Por Mario Arturo Ramos*
Aquella tarde primaveral recibí la llamada del ingeniero Horacio Lecona, Secretario técnico de coordinación y planeación de Difusión Cultural de la UNAM, para invitarme a participar como asesor musical de: La Fiesta de México para celebrar ochenta y cinco años de Autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Al teléfono contesté que era un honor participar en tan importante celebración ya que el México contemporáneo no se podría explicar sin la presencia de la Universidad Nacional Autónoma de México y, la UNAM no se entendería sin su Autonomía. Recordé que en mayo de 1929, se publicó el decreto de la Autonomía y que también eran tiempos del inicio de una leyenda de la canción popular, Agustín Lara y su bolero “Imposible”.
La cultura, la ciencia, el arte y la vida social tienen un actor fundamental en la UNAM; en ella han crecido mexicanos de todos los rumbos de la patria y ciudadanos de más allá de las fronteras, como muestra fehaciente del lema de José Vasconcelos: “Por mi raza hablará mi espíritu”.
Entonces en el desarrollo del programa: “85 Años de Autonomía con Canciones” resultó lógico que se cantaran canciones de las diferentes entidades del país, cantos que tienen que como lugar de origen- la misma de la comunidad universitaria- la diversidad y pluralidad que nos identifica a los mexicanos.
El arte y la Universidad tienen lazos indisolubles, todas las expresiones artísticas han encontrado en la institución un lugar para crear, expresar, discutir, promover, entrar en diálogo, pero sobre todo un espacio autónomo. El 20 y 21 de septiembre le tocó a la canción popular mexicana ocupar su lugar en la Fiesta de México por La Autonomía. El concierto/ fiesta contó con intérpretes formidables: el tenor Fernando de la Mora, la mesosoprano Carla Dirikov, Lila Downs, Eugenia León, el Coro Universitario ochenta y cinco años de Autonomía, la Orquesta Juvenil, Eduardo Mata y el Director Huésped, Gerardo Rabago; participaron de manera sobresaliente la Compañía Nacional de Danza Folclórica, Nieves Paniagua; músicos invitados y, jóvenes arreglistas que bajo la participación y supervisión de Eduardo Magallanes con talento vistieron de diferentes colores musicales a la obras que fueron el centro gravitacional estético de la velada, logrando momentos inolvidables de interacción con el público, en un acto artístico coordinado por el equipo de producción del Departamento de Difusión Cultural y con la dirección artística de Horacio Lecona.
La canción mexicana con diferentes géneros musicales con sus textos emocionales humorísticos, narrativos, y ritmos diversos se unió a la magia de la Sala Nezahualcóyotl para festejar a los Ochenta y cinco años de La Autonomía, parafraseando a Antonio Machado anda: “haciendo camino al andar”…
Las dos horas de música finalizaron con los melómanos cantando junto a los intérpretes y el coro: “De la sierra morena, Cielito lindo te vengo a ver…, el canto y los aplausos inundaron la noche universitaria, eran la invitación para seguir festejando.
*Autor e investigador.
