Por Juan Carlos González*
Octavio Paredes, es un hombre de ciencia. Nacido en la comunidad de El Progreso, perteneciente al municipio de Mocorito, nunca ha negado sus raíces. Siempre que su muy apretada agenda se lo permite vuelve a su tierra, visita su rancho. Coincidimos en una de esas visitas y, en verdad, no encuentro las palabras para describir la emoción que percibí en su rostro cuando llegamos al jalón, mostraba un orgullo, alegría, apego. Pero también lo noté preocupado cundo llegamos a una casa que hacía las veces de biblioteca. Con elementos propios de la educación que él mismo había patrocinado y que los notaba un tanto en el abandono. De esto casi hace una década.
Ahora me entero de que este sencillo hombre de ciencia ha recibido un reconocimiento de parte de un organismo enclavado en los Estados Unidos que desde 1939 reúne a científicos implicados en el tema de la ciencia y la tecnología de alimentos.
El Institute of Food Tecnologists (IFT), o Instituto de Tecnólogos en Alimentos, a setenta y cinco años de su fundación, cuenta con miembros de casi todas las disciplinas relacionadas con el tema, impactando en más de cien países y es una voz autorizada para difundir importantes avances en este campo.
Volviendo al Doctor Paredes, de quien su imagen está plasmada tanto en el mural de la casa de la cultura, como en el de la presidencia municipal de Mocorito. Cuando relato esos murales destaco al hombre de abultados cabellos y me gana la arrogancia y lo presumo como «quizá el mejor científico de México» quien ocupó la presidencia de la Academia Mexicana de la Ciencia, organismo que agrupa a más de dos mil científicos mexicanos, entre otros logros.
Octavio Paredes se sigue encumbrando; la ciencia de los alimentos y el desarrollo de nuevas tecnologías en esta rama son, su campo principal de estudio. Comparte sus amplísimos conocimientos con muchos científicos desde el CINVESTAV (centro de investigación y estudios avanzados), en el IPN, en las cátedras en el extranjero a las que es constantemente invitado, en las muchas conferencias que imparte como miembro de diversas instituciones como la UNAM, el Colegio de Sinaloa, entre muchas otras.
El Institute of Food Tecnologists Fellow**.
Es el primer mexicano y el primer latinoamericano en recibir esta distinción como miembro del Instituto de Tecnólogos en Alimentos. Dicha ceremonia tuvo lugar, el 21 de junio de este año, en Nueva Orleans, en el congreso del IFT que convoca a cerca de 20 mil personas.
Se demuestra pues, que el mocoritense en un líder mundial de la ciencia y la tecnología de los alimentos y que cuenta con una amplia carrera científica. Por eso es que ha sido ganador de diversos e importantes premios y reconocimientos. Pero creo, que el hecho de ser hijo predilecto de la Atenas de Sinaloa, le debe representar una distinción que lo liga con su terruño.
Digo lo anterior, pues le escribí en un correo electrónico, en la fecha en que se dio a conocer esta buena nueva, para hacerle patente mi felicitación personal, me respondió de la manera siguiente:
Mucho le agradezco su mensaje y su amable felicitación.
Es un reconocimiento,…, a una carrera científica y técnica en esta área. Me he concentrado en desarrollar nuevos proyectos, en formar líderes científicos, en ayudar a algunas empresas, a crear nuevos grupos de investigación en diversos lugares de México (la Universidad de Sinaloa incluida), en otros países de América Latina y otras acciones a nivel mundial.
Hemos tenido mucha suerte. Le doy las gracias nuevamente y le extiendo un saludo muy cordial y aprecio su interés. Soy mocoritense con mucho orgullo y cariño a nuestro bello terruño.
Octavio Paredes
Esta es nuestra gente, gente que día a día se esfuerza por luchar por causas que impactan a nivel mundial y que nunca pierden su humildad y don de gentes. Así somos en Mocorito, tierra de grandes, tierra de todos. Felicidades Dr. Paredes, nos hace hinchar el pecho de orgullo con su quehacer. Enhorabuena.
*Maestro del área de comunicación y literatura