Por Juan Diego González*
“El arte es una aventura que nos lleva a un mundo desconocido… Nuestra tarea como artista es hacer que la gente vea el mundo tal como lo vemos nosotros”.
Mark Rothko
Este año que termina fue un cúmulo de sorpresas y hechos maravillosos en mi vida, sobre todo cuando llegas a pensar en haberlo visto todo. Pero la existencia misma te abre los ojos a nuevas experiencias, como me pasó este miércoles 18 de diciembre, cuando asistí a la inauguración de una exposición de murales, realizados por adolescentes.
La cita fue en el café “Los chanates” de Cócorit (La casa de adobe) en el corazón del legendario pueblo que hace más de un siglo tuvo de presidente municipal el bravo guerreo yaqui “Cajeme” o como decimos en castellano José María Leyva. En realidad, esa tarde mis intenciones eran disfrutar la exposición, pero una vez se hizo el corte del listón por la maestra Ebeth Roldán Pérez, las obras de arte me atraparon y el reportero salió a escena.
La instructora Roldán Pérez me explicó que la exposición es resultado del taller impartido gracias a la beca del Programa de Desarrollo Cultural Municipal en Sonora, realizado en la misma Casa de Adobe.
“El taller fue de dos meses, entre 4 y 6 horas a la semana. Fue dirigido a estudiantes de secundaria y los expositores presentes fueron los más constantes. El objetivo era tener un acercamiento al arte y en específico, al muralismo mexicano. Me siento orgullosa de su trabajo porque vi cómo se esforzaron. Y ahorita es el momento que la gente lo aprecie.”
Antes de la entrega de diplomas a los jóvenes Narda C. Chávez, Andrea L. Echeagaray García, Brenda G. Huerta Urías, Ricardo Álvarez Cortejo, Roberto Fernando Reyes y Jesús Daniel Ríos Calderón, se aplaudió a su dedicación y disciplina.
“Ellos tienen una necesidad de dibujar y pintar, siento que tienen futuro. De verdad me sorprendido
el talento, sobre todo por la edad, digo están en secundaria todavía” expresó con gran entusiasmo su maestra Ebeth.
También entrevisté a dos de la noveles muralistas, por ejemplo, Andrea L. Echeagaray García., quien tiene 14 años y cursa segundo secundaria me comentó que su obra intenta mostrar cómo un hombre concibe a la mujer. “Por eso está arriba observando. Cada mujer está en una torre según su clase social es el material. Me gustó porque desde que pinto he querido hacer un mural.”
Por su parte Narda C. Chávez, tiene el arte en sus venas. Hija de la pintora y escultura Eda Chávez –ya entrevistada para La Voz del Norte en números anteriores-, quien fue su primera maestra. Ahora Narda ya quiere elevar el vuelo y tener su propio nombre en la historia del arte en el Noroeste de México.
Con cierta timidez pero segura de sus palabras me explicó que su mural no tiene nombre porque se le dificulta atrapar en palabras las imágenes plasmadas en color. Su obra es un óleo sobre tela de 3 mts de largo por 2 mts de ancho, las dimensiones de una pared. Como están montados en un bastidor tiene la posibilidad de moverse y llevarse a diversas partes. En sentido estricto del término dejan de ser murales. La experiencia del taller es recuperar la pintura de grandes proporciones. Su obra es una iguana que camina en una difusa superficie de figuras geométricas.
“Siento que las formas geométricas hacen resaltar a la iguana, lo común sería verla en un árbol o una pared. Un artista busca salir de lo cotidiano, romper con lo ordinario, con la ya visto. Se trata de ser original”.
Ya había tomado cursos con mi mamá Eda Chávez –me dijo orgullosa- y de verdad me gusta hacer esto. “Cuando lo hago, me emociono tanto que me olvido de todo a mi alrededor… ahorita tengo 14 años y me da gusto haber terminado… pero sobre todo, que me haya gustado el resultado, de lo contrario, estoy segura de no haber expuesto”.
“Estoy feliz de ver a mi familia, aquí conmigo, a mis amigos del taller… espero que la gente vengan a observar los cuadros y disfrutarlos… el arte te cambia, eso es seguro.”
Esta exposición de pintura en estilo muralista nos habla del arte joven en Cócorit, pero también del compromiso de las autoridades de seguir con el apoyo para estos jóvenes y para tantos otros, que sólo requieren un empujoncito para darse a conocer y mostrar su maravillosa visión del mundo.
*Escritor, docente sonorense y Representante Legal de escritores de Cajeme A. C.
Es muy cierto pero la sociedad por desgracia usa lentes y esos lentes son oscuros