Por Andres Garrido*
El cuerpo de Max se deposita en una larga y fría mesa cubierto con una sábana, cercano al cadáver de Mejía, a donde acuden Escobedo y el señor Loyola, observando que el de el príncipe casi está como cuando vivía, salvo la lividez cadavérica, pero el rostro de Mejía está más feo que cuando estaba vivo, “como una pesadilla”. El jueves 20 de junio se entrega a la viuda de Mejía el cadáver de éste y después de un modesto funeral donde asistieron principalmente campesinos de los alrededores y depositarlo unos días en la capilla de La Santa Escala en el templo de San Antonio, la mortaja es llevada a México donde será la inhumación en el panteón de San Fernando.
Juárez visita Querétaro rumbo a la ciudad de México los días 5 y 6 de julio de 1867. Aprovechando Escobedo aborda a solas al presidente y le da pormenores graves del sitio, cuando de pronto la charla se encamina en torno al asunto de Tomás Mejía: “Pero hay otro secreto que sí me pertenece porque es mío y puedo comunicarlo a usted: yo quise salvar a Mejía; le ofrecí la vida porque le debía atenciones y grandes favores” dijo Escobedo, a lo que Juárez preguntó: “¿Y qué contestó?”, “Me preguntó cuál sería la suerte de Maximiliano, y como en mis palabras advirtiera la verdad, me dijo terminantemente que no aceptaba nada y que correría la suerte de sus compañeros de infortunio” respondió a su vez el neoleonés. Ante esta verdad, el patricio del sur quedó pensativo y sólo atinó a decir lacónico: “Era indio y era leal”.
Luis Reed Torres abre la caja de Pandora y –apoyándose en Fernando Díaz Ramírez- afirma que doña Agustina Castro de Mejía tuvo otra hija –que en 1867 tenía dos años y que quizá era también del general Mejía- con la que vivió en México en la mayor pobreza cosiendo ajeno y que además dicha menor estaba baldada, es decir, apenas podía mover sus manos y caminar. El mismo autor señala que fue el presidente Juárez quien costeó el modesto monumento que está sobre la tumba del valiente divisionario, pues la situación económica de la familia era angustiante. Comenta también que la extraña declaración hecha por don Tomás al fiscal Azpíroz en el sentido de que su estado civil era el de viudo se viene por tierra al examinar el acta de bautizo del menor hijo de nombre José Isaac Tomás Carlos Maximiliano Higinio Mejía Castro, expedida en la parroquia de Santa Cruz y Soledad de la ciudad de México en enero de 1868. Dicho infante –que estuvo en brazos de su madre en Querétaro al concluir el sitio- había nacido en junio de 1867 en la hacienda La Quemada, Guanajuato, casi al morir su padre, y más tarde entró al Colegio Militar e hizo una corta carrera por su mala disciplina, llegando sólo a teniente. Como si esto no fuera suficiente, el mismo historiador encuentra que al sitiador general Porfirio Díaz acudió en mayo de 1867, por escrito, la señora Carlota Gómez de Mejía solicitándole audiencia y subrayando que “Soy la legítima esposa del finado??? (todavía no moría) Gral. Tomás Mejía, lo cual puedo demostrarlo a todos con los documentos que sobre esto poseo…”
En los archivos de Porfirio Díaz no consta respuesta a esta carta, dice Reed, y que además Valentín Frías platicó con un tal Antonio Mejía –mayor de edad- supuesto hijo del serrano, por lo que de la vida privada del conservador queretano quedan importantes preguntas sin responder: ¿Quién era este Antonio? ¿Fue procreado con quién y ésta luego murió dejando viudo a Papá Tomasito? ¿Cuándo contrajo nupcias José Tomás con doña Agustina Castro Martínez? ¿Quién fue Carlota Gómez de Mejía? El autor se contesta: “Imposible despejar estas incógnitas”. Reed no podrá despejarlas pero la Ing. Maricela Sánchez, colaboradora honoraria del Museo de la Restauración de la República, hizo llegar a la directora de éste, la Mtra. Concepción Lámbarri Malo, copias fieles de actas del archivo histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional, Bóveda General de División Tomás Mejía, en las que se demuestra que el divisionario de la Sierra Gorda se casó por la iglesia en el año de 1840 –a los veinte años- y precisamente el 19 de junio con Carlota Gómez Morán.
La boda tuvo lugar en el poblado de San José de los Amoles (hoy Pinal de Amoles) perteneciente al municipio de San Pedro Escanela del distrito de Jalpan, ante el párroco Pedro o Pablo Espinosa; Pedro o Pablo se escribió en el acta porque no hay certeza en el nombre de pila del oficiante. Uno de los testigos que acudieron al ministerio de Guerra a declarar a favor de doña Carlota para efectos de la pensión fue el mismísimo general de brigada Rafael Olvera, que tenía en ese tiempo cuarenta y cuatro años de edad. Finalmente el 3 de agosto de 1867, el gobierno federal le concedió la pensión a doña Carlota, condenando a doña Agustina a vivir en la pobreza y quizá en la demencia.
*Doctor en Derecho y Cronista del Estado de Querétaro.
Desmitificando al Gral Tomas Mejia…Cito.. «Por Andres Garrido*
El 31 de mayo, en la prisión de Capuchinas, Mejía recibe a su humilde esposa o amasia, la indígena tolimanense Agustina Castro Martínez, quien lleva a su pequeño hijo en brazos. Esa noche se aparece un hombre encapuchado en la celda de Mejía y le habla quedamente, muy cerca del oído, para proponerle salvarlo, sacarlo de allí, y para ello contaba con influencias en el gobierno y prestigio ante los militares.» Fuente http://www.lavozdelnorte.com.mx/…/tomas-mejia-la-sentencia…/, » Mi Estiamdo Maestro y Doctor es incorrecto la cita que se hace la Sra, Austina Castro, primero no era indígena ( que consta en las actas para el caso de la familia Mejia donde citan indígena puro, otomie, o -indígena blanco), ni de Toliman ni Arroyo Seco, como se documenta erróneamente en el acta de defunción del Gral de Div. Tomas Mejía y en el de ella misma, esto sucede frecuentemente al que presenta su testimonio en los actos jurídicos correspondientes. bien, los datos correctos son.. y pongo en la mesa a discusión y debate , conste que presento las pruebas que demuestran el error histórico del primer echo.. La Sra. Maria Agustina de la Trinidad Castro Martinez Vda de Mejía,(que así se llamaba y lo ignoraban ) Murió el 26 de Enero de 1909, En la calle Granada numero 3, bajos de la Col. Santa Lucia. Hoy Delegación Alvaro Obregón, a la edad de de 64 años, , yacen sus restos en el panteón de Dolores, en la CDMX, fue bautizada el dia 26 de Octubre de de 1844, siendo sus padres el Sr. Cenobio de Castro y Ma. Teofila Martinez, Consta en los datos de su padres en acta de defunción) bautizada en San Antonio , Lagunillas, San Luis Potosi, así mismo le hago una apreciación que hay un error en el lugar de nacimiento de la Sra. Agustina Castro, ella no nació en Arroyo Seco, ni Toliman Queretaro ( Como quedo asentado en el acta de defunción del Gral. y en la propia), nació el 24 de Octubre de 1844, en el Estado de San Luis Potosí, como la conoció al Gral. casualmente cheque el dato que estaba haciendo en los años 1860 a 1861 en ese rumbo el Gral. Mejía. pregunta de su publicación. resuleta le contestare algunas ma si me lo permite..