Despedida de Héctor y de Andrómaca.
“A ella le dijo el gran Héctor, él de resplandeciente casco: En verdad, mujer, todo esto me afecta a mí también. Pero siento una terrible vergüenza ante los troyanos y las troyanas que arrastran sus túnicas, si como un cobarde, trato de mantenerme lejos del combate (…) Me preocupa (…) tu dolor, cuando alguno de los aqueos de túnicas de bronce te lleve prisionera, llorosa y te prive de la libertad. Y estando en Argos, tendrías que tejer a las órdenes de otra y llevar agua de la fuente, una y otra vez… y un duro destino pesará sobre ti.”
Homero, La Ilíada, Rapsodia VI
Por Juan Diego González*
Me enteré por el Facebook de la presentación de «Zapata ¿a dónde vas Zapata?”, libro de Aldo León, gran amigo. Por cierto que esta obra ganó el 2010, el concurso del libro sonorense género Dramaturgia. Sin embargo, por razones “de fuerza mayor” decíamos antes, se había pospuesto su promoción aquí en Cajeme.
Entusiasmados, mi mujer Claudia y yo, nos dirigimos a la Biblioteca Pública “Jesús Corral Ruiz” para acompañar el dramaturgo Aldo León. En realidad disfruté el evento, porque fue más bien íntimo y con una gran participación del público al momento de interactuar tanto con el autor como con los presentadores, quienes destacaron que uno de los méritos es que el escritor hizo una labor de investigación sobre los personajes revolucionarios que intervienen en la historia.
“¿Porque Zapata? podríamos preguntar: al final no es personaje capital en la revolución, no ganó las grandes batallas… pero es el personaje más conocido y sus ideas tuvieron más peso después de muerto… ¿Fue mártir? Si lo fue. Se vuelve una especie de icono para las futuras generaciones”.
Rigoberto Carrasco –uno de los presentadores- afirmó que el pueblo mexicano romantiza a sus héroes como lo hizo con Hidalgo, quien no logró nada en la Independencia. “Así es Zapata, no tiene logros bélicos pero no se puede entender la Revolución Mexicana sin su presencia”.
Con esta obra de teatro, Aldo León se da a la tarea de desmitificar al héroe, lo vuelve un ser mortal, sencillo, ¿sin ambición acaso? Sin las ideas que pueden construir una nación. “Zapata se vuelve de carne y hueso, un padre huérfano de hijos que murieron por la picadura de un insecto y también por la pobreza, afirma Josefa, la esposa de Zapata, quien adquiere voz y cuerpo para quejarse de la historia que le tocó vivir,” enfatiza el autor.
León, también explicó el retraso de la presentación –desde el 2010 a la fecha- a una serie de eventos desafortunados. Agradeció la presencia del público a la sala del semisótano de la Biblioteca Pública «Jesús Corral Ruiz».
Después al momento de las preguntas, un personaje del público -Florencio García- aseguró que «Zapata está vivo, en todos aquellos mexicanos que están dispuestos a tomar las armas para pelear por sus derechos, la Revolución seguirá viva mientras haya pobreza».
Aldo León contestó que de alguna manera coincide con sus palabras y actualmente trabaja en otra obra con esa idea, pero ahora los personajes son los revolucionarios sonorenses, quienes tuvieron una participación más decidida en el hecho armado que cambió la historia de México.
Ciudad Obregón jueves 20 de marzo de 2014
*Escritor y secretario de los escritores de Cajeme