos,/ aunque haga obras de piedad./ Los bureos, la vanidad,/ todo lo irá perturbando;/ la envidia lo irá arraigando/ y él en sus brazos descansa./ Teniéndole yo mis trazas/ se salvará alguno, ¿cuándo?
Ermitaño: ¿Cuándo, Lucifer maldito, cuándo/ te saldrás con ese intento,/ cuándo, demonio avariento,/ cuandillo, cuandito, cuándo?
Acuérdate que del cielo/ el valeroso Miguel/ te echó, soberbio Luzbel,/ sin que tuvieras apelo;/ si perdistes el consuelo/ por tu natural maldito,/confiesa que es infinito/ el poder de Dios Eterno;/ nos llevarás al Infierno…/¿Cuándo, cuandillo, cuandito?
Luzbel: Cuándo llegará ese cuándo, cuándo,/ que el hombre suba a la gloria/ y que cante la victoria en aquella patria…¿cuándo?
No ha de gozar de su gloria/ ninguna humana criatura,/ yo he de perseguir a todas/ en la misma sepultura;/ tanta será su amargura/ que, como Judas, rabiando,/ un cordel se h de ir echando/ con el vicio y el pecado/ y teniéndome a su lado/ se salvará alguno…¿cuándo?
Ermitaño: ¿Cuándo Lucifer maldito, cuándo/ te saldrás con ese intento,/ cuándo, demonio avariento,/ cuandito, cuandillo…cuándo?
Nadie pierda la esperanza/ en conseguir el perdón,/ en Dios ponga su confianza/ si hace buena contrición;/ se quedará ese dragón/ bramando como un chivito./ Por más que levante el grito/ Dios salvará al pecador/ ¿lo vencerá este traidor…?/ ¡Cuándo, cuandillo, cuandito!
Luzbel: Cuándo llegará ese cuándo, cuándo,/ que el hombre suba a la gloria/ y que cante la victoria/ en aquella patria…¿cuándo?
Todo el furor que yo tengo/ contra el hombre, vil escoria,/ es que se le está ofreciendo/ el colocarse en la gloria./ No me atormentes, memoria,/ que trazas estoy echando/ el cómo he de ir acabando/ con todo el género humano./ ¿Qué dices, Luzbel tirano,/ se salvará alguno…¿cuándo?
Ermitaño: ¿Cuándo, Lucifer maldito, cuándo/ te saldrás con ese intento,/ cuándo, demonio avariento…/ cuandito, cuandillo, cuándo?
De María se ha de valer/ quien por desgracia ha pecado,/ para alcanzar del Señor/ ser de culpas perdonado./ En esto ponga su agrado/ todo pecado contrito,/ confesando su delito/ aclame a esta gran Señora/ y le quitará esta zorra… ¡Cuándo, cuandillo, cuandito!
Luzbel: ¿Dime, dónde has conocido/ a esa mujer que has mentado?,/ pues nunca en el mundo se ha oído/ (un) nombre tan mal expresado./ Tu canto me causa enfado,/ si no mudas de tonadas,/ te daré de bofetadas,/ viejo, simple, mentecato,/ tú piensas ir a la gloria…;/ pero yo digo que ¿cuándo?
Ermitaño: Óigame usted, caballero,/ ¿qué ese nombre no le agrada?/ Sepa usted que esa Señora/ es de Dios privilegiada,/ de todos es adorada;/ su santo nombre, bendito/ y dará el fruto exquisito/ para el mayor testimonio/ ¿y la encera el demonio?/ ¡Cuándo, cuandillo cuandito!
Luzbel: En fin, yo ya me retiro/ para no oírte blasfemar,/ nos vemos otro día,/ deja de disparatar;/ yo te pondré en un lugar/ donde has de estar renegando,/ allí me irás altercando,/ tú piensas cantar victoria/ en la mansión de la gloria;/ pero yo digo que ¡cuándo!
Ermitaño: ¡Ave María concebida/ sin la culpa original!,/ que de Dios fuiste escogida/ para reina universal;/ ¡rómpase el terso cristal,…/
Niño tierno, Dios chiquito!/ Que nombrándote, Señora,/ ¡nos hará mal esta zorra!/ ¡Cuándo, cuandillo, cuandito!
DECIMA DE PASTORELA
Planta:
Esta noche con la luna
y mañana con el sol
cogeremos pajaritos
para la Iglesia Mayor.
Con los medianos tesoros
que me diera la riqueza,
le hiciera a la Santa Iglesia
unos muy lúcidos coros,
y con los más finos oros
que me diera la fortuna,/
le formaría una columna
que la fuera iluminando,
para que la vean brillando
esta noche con la luna.
De carbunclos y diamantes
y varias piedras preciosas,
de joyas y mariposas
le hiciera dos albortantes;
dos órganos arrogantes
luciera con tal primor,
una ara al altar mayor
y a Nuestro Amo colocara,
esta noche lo velara
y mañana con el sol.
Con tal afecto tan raro
lo hiciera de todas ganas
de oro fino las campanas
y de plata el campanario;
también de oro el incensario,
los misales y atrilita,
vinajeras y pilita
los hiciera de (más) fino oro
y para cantos del coro/ cogeremos pajarito.
Traída de China o La Habana,
de Roma o (de) Turquía sin pena,
una florida azucena/
para vos, estrella magna;
de oro una lámpara ufana
con rubíes y resplandor;/
un sitial de oro crisol quiero para el Padre Eterno,/
y un panteón a lo moderno/ para la Iglesia Mayor.
PARA PEDIR Y DAR POSADA
AFUERA: En el nombre del cielo/ os pido posada/ pues no puede andar,/ ya, mi esposa amada.
ADENTRO: Aquí no es mesón,/ sigan adelante./ Yo no puedo abrir,/ no sea algún tunante.
AFUERA: No sean inhumanos,/ tengan caridad,/ que el Dios delos cielos/ se los premiará.
ADENTRO: Ya se pueden ir/ y no molestar/ porque si me enfado/ los voy a apalear.
AFUERA: Venimos rendidos/ desde Nazaret,/ yo soy carpintero,/ me llamo José.
ADENTRO: No me importa el nombre,/ déjennos dormir,/ porque ya les dije/ que no hemos de abrir.
AFUERA: Posada te pide/ amado casero,/ por sólo una noche/ la reina del cielo.
ADENTRO: Pues si es una reina/ quien lo solicita/ ¿cómo es que de noche/ anda tan solita?
AFUERA: Mi esposa es María/ es reina del cielo/ pues madre va a ser/ del Divino Verbo.
ADENTRO: ¿Eres tú José?/ ¿Eres tú María?/ Entren peregrinos,/ no los conocía.
TODOS: Entren santos peregrinos, peregrinos/ y reciban por mansión/ no nuestra pobre morada/ sino nuestro corazón.
NOCHE DE PAZ (M: Franz Grüber/ L: Josef Mohr) Alemania siglo XIX.
Noche de paz,/ noche de amor,/ todo duerme en derredor./ Entre los astros que esparcen su luz/ bella anunciando al Niñito Jesús/ brilla la estrella de paz,/ brilla la estrella de paz.
Noche de paz,/ noche de amor;/ oye humilde el fiel pastor/ coros celestes que anuncian salud,/ gracias y gloria en gran plenitud,/ por nuestro buen redentor,/ por nuestro buen redentor.
Noche de paz,/ noche de amor;/ ver qué bello resplandor/ luce en el rostro el Niño Jesús,/ en el pesebre del mundo la luz,/ astro de eterno fulgor,/ astro de eterno fulgor.
LOS PASTORES (D.P.)
En Belén a medianoche/ un Niñito nacerá,/ un Niñito nacerá…/Alegraos pastorcitos/ que el que nace Dios será,/ alegraos pastorcitos/ que el que nace Dios será,/ que el que nace Dios será,/ que el que nace Dios será.
Toquen las panderetas,/ ruido y más ruido/ porque las profecías/ ya se han cumplido…/ Sí, sí ya se han cumplido./ Sí, sí, ya se han cumplido.