Más de 7 mil volúmenes, documentos y fotografías del hijo pródigo, serán instalados en una biblioteca réplica en el Centro Cultural Tijuana. Además, se prepara un nuevo libro, “Regreso a Itaca”, con todos sus textos relacionados con la ciudad.
Por Jaime Cháidez Bonilla*
Homenajes, conciertos, mesas de reflexión y nuevas publicaciones de su obra son parte de las actividades que se han dado este 2014, el año que el escritor tijuanense Federico Campbell murió sorpresivamente debido a la influenza h1n1, el pasado 15de febrero.
En varias ocasiones Campbell manifestó que sentía que en Tijuana no lo querían, recuerda el escritor sinaloense Élmer Mendoza, en las charlas con Federico Campbell siempre aparecía Tijuana, era un espacio que era memoria, que era recuerdos, pero que también era preocupación, lo primero que decía es que en Tijuana no lo querían. Y después le decía que siempre que estoy en Tijuana estamos hablando de lo que has hecho, lo que has escrito de Tijuana. Entonces decía, bueno sí, verdad. Eso era parte de su esencia, era como pisar arenas movedizas”.
Federico Campbell fue homenajeado en la pasada Feria del Libro de Tijuana donde estuvieron varios de sus familiares y amigos escritores. Entre otros proyectos, se tomó la determinación de construir una biblioteca réplica en las instalaciones del Centro Cultural Tijuana de la que se encuentra en la colonia Condesa, en la ciudad de México, utilizada por muchos años por el propio Campbell. Son más de 7 mil ejemplares, documentos y fotografías que el escritor tijuanense atesoraba con gran cariño. Su esposa Carmen Gaitán aprobó el traslado de los libros de México a Tijuana, en las próximas semanas. En este momento se encuentran en el proceso de clasificación.
La hermana de Federico, Silvia Campbell, rememora el perfil del escritor y su relación con los libros.
-“Su único y profundo papel fue el de ser escritor, el de ser una voz pensante en una sociedad confusa. No tuvo jamás otro papel en relación con el medio cultural de este país, ni de ningún otro, que el de ser escritor y ser querido por ello. Sus libros, qué luminoso legado son. Qué profundo valor tienen. Cuando sus libros lleguen, cuando encuentren su lugar aquí entre nosotros, habrá llegado mi hermano una vez más, pero esta vez por fin para quedarse.
Élmer Mendoza se muestra muy agradecido con Campbell porque fue el tijuanense quien lo rebautizó, hace 15 años, como “el primer narrador que recoge con acierto el efecto de la cultura del narcotráfico en nuestro país”, mucho antes de que llegara la moda de escribir sobre el tema. Al recordar la personalidad de Campbell, Élmer expresa:
-“Es el escritor de todos los que he conocido, que era el que mejor sabía vivir su grandeza, porque era un grande, siempre vivía como en la duda, y yo creo que a los grandes la duda siempre les ayuda a dar pasos seguros. Federico me abrió las puertas y yo me metí hasta el fondo porque así tenía que ser. Una de las bases de que yo pude meterme hasta el fondo fue que las largas conversaciones que tenía con él eran de preceptiva literaria, de cómo escribir”.
Para Élmer Mendoza los libros de Campbell son cátedras perfectas, “muy perturbadoras, desde ‘Post Scriptum Triste’ hasta ‘Padre y Memoria, realmente son piezas que hay que leer. Como él era muy conversador su prosa es muy conversada. Tenía un interés particular por los autores que habían sufrido, los autores que tenían dificultad para escribir, los autores que escribieron una o dos obras muy buenas como Juan Rulfo. Cada uno de los ensayos de Federico Campbell son auténticas lecciones que uno puede seguir para muchas cosas”.
Otro de los amigos de Federico, el escritor David Huerta recuerda al tijuanense:
-“De un modo muy diáfano, muy claro, Federico Campbell fue el escritor de la ciudad de Tijuana, aunque no viviera en ella. Todo el tiempo estaba hablando de ella. Era el mejor articulista de México y uno de los mejores novelistas y narradores de México. Un hombre de una curiosidad intelectual, moral, histórica, política, enorme, de una conversación espléndida. Un tipo de primera. Lo voy a decir de otra manera, en México valía la pena vivir porque en México vivía Federico Campbell, de ese tamaño es mi admiración y cariño por Federico”.
Por su parte, el director del Centro Cultural Tijuana, Pedro Ochoa Palacio, indica que ya se prepara la estructura de lo que será la biblioteca Federico Campbell, justo en la parte alta donde actualmente se ubica la librería Educal en el vestíbulo de El Cubo, en el Cecut. También se prepara con Conaculta la edición de un libro que reunirá todos los artículos que el escritor publicó con el tema de Tijuana, “Regreso a Itaca”, y la reedición de Tijuanenses.
Finalmente, Silvia Campbell se refiere a la importancia de que los libros de su hermano sean ubicados en Tijuana.
-“No es Federico el que retorna, pues ya nos dejó. Pero sí deja en su colección su particular mirada a las letras. Una mirada culta y refinada. Una biblioteca selecta. ¿Y para qué este legado? ¿Por qué aquí? Sin la historia escrita que encarnan los libros, no tenemos memoria, ni referenciales, ni mitos, ni cultura. Seríamos los fronterizos como hijos pródigos que no retornan nunca a su tierra, ni encuentran una identidad propia por falta de lenguaje”.
*Periodista y editor cultural Tijuana.