Por Juan Diego González*
Le daba golpes a la cafetera, para ver si prendía el foquito rojo. Nada. Con cuidado, apenas rocé la superficie plateada y me quemé… Agachado, buscaba con afán la conexión pero un alboroto me hizo dejarla.
Un tumulto, como cincuenta personas, se movían vivamente emocionadas. Flashazos, manos extendidas, piernas temblorosas, voces: ahí va, es él, ¿estás seguro? Ah y la máscara ¿qué? Aquí, aquí…
En el centro de aquella masa empezó a descollar un brillo insuperable en este planeta. La máscara de plata del Hijo del Santo.
Todo quedó en suspenso y en silencio. Lo único con vida era aquel luchador, descendiente de una leyenda. Estaba en Ciudad Obregón, exclusivamente para presentar el libro “Santo y seña”, editado por el Instituto Sudcaliforniano de Cultura y Escritores de Cajeme A.C. (ECAC), en el marco de la XXXIII Internacional Feria del Libro del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que se realizó del 5 al 14 de septiembre.
Invitado por Mara Romero, vicepresidenta de ECAC, el Hijo del Santo aceptó formar parte del programa estelar, a dos de tres caídas sin límite de tiempo.
La máscara plateada se dejaba querer, se tomó fotos, saludó, estrechó manos, visitó el stand de ECAC, donde firmaría autógrafos después de la presentación del libro, dedicado a la memoria de su padre, quien ya forma parte de la herencia cultural de todo mexicano.
En la mesa ya estaban listos los libros, junto con camisetas y máscaras. Por supuesto que me olvidé del café, de la conexión y el foquito rojo. Mara me presentó. La mano firme y nervuda del Hijo del Santo apretó la mía. Espías, mujeres lobo, momias, vampiros, zombis, extraterrestres y hasta el Cavernario Galindo pasaron por mi mente.
Los griegos hablan del estupor que provoca estar ante la presencia de un semidios y ese preciso instante lo comprendí. Cuando lo solté, Mara se me acercó: Apúrate porque vas a moderar la mesa en la presentación.
El Hijo del Santo se dirigió al escenario principal de la Feria del Libro. La masa humana se movió junto con él. Antes de acomodarnos saludé a mi amigo, gran abogado y mejor escritor Mikki Ávilés. A su lado tomó asiento el enmascarado de plata, en medio de los aplausos y fotos del público.
Al extremo quedó Mara Romero, quien junto con el Mikki son los antologadores del libro “Santo y seña”. Mi función era la de conducir a los participantes. Primero fue Mara, quien habló un poco sobre la idea original de la antología, hacer un homenaje al Santo, pero en cinco años, se modificaron algunas cosas hasta que llegó por fin este día.
Después, el Mikki leyó el cuento con el cual participa en la antología. Una historia sobre los poderes míticos que recibe un niño al ponerse la máscara plateada y vencer a su enemigo (otro chamaco del barrio) en una lucha cuerpo a cuerpo, entre el lodazal y los aplausos de los camaradas. Mara toma la palabra de nuevo y nos relata la verdadera historia de cómo tuvo la fortuna de ser invitada por el Santo a la Ciudad de México y conocerlo en la oficina de una mueblería (porque han ustedes de saber queridos lectores y lectoras que el Santo era propietario de una).
De pronto, se podía escuchar la respiración tranquila del bebé que dormía en la última fila. El Hijo del Santo tomó el micrófono y como en las películas, el tiempo se detuvo… hasta que un flash nos hizo despertar.
Empezó como rumor para terminar en ovación, Santo, Santo, Santo, Santo… El luchador dio las gracias por las muestras de afecto y por el trabajo realizado para llegar a tener el libro en sus manos, dio las gracias al IPN, a los organizadores de la Feria y a Mara Romero. Aplausos y muchas fotos. Se entregaron reconocimientos y el luchador firmó autógrafos. La leyenda plateada sigue más viva que nunca. Los escritores seleccionados en la antología “Santo y seña” lo confirman, porque de todas partes de México enviaron sus textos. Ahora, a presentar el libro, ¿en dónde? En donde quieran. Si uno de los graves problemas educativos del país es el déficit de lectura, ¿por qué no empezar a leer esta antología, llena de historia y nostalgia? A los interesados les paso el correo: maratemplaria@live.com.mx con atención a Mara Romero, ahí tomen acuerdos para fechas y requisitos.
*Escritor y secretario de los escritores Cajeme.