Por Pablo Gastélum Castro*
La navidad significa natividad, es decir, un nacer o renacer de nosotros mismos, del niño que llevamos dentro, una criatura libre de crítica, temor, culpa y resentimientos, ya sea para sí mismo o nuestros semejantes; en una palabra un ser que perdona y se perdona.
Al quedar libres de esas “cargas” nos quedan espacios en nuestro interior, que en la oportunidad de meditar bien podría caber cualquier cantidad de amor que pudiéramos darnos y ofrecer, mismo que se manifestará en las diversas oportunidades que tengamos de favorecer alguna situación y tratar de servirnos y servir en busca de la ansiada felicidad, para al final encontrar la paz que nos permitirá alcanzar nuestros objetivos en la realización de la misión de vida.
Así pues, meditemos esta noche y todas las noches en la oportunidad que nos brinda la vida de renacer en lo mejor de nosotros mismos.
¡Feliz Navidad!
*Notario Público.