Por José Gabriel Rivera Delgado*
Uno de los personajes más importantes y de gran interés en la historia de Tijuana es Ricardo Orozco. Este profesional de la arquitectura e ingeniería civil fue quien, en el año de 1889, elaboró el primer plano de Tijuana. A la postre dicho plano y siguiendo los lineamientos de Orozco se asentaría la actual ciudad de Tijuana. De ahí la importancia de referir algunos datos biográficos de este personaje así como de los sucesos que se dieron en los orígenes urbanos de Tijuana.
Apuntes biográficos de Ricardo Orozco
Nació en Colima en el año de 1841, pero de joven pasó a residir a la Ciudad de México a estudiar a la Escuela de Artes y Oficios, pero no los terminó y siguió sus estudios en ingeniería civil y arquitectura en la Academia Nacional de San Carlos. Los desarrolló con excelentes calificaciones, siendo becado durante sus cinco años, entre 1860 y 1865, graduándose el 15 de noviembre de ese año.
El joven estudiante Orozco perteneció a una de las primeras generaciones de la carrera de Ingeniero Civil y Arquitectura que en 1857 lo introdujo el profesor catalán, Xavier Cavallari. Se caracterizó en ser un alumno brillante y ganador de diversos premios durante las ceremonias de fin de cursos de los años de 1862 y 1863.
Don Ricardo al lado de muchos compañeros recién egresados de la Academia como Francisco Manuel Álvarez, Ignacio Dosamantes y Manuel Sánchez Facio, emprendieron diversos proyectos en forma conjunta en diversas partes del país.
También Orozco fue uno de los 35 socios fundadores de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, creada en enero de 1868. Una referencia curiosa al respecto es la anécdota que la idea y conformación de esta institución surgió en la casa del joven Ricardo Orozco, donde lo frecuentaban sus amigos.
De hecho, don Ricardo fue uno de los socios constantes en este organismo y se le menciona en diversas minutas de las sesiones que asistió entre 1868 a 1896, lapso en que perteneció y estuvo inscrito en la Asociación y que se plasmaron en los Anales de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México.
Entre 1869 y 1871, Ricardo Orozco fue Diputado federal al Congreso de la Unión representando a su estado natal de Colima. En ese sentido Orozco realizó un viaje en su calidad de diputado electo, visitando diversas ciudades de los Estados Unidos, en un trayecto que inició en San Francisco y finalizó en Nueva York.
En esa etapa política, Orozco fue uno de los 64 diputados federales “amigos de la Independencia y de la Libertad” pertenecientes al Partido Republicano Progresista, que postulaban a Sebastián Lerdo de Tejada como candidato a la presidencia de la República, en carta pública dirigida al general Porfirio Díaz, felicitándolo por el aniversario del triunfo de Puebla del 2 de abril de 1867. Entre los firmantes están José María Lozano, Manuel Romero Rubio, J. V. Villada, Emilio Velasco, Julio Zárate, José Marí Vigil, Eligio Ancona y Enrique Ampudia.
De igual manera, fue socio de número de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística así como de la correspondiente a la de Colima. En su trayectoria profesional fue muy dinámico, llama la atención su movilidad y presencia nacional durante 30 años, entre 1866 y 1896, porque participó en proyectos de obras públicas, construcción de caminos y de ferrocarril en distintas partes de la República Mexicana, como Colima, Manzanillo, Guadalajara, Ciudad de México, Orizaba, Veracruz y Oaxaca, Sonora, sin dejar de mencionar su residencia profesional en Baja California y sus poblaciones de Ensenada y Tijuana.
Pero su gran proyecto de vida fue la realización del proyecto del saneamiento y desagüe de la ciudad de México, que le llamó “El Proyecto Orozco”. En ese sentido, durante la segunda década del siglo XIX uno de los grandes problemas de salud pública de la ciudad de México fue el drenaje y las aguas estancadas que propiciaron la enfermedad del tifo. Por ello, don Ricardo como manera de solucionarlo realizó un estudio que lo planteó al Ayuntamiento de la capital en diversos momentos: desde 1879 a 1894, hasta que en este último año realizó la obra que benefició y solucionó la problemática en forma significativa a la sociedad capitalina.
Después de una fecunda vida y trayectoria profesional en los campos de la Ingeniería y Arquitectura en la República Mexicana, don Ricardo Orozco, falleció el día 22 de marzo de 1896, a la edad de 55 años de edad, en la Ciudad de México, víctima de un derrame cerebral, siendo depositados sus restos, después de un sentido cortejo fúnebre, en el Panteón Civil de Dolores.
A manera de ejemplo, más de 10 periódicos locales de la ciudad capital registraron la muerte de Ricardo Orozco, lo que permite señalar que era un personaje muy conocido y popular en el Distrito Federal. Todos los diarios lamentaron el deceso, las condiciones de su enfermedad y cabe destacar que hablaron muy bien de su trayectoria, integridad y legado profesional a la Ciudad de México.
Ricardo Orozco fue un personaje muy interesante, hombre inteligente, brillante, con cierto aire de aventurero, pero sin lugar a dudas visionario, innovador con gran capacidad de emprender nuevas ideas, proyectos e inclusive invenciones para solucionar problemáticas de su trabajo.
Ricardo Orozco y su papel en la historia de Tijuana
A lo largo de los 125 años de historia de nuestra ciudad de Tijuana, uno de los personajes más importantes de sus procesos históricos es Ricardo Orozco: quizá sea de los más mencionados pero el más desconocido. El ingeniero Ricardo Orozco fue quien en el año de 1889 elaboró el primer plano de lo que con el tiempo se convirtió en la ciudad de Tijuana. Él le llamó “Pueblo de Zaragoza” y la trascendencia de este documento fue que en él se plasmaron las manzanas, calles y avenidas de lo que hoy, a 125 años de distancia, es la Zona Centro.
De ahí el papel protagónico que desempeñó el ingeniero Ricardo Orozco en el surgimiento de Tijuana y su historia posterior. La referencia de este personaje en el ámbito local, es cuando en 1887 llegó a Ensenada, entonces capital de Baja California, con el cargo de inspector del Ferrocarril Peninsular y con el objetivo de la construcción de dicha línea férrea. Entre otros trabajos que desarrolló en Ensenada fue realizar algunas actividades solicitadas por el general Luis Emeterio Torres, entonces jefe político del Distrito Norte de la Baja California.
Una de las preocupaciones de Torres era mantener una vigilancia y conservar la soberanía de la isla de Guadalupe. Por tal razón les solicitó al señor Manuel Sánchez Facio y al ingeniero Ricardo Orozco que realizarán una visita al dicho lugar en 1888. Estando en Ensenada, el ingeniero Orozco fue contratado para prestar sus servicios profesionales por los descendientes de las familias Argüello y Olvera.
Entre otras actividades, el ingeniero Orozco realizaría la medición y el avalúo estipulados en el convenio de acuerdo de la familia Argüello. Una vez realizado esta acción elaboraría un plano para un fraccionamiento que dichos personajes proyectaban desarrollar. Así Orozco se elaboró el mencionado plano de Tijuana de 1889.
En ese sentido, el ingeniero Orozco desarrolló la medición y el avalúo del predio en cuestión: “Señores herederos del rancho de Tijuana. Por cuanto a que me han honrado con el nombramiento de árbitro de común acuerdo, para resolver en las cuestiones de medición y avalúo del predio de Tijuana […] he procedido a medir y valorizar las diversas superficies y clases del terreno considerando en la localidad los productos naturales de cada porción; a fin de poder dar el debido cumplimiento a los términos de la transacción, conforme al espíritu y a la letra de ese documento, cuyo mandato debo acatar en todas mis operaciones, con la imparcialidad y justificación correspondientes […]”.
Más adelante señaló que “doy mi opinión y dictamen sobre la resolución que he formulado y que tengo la honra de presentar, con los planos correspondientes”. A raíz de la elaboración del plano referido se inició el desarrollo urbano de Tijuana y así se manifestó en la compra venta de los predios que se fueron efectuando sobre lo que hoy se conoce como el primer cuadro de la ciudad.
En el transcurrir de las próximas décadas la población de Tijuana, sus habitantes y comercios, se van asentar siguiendo los lineamientos urbanos del plano que elaboró el ingeniero Ricardo Orozco.
Reflexiones acerca de la figura de Ricardo Orozco
El Ayuntamiento de Tijuana, a través de Instituto Municipal de Arte y Cultura y su coordinación del Archivo Histórico, desarrolló un proyecto de investigación en distintos archivos, bibliotecas, hemerotecas, mapotecas y fototecas de la ciudad de México, bajo la encomienda del historiador José Gabriel Rivera Delgado.
El resultado fue por demás importantísimo para la ciudad de Tijuana, pues en el marco del 125 aniversario de su fundación, se dio a conocer por primera ocasión al creador de su planeación urbana desde hace 125 años: en 1889, pues el Plano de Zaragoza, fue el contribuyó para definir la fecha oficial de fundación que data el 11 de julio de 1889.
Después de una búsqueda se localizaron interesantes documentos como notas periodísticas, cartas, contratos, imágenes, mapas, planos, croquis y otros elementos documentales, que nos ayudan a biografiar por primera vez a este singular personaje.
Sin duda es un gran logro para la ciudad de Tijuana que ahora se tenga ya documentado al ingeniero y arquitecto Ricardo Orozco como el padre de su inicio como asentamiento urbano. Con esta acción se está escribiendo una nueva página de la historia de Tijuana, jamás contada, nunca escrita en ninguna publicación. Esto, sin duda, es un gran privilegio en el marco del 125 aniversario de la Fundación de Tijuana, nuestra gran ciudad.
*Archivo histórico de Tijuana-IMAC
