Por Juan Manuel Veliz Fonseca*
En el marco del Festival Ayuntamiento-COBAES, veneración a los santos apóstoles Felipe y Santiago y los Voladores de Papantla. El 30 de abril de 1585, fue fundada la Villa de San Felipe y Santiago por los soldados españoles que escaparon de la Villa de San Juan de Carapoa (El Fuerte), eran soldados de don Pedro de Montoya que había muerto en ese lugar por defenderla. Ellos eran Antonio Ruiz, Juan Caballero, Tomás de Soberanes, Juan Martínez del Castillo, Bartolomé de Mondragón.
Con el propósito de resaltar la fundación de este asentamiento humano, considerado la joya del Petatlán por la importancia que tuvo con el trabajo de los jesuitas del Colegio de San Felipe y Santiago, la misión que irradió el noroeste del país. Fue en el año de 1994, cuando se realizó el primer festival Cultural Ayuntamiento- COBAES los días 27, 28, 29 y 30 de abril.
En su programa contemplaba desfile, música, teatro, danza, exposiciones, ecología, conferencias, deporte y fiesta popular. Primero se realizó un desfile popular por las principales calles de la ciudad, culminando en la Plaza Cívica Municipal luego de comenzar en lo que se conoce como “La Torre Vieja”.
Fue aquí en este vestigio histórico, el antiguo Colegio de San Felipe y Santiago, donde se llevó a cabo este festival, las palabras de bienvenida fueron por el presidente municipal Ing. Jesús Higuera Laura, mientras que la declaratoria inaugural fue a cargo del Ing. J. Antonio Malacón Díaz, director general de COBAES y la clausura corrió a cargo del Ing. Manuel de Jesús Valdez Acosta, coordinador de la zona 02; fueron cuatro días donde las familias “Sinaleyvenses” que se dieron cita a presenciar estos eventos culturales.
Después de realizarse de manera ininterrumpida el año 2010 se suspendió el Festival Cultural COBAES-Sinaloa de Leyva, ya que se prevenía un brote de influenza en todo el país. De allí en adelante hasta hoy 2014 se cumplen 20 años de este Festival y que hoy, gracias al esfuerzo de las autoridades municipales que encabeza el Lic. Aarón Verduzco Lugo, presidente municipal, y el coordinador del COBAES Zona 02 Lic. Wilfredo Véliz Figueroa nos brindan los días 29 y 30 de festival cultural, celebrado en la Plaza Cívica. Pocos días para una fecha tan importante.
El 4 de mayo la grey católica no quiso quedarse atrás y organizó su festejo por primera vez a los santos apóstoles Felipe y Santiago con un paseo de estas figuras religiosas de madera que datan del Siglo XVII, por las calles céntricas de esta cabecera, con danza de matachines dentro de la iglesia y evento cultural y kermés en la Plaza Cívica Municipal.
Muy bien por el padre Rodolfo Rolando “Fito” Gallegos Espinoza, padre Cristian Jesús Anaya Cárdenas y un grupo de jóvenes diocesanos. Al final el maestro Leocadio Véliz Buelna relató un hecho milagroso de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago que fue contado por su abuela y que fue afirmado por doña “Trini” Montoya de López: “En 1858, sucedió en aquella guerra entre liberales y conservadores entre los generales Ignacio Pesqueira y Manuel Márquez de León.
El primero venía desde Sonora a tomar la villa de Sinaloa, sus habitantes corrieron a refugiarse a la iglesia de San Felipe y Santiago, cuando el padre Ramón Monge pide ayuda a dos hombres y suben a los santitos, al techo de la iglesia, mirando hacia la parte norte rumbo al “Monte Alto”, de donde venían estas tropas, cuando de repente ven que Pesqueira se retira. Luego se enteran de que no tomaron la villa de Sinaloa porque divisaron un gran ejército y que era inminente su derrota. Este milagro de los santos apóstoles se viene comentando de manera generacional desde esos años. Vale la pena recordarlo.
El asunto no sólo quedo en eso ya que desde los días 1, 2 y 3 de mayo, contamos por segunda ocasión con la participación de los Voladores de Papantla, Veracruz, a un costado de la plazuela constitución, gracias al esfuerzo realizado por el profesor José Román Rubio López, dirigente de la COCYPS, los días 4, 5 y 6 de mayo estuvieron en la sindicatura de Naranjo, apoyados por el síndico Víctor Muñoz Cárdenas y Raúl Bojórquez López. La de Los Voladores, es una danza vigente desde el año 600 A.C., según la tradición se inició en una época de sequía y hambruna; los ancianos enviaron mensajeros y sacerdotes (voladores) a brindar ofrendas a los dioses y pedirles lluvia que fertilizara la tierra.
La integran: un caporal, Eladio García Villanueva, y los voladores, Jesús Jiménez López, José Enrique García Santés, Eucario Alfredo Bastián Lorenzo y Cirilo García Xchihua todos ellos de la región Totonaca.
Primeramente se clavó un mástil, de 16 metros de altura, con todos sus arreglos, a un costado de la plazuela Constitución. Se inicia el rito: el caporal marca el inicio de la ceremonia con la flauta y el tamborcito. Suben los voladores uno por uno y estando arriba se aseguran amarrándose perfectamente en cada lado del cuadro instalado en la punta del mástil; estas esquinas representan los cuatro puntos cardinales. Instalados los cuatro hombres, sube el caporal, que lleva la flauta y el tamborcito sujetos a la cintura; al llegar a la manzana (carrete) se sienta y dirige la mirada al oriente, invoca al sol tocando sus instrumentos. Después se inclina hacia atrás sobre su espalda mirando de frente al cielo, se dirige a todos los dioses pidiendo protección para quienes realizarán el vuelo.
El primer son se lo dedica al Oriente, el segundo al Poniente, el tercero al Norte y el cuarto al Sur. Cuando termina esta invocación, el danzante se pone de pie en la pequeña plataforma, se endereza y yergue majestuoso en esa altura dirigiéndose al Oriente e inicia su baile girando sobre la plataforma hasta quedar nuevamente frente al Oriente, siempre acompañado por la música y el “Son de los cuatro puntos cardinales”. Una vez terminado el rito, el caporal se sienta y los cuatro voladores, seguros dela protección divina se lanzan al vacío, girando a su alrededor. Concluye así esta ceremonia de Los Voladores de la región Totonaca. (Papantla, estado de Veracruz).
*Cronista de Sinaloa de Leyva
