Por Juan Cervera Sanchis*
ESCRITO
El aire escribe en el aire
y el agua escribe en el agua.
El sol escribe en el sol
y mi pluma vuela y canta
y yo juego con tu nombre
y tu nombre me acompaña
mientras yo escribo tu nombre
en el cielo de mi alma.
RIENDO Y JUGANDO
-cantarcillo-
En fin, nací y aquí estoy
y estaré hasta que me muera,
pero mientras viva quiero
sentir que estás a mi vera.
¡Oh tú, por quien vivo y canto
y escribo y sueño y quisiera,
cuando me muera, volver
-en caso de que haya vuelta-
e ir contigo de la mano
riendo y jugando a la escuela!
En fin, nací y aquí estoy
y estaré hasta que Dios quiera.
HOMBRE IMPERFECTO
Estoy hecho de errores y de traspiés constantes.
Me equivoco no se cuantas veces al día.
Corrijo y vuelvo a errar, y así es mi vida.
Soy el hombre imperfecto y el imperfecto hombre.
La perfección no va y nunca ha ido conmigo.
Las medallas de oro no colgarán jamás de mis solapas.
Soy medalla de barro y no me va lo heroico,
ni los hurras a coro de las obnubiladas multitudes..
Soy el hombre imperfecto. Estoy hecho de errores
y de traspiés constantes. Soy ese hombre oscuro
que a pie de calle piensa y canta y cree,
a pesar de tantísimos e incontables pesares,
en el hombre, ese hombre nuevo que nos anuncia
en cada niño Dios, aunque al paso del tiempo,
que todo lo destruye, acabe convertido en hombre viejo
y en una más de tantas y tantas decepciones del que quiso y no pudo.
Sí, Dios también se equivoca y corrige y corrige,
convencido que, al igual que tú y yo, Él, también,
aunque cueste creerlo, no es perfecto,
pues es la imperfección la causa de las causas
que rige la Creación, que se crea y se descrea,
inevitablemente, instante a instante.
*Poeta y escritor andaluz