“El centenario de Octavio Paz”
“Octavio Paz, como poeta nacido en México, tiene en México sus más despiadados y feroces detractores, a la par que sus adoradores más fanáticos. Ni una ni otra cosa le hacen bien a Paz. Negarlo tercamente es tan dañino como venerarlo. Octavio Paz no es un monstruo sagrado, es un hombre de una conmovedora sencillez” Efraín Huerta, “Aquellas conferencias, aquellas charlas.”
Celebramos el pasado 31 de marzo, el siglo de Octavio Paz, poeta, ensayista, intelectual mexicano reconocido en todo el mundo como una de las figuras de la literatura latinoamericana del siglo XX, para conmemorar su centenario, el universo de las letras ha realizado y realizará una serie de eventos que realzan su obra como patrimonio cultural de México y del mundo. También este 2014 otros escritores y personajes artísticos cumplen cien años, entre ellos Efraín Huerta, “El cocodrilo”, poeta y periodista que nos enorgullece que haya nacido en Silao, Gto. El 18/ VI/ de 1914, el mismo año del nacimiento de Pepe Revueltas y María Félix, señeras cúspides del arte nacional. Sobre la amistad Paz/ Huerta se han escrito todas las versiones posibles, algunas hablan de diferencias irreconciliables sin embargo Guillermo Sheridan escribe sobre el tema: “Vivían una exaltación que las crónicas juveniles de ambos reflejan: cada beso fundaba repúblicas liberadas, cada viaje hacia el interior de país conducía hacia historias profundas, cada película vista, cada poema escrito o leído era un paso más en la marcha hacia una urgente libertad social, política y sexual. Juntos, los dos jóvenes poetas se suman a la campaña para liberar a José Revueltas, remitido en mayo de 1934 a las Islas Marías acusado de practicar actividades antisociales por el gobierno de Lázaro Cárdenas. Juntos corren por las calles de centro (Ciudad de México) con la policía en los talones.”
En el libro publicado por la UNAM en 1983, con el título de “Aquellas conferencias, aquellas charlas, Efraín Huerta” con prólogo de Mónica Mansour que compila un “cúmulo de conferencias y charlas” del “Cocodrilo” en 1965 que sucedieron en el Instituto Cultural Mexicano, Huerta planteó: “Así este Octavio Paz, cuando es romántico, modernista y surrealista, cuando es pelliceriano y gramático- o crucigramático-; cuando nos recuerda a Manuel José Othón en el uso generoso de los Envíos- tan gratos a las reinas de los Juegos Florales; cuando el ámbito de Paz se inunda de soles, piedras, dioses, guitarras, putas y mariguanos; así nuestro Octavio que todo lo enaltece y todo lo multiplica-hombre que multiplica el pan de la poesía. Es hoy el alto mando de la poesía en México, es el poeta de las más fértiles vigilias, el hombre de la eléctrica angustia. Octavio ha cumplido 53 años. En estos segundos, en su lugar en su tiempo, es el más joven entre todos nosotros, sus más fieles contemporáneos; es el más joven entre los jóvenes, y el más poeta entre todos los poetas de su tiempo.” Efraín además de poeta es un hombre de opiniones certeras y generosas.
“Soy poeta, no sé hacer nada.” Octavio Paz
“Había un mundo para caerse muerto y sin tener con qué/ había una soledad en cada esquina, en cada beso; / teníamos un secreto y la juventud nos parecía algo dulcemente ruin; / callábamos o cantábamos himnos de miseria. Teníamos+ pues la negra plata de los veinte años. / Nos dividíamos en ebrios y sobrios, / inteligentes e idiotas, ebrios e inteligentes, sobrios e idiotas. / Nos juntaba una luz, algo semejante a la comunión, y/ una pobreza que nuestros padres no inventaron/ nos crecía tan alto como una torre de blasfemias.” Borrador para un testamento (dedicado a Octavio Paz) E H.
El 30 de marzo de este año, a los setenta y cuatro años, en Cuernavaca, Morelos, falleció Helena Paz Garro, heredera de dos talentos, Elena Garro y Octavio Paz. De las reales o supuestas divergencias de Helenita con su famoso padre, se han escrito y chismeado bastantes páginas, sin embargo la vida –solo ella- puede aclarar lo que sucedió en la relación familiar, QEPD una escritora con la cual terminó “la dinastía Paz” . El centenario del autor del Laberinto de la Soledad entró en un nuevo proceso cronológico, celebremos hoy y siempre al Premio Nobel de Literatura 1990, al hijo predilecto de Mixcoac, y dejemos como un homenaje las palabras premonitorias del dramaturgo Rodolfo Usigli escritas a finales de 1949: “ Octavio Paz tiene ante sí un largo camino. Si llegará a su término, si dejara de ser un buen poeta para convertirse en un gran poeta, si alcanzará a ser el gran poeta mexicano, es cosa que escapa a mis precarias dotes proféticas.” Usigli no se equivoco, leamos la obra de Octavio más allá de adulaciones y criticas lapidarias, el resultado de su trabajo literario es la mejor forma de conmemorar su cumpleaños cien.