Por Jaime Cháidez Bonilla*
¿El periodismo es el oficio más antiguo?
Es difícil saberlo pero, seguramente, la comunicación física, rupestre, gutural, fue fundamental para el desarrollo de la vida en las cavernas, las tribus y las comunidades que se trasladaban en largos trayectos.
Humberto Musacchio – con 45 años de trayectoria- continúa en su empeño de registrar los últimos 200 años de periodismo nacional en el área cultural. Ya va en un segundo tomo de 3.
Son casi 600 páginas las que encapsulan el periodo de 1911 a 1960, 49 años de registro facsimilar. Por lo tanto, en la tercera parte nos enteraremos de lo sucedido en este último medio siglo.
No vivimos tiempos de optimismo en el periodismo cultural en México, eso es evidente. Me animaría a decir que los libros de Musacchio son una especie de acta de defunción de este género impreso.
En el imaginario futuro, el periodismo cultural será solamente visto en pantallas de distinto tamaño y/o escuchado en el nostálgico aparato radiofónico.
Posiblemente sobrevivan algunas revistas para la lectura del periodismo de largo aliento, pero los periódicos, las secciones culturales y los suplementos, simplemente serán referencias anecdóticas dignas de ser recordadas, quizás, en un cuarto tomo de esta serie.
Las publicaciones de “Mexico: 200 años de periodismo cultural” dejan en claro que en cada región del país estamos obligados a hacer lo propio, el rescate de la memoria cultural, la historia mínima de lo que se ha realizado en la prensa, radio, televisión, revistas y –ahora mismo- en las redes sociales. Rememorar, recuperar la historia periodística es elaborar un retrato hablado de lo que somos, lo que hemos sido.
En este segundo tomo, Humberto Musacchio nos lleva de la mano, década tras década, por la vida cultural de un país que se recupera de la Revolución mexicana y, lentamente, cicatriza sus manifestaciones artísticas.
Musacchio entiende como una fecha fundamental, la segunda mitad de los años 40, cuando Fernando Benítez le pide al poeta español Juan Rejano la renovación de los suplementos del diario El Nacional. Escribe Musacchio que La Revista Mexicana de Cultura fue el primer suplemento cultural moderno.
La década de los 50 es fundamental en el desarrollo del periodismo cultural porque suceden todo tipo de manifestaciones históricas: la aparición de El Laberinto de la soledad, de Octavio Paz, la presencia literaria de Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán y José Vasconcelos; la aparición de Carlos Fuentes y sus libros Los días enmascarados y La Región más transparente; por supuesto que es vital la edición de los libros de Juan Rulfo, El llano en llamas y Pedro Paramo.
Algunos jóvenes escritores comienzan a hacer ruido: Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco y Eraclio Zepeda.
En los 50, también, en el ámbito musical se escucha la obra Carlos Chávez, Candelario Huízar, Blas Galindo, José Pablo Moncayo y Luis Sandi. La danza – nos comenta Musacchio- vive su llamada “época de oro”; en el terreno de la plástica surge el aguerrido José Luis Cuevas, y se encuentran en pleno proceso de creación Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo.
La huella del cine en los 50 la dejan Luis Buñuel, con Los olvidados; Herbert J. Biberman con La sal de la tierra y Benito Alazraki premiado en Cannes por la cinta Raíces, mientras en el teatro están vigentes Salvador Novo, Rodolfo Usigli, Seki Sano e Ignacio Retes, y arriban Emilio Carballido y Sergio Magaña.
“Por supuesto, los 50 fueron también años de numerosas polémicas, lo que siempre permite apreciar el vigor cultural de una sociedad.
Con altibajos, en las décadas anteriores se había desplegado un amplio proyecto cultural que tuvo sus mejores frutos en esa década, la cual resultó culminación de un proceso. Los 60 vendrían a renovar casi todo”, nos explica Humberto Musacchio.
¿Es el periodismo el oficio más antiguo?
No lo sé, de cierto. Pero acudo a una frase de Gabriel García Márquez: «el periodismo es el mejor oficio del mundo».
Por ello, es importante conocer el trabajo que Humberto Mussachio realizado en estos 2 primeros tomos que recuperan 200 años de periodismo cultural en México, porque son una ventana que nos permiten observar la mejor cara de México, la vida cultural, las manifestaciones artísticas a través de los propios artistas, los intelectuales y los periodistas que han construido la memoria de un México bicentena.
*Periodista culutral.