—Yo sabía que habían sido muy buenos amigos pero no pensé que tan cercanos…
—Sí, mi querida María Elena… Tu mami fue alguien importantísimo en mi carrera… Su apoyo fue básico para muchos logros…
—¡No me digas! Dime alguno de ellos, por ejemplo…
—Hace muchos años, yo soñé con cantar y grabar la música de María Grever…
—Pero, mi mamá no conoció a María Grever… Ni mi papá…
—No lo sé… María Grever murió en diciembre de 1951 Lola comienza su carrera en 1953… Pero déjame terminar para aclararte lo que pasó con respecto a María Grever y tu mami… Yo insistía por todos lados en cantar su música y siempre me topaba con paredes que parecían infranqueables… Muchos amigos y conocidos me comentaban que esa música ya era obsoleta, que buscara algo de mayor actualidad…
—¡No te lo puedo creer, si la música de María Grever tiene una vigencia asombrosa!
—Pues así sucedía… El caso es que uno de los muchos programas a los que fui invitado y que tu mamá conducía…
—El estudio de Lola…
—Exactamente. Ese programa lo tenía a su cargo en la producción y dirección Mario De la Piedra como recordarás, aunque José Luis Cueto dirigía cámaras en el mismo allá en el legendario estudio “A” de televisa que, curiosamente, se llamaba “Estudio María Grever” y había un medallón de Bronce con la efigie de la compositora en la entrada al estudio…
—No me digas, eso no lo sabía… Es decir, sí recuerdo que ahí se hacía el programa, un estudio muy grande tipo teatro, pero no sabía que se llamaba María Grever…
—Pues el caso es que coincidía la fecha de salida al aire con el aniversario de la señora Grever y por eso se pensó, por sugerencia de Lola, en cantar todo el programa canciones de ella.
—Claro, lo imagino. Mi mamá era muy dada a darle su lugar a los compositores…
—Así es… Entonces me preguntó mi queridísima y muy admirada Lola Beltrán:
“¿Te sabes canciones de María Grever, m’ijo…?” “¡Uy, señora… Mi sueño ha sido desde que recuerdo cantar sus obras y llegarlas a grabar un día…” Revisando entonces el repertorio Grever, buscamos algunas canciones para que cantara ella, otras para ser interpretadas por mí y unas más para cantarlas a dueto. Lola Beltrán, Lola la grande, siempre alabó mucho mi voz y mi interpretación y al estar ensayando los duetos, la emoción se manifestó en el rostro de la gran intérprete de nuestra música tradicional y después de la grabación que resultó verdaderamente emotiva en la que comentamos muchas cosas acerca de la vida y obra de María Grever y Lola alabó mucho mi manera de interpretarla, Lola me sugirió… O más bien me pidió y cuando Lola pedía algo era casi una orden, que grabara un disco en homenaje a María Grever y que me prometía que lo presentaríamos en su programa “El Estudio de Lola” que era el más exitoso de la televisión mexicana en aquel entonces…
—Señora… He propuesto muchas veces a la disquera donde estoy grabando, que se haga la grabación de ese disco, pero no lo aceptan…
—¿Por qué… Están sordos o qué pasa con ellos?
—Pues me dicen que sus canciones ya son obsoletas y que a nadie le interesan más que como detalle histórico en nuestra música…
—Mira, m’ijo… Ve y diles que digo yo que necesito ese disco porque lo vamos a presentar en mi programa.
Días más tarde, me preguntó Lola qué había pasado. La respuesta había sido negativa. Definitivamente no les interesaba el disco con música de Grever. Al enterarse de la respuesta, Lola La Grande se indignó y me dijo: “No te preocupes m’ijo, déjame hablarles…” Días más tarde, me estaban llamando de la dirección de la disquera mencionada y me dijeron que se grabaría el disco bajo mi propio riesgo y que si no funcionaba darían por terminado mi contrato. Me enteraría de que Lola, mi siempre admirada amiga y compañera, en un gesto de apoyo que solamente ella manifestaba con sus compañeros cantantes, había dicho al director que si no me grababan el disco, no pasaría ningún artista de esa compañía en su afamado programa. El disco se grabó, y hasta la fecha, después de más de treinta años de publicado, sigue en catálogo. María Grever se convertiría en una especie de caballito de batalla en mi repertorio gracias al apoyo de Lola Beltrán.