Durante 6 décadas practicó la fotografía artística buscando siempre la perfección. Es recordado por sus colegas como un hombre que ponía el corazón, conocimiento e inteligencia en todo lo que hacía; “muchos fuimos sus alumnos aunque no lo queramos admitir”.
Por Jaime Cháidez Bonilla*
Amante de la estética y la perfección, Vidal Pinto Estrada (1939-2014) murió el jueves 18 de septiembre en la ciudad que lo vio nacer, Tijuana, Baja California. Después de varios meses de sobresaltos médicos, el fotógrafo tijuanense ya no resistió una hemorragia masiva perdiendo la vida a la edad de los 75 años. Vidal Pinto es definido por su colega Josué Castro: “muchos fuimos sus alumnos aunque no lo queramos admitir. Vidal Pinto fue de los pocos fotógrafos tijuanenses que no se sentía diva, ni tenía envidia o estaba casado con alguna técnica o estilo”.
Su amiga, la pintora Silvia Galindo describe a Vidal como “un artista que ponía el corazón pero también su gran conocimiento e inteligencia”.
Vianka Santana, coordinadora del Centro estatal de las Artes de Tijuana (CEART), considera que la partida de un artista siempre es una pérdida para una comunidad, “con Vidal Pinto se van las posibilidades de mundos y creaciones que sabemos pudimos disfrutar. Los artistas a través de su obra, llenan de sentidos nuestra vida… Pero aún es más doloroso cuando quien se va, es además de un gran creador un hombre amado por sus amigos, admirado como ser humano. El Maestro Vidal Pinto era alguien a quien siempre me daba un gran gusto ver y abrazar, sólo tengo buenas memorias de él”.
Nacido en Tijuana, el 6 de marzo de 1939, Vidal Pinto practicó la fotografía artística desde su adolescencia comenzando a exponer en la década de los años 50. Estudió fotografía en San Diego City College, con el maestro William C. Dendle. Fue miembro fundador del Grupo Fotográfico y del Club Fotográfico de Tijuana que por varias décadas realizó reuniones semanales y exposiciones colectivas. Su trabajo fotográfico fue expuesto en distintas galerías de Baja California y California.
“Mi madre era la fotógrafa de la familia, y a raíz de los resultados que ella obtenía dije: ‘¡eso se puede mejorar!’ Sólo que no sabía cómo, hasta que por fin caí en las garras de la fotografía. Ella era la que siempre andaba con la camarita en la mano. Siempre se hacía cargo de las fotografías de la familia, de paisajes, de lo que fuera. Ella fue la causante de mi desgracia” comentó Vidal Pinto en una entrevista realizada por Pablo Guadiana para el libro “Letras de luz” (2006, Conaculta-FONCA).
En ese libro, Vidal Pinto Estrada se autodefinió como un perfeccionista de la fotografía.
-“Varios fotógrafos me dicen que mi trabajo es muy técnico, perfeccionista, cuál es el problema, ¡tienes que querer ser perfecto! No hay por qué ser mediocre. En ocasiones imprimo una o dos fotos en un día, y al día siguiente ya no me gustó; estás cambiando, quieres perfeccionar”.
Josué Castro, el fotógrafo y pintor mexicano radicado en San Diego, California, conoció a Vidal Pinto desde la década de los 80. Con frecuencia se reunían en el centro de Tijuana, en distintas exposiciones.
-“Siempre me gustaron sus fotografías de desnudos de hombres fuertes y negros, la calidad de la imagen y el contraste de las mismas. Teníamos en común que nos fascinaba hablar de tecnología digital y erótica. Siempre estaba abierto a nuevas ideas mientras le demostraras que funcionaban. Aunque no nos viéramos muy seguido, siempre que coincidíamos nos daba mucho gusto sentarnos a platicar e intercambiar ideas. Nuestra pasión era hablar de erótica y fetichismos”.
Silvia Galindo, artista interdisciplinaria que expuso con Vidal en varias colectivas, recuerda una anécdota con el fotógrafo recién fallecido.
-“Hay muchas imágenes que se me vienen a la mente, era un artista que ponía el corazón pero también su gran conocimiento e inteligencia. Hace mucho, cuando apenas lo conocía me dio un consejo que trato siempre de seguir. En un curso de serigrafía donde fuimos compañeros, le pregunté cómo se hacía tal cosa (no recuerdo qué) y él me contestó muy a su estilo ‘con mucho cuidadito’ y bueno, siempre me ha dado resultado”.
*Periodista y editor cultural Tijuana.