Por Alberto Ángel “El Cuervo”*
Había llegado a Celaya por la mañana… Llegué directo al teatro… Pero al ver que el ensayo apenas daba señales para comenzar, le pedí al Maestro Arpero me guiara alguien al hotel que me había sido asignado… Una vez que me instalé, regresé al Auditorio Tres Guerras, bello recinto a la altura de los mejores del orbe y un orgullo de la ciudad de la cajeta pero no en el sentido en que los argentinos lo dicen sino por ese dulce tan mexicano y delicioso. Cabe mencionar que el nombre del Auditorio es debido a un arquitecto orgullo celayense de nombre Francisco Eduardo Tresguerras. Nace este célebre personaje de la historia de nuestro país, en la ciudad de Celaya en el año de 1745 aún durante el virreinato de la Nueva España. Hijo de Español y nacido en México, el arquitecto criollo fue bautizado en la Catedral celayense y como sucede con muchos jóvenes nacidos bajo la ideología católica, creyendo tener vocación religiosa viaja a la Ciudad de México para entrar a un monasterio pero pronto cambia de opinión dándose cuenta del error en el que hubiera caído. Comienza trabajando como artista plástico en la pintura, el grabado y la escultura. Pronto se interesa por la Arquitectura y solicita licencia para trabajar como Arquitecto. Ahí es donde Tresguerras se encuentra con su destino. La Fuente de Neptuno que se encuentra en la Ciudad Museo de Querétaro, fue su primera obra. Así, en toda la región comenzó a mostrar su talento arquitectónico siendo el autor de el primer monumento que conmemoró la consumación de la independencia. Por cierto, el Arquitecto Tresguerras, fue hecho prisionero debido a su simpatía con el movimiento independentista. Si visitan Celaya, obligadamente verán la Iglesia de El Carmen que es considerada como la mejor obra de este Arquitecto cuyo título fuera expedido por la Escuela de las Tres Nobles Artes de San Carlos. Pero volvamos ahora a la Celaya del teatro y la revolución…
El Maestro Juan Manuel Arpero, talentoso músico Guanajuatense había escrito la obra Pancho Villa… El Musical. Su talento se puso de manifiesto una vez más. Alumno de Rafael Méndez,el considerado mejor trompetista del mundo, se ha dedicado la vida entera a prepararse y devolver el talento que le fue otorgado. He tenido el honor y el placer de trabajar bajo la batuta del Maestro Arpero en muchas ocasiones. Desde aquella inolvidable misa en que su ensamble de metales y cuerdas me hizo favor de acompañarme en Cholula hasta conciertos con orquestas sinfónicas que el propio Maestro ha formado en su ardua y constante labor formadora de músicos y grupos orquestales sinfónicos en nuestro país. Así, por ejemplo, realizamos aquel inolvidable concierto en el auditorio de La Reforma en Puebla cuando el Maestro dirigió la Orquesta Sinfónica de Puebla que él mismo fundara y que aquel patético gober precioso malamente recordado, desbaratara argumentando que para él lo importante eran cosas como el futbol y no orquestas sinfónicas. Cómo no recordar también con gran emoción, el concierto acompañado por la Banda Sinfónica dirigida por el Maestro Arpero en el marco del Festival Internacional Cervantino cuando el talento de este enorme músico mexicano se hace sentir una vez más reuniendo una orquesta monumental con músicos de aliento de las bandas populares y motiva la emoción de los miles y miles de asistentes a la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato al exponer, como siempre, nuestra música tradicional elevándola al lugar de respeto que se merece… Insisto: Es un gran privilegio trabajar bajo la batuta de este talentosomúsico mexicano Juan Manuel Arpero. Nace el Maestro en el pueblo de Villagrán, Estado de Guanajuato y a los 6 años de edad, comienza su formación musical bajo la instrucción paterna del Maestro Felipe Arpero siendo parte de la banda de su pueblo, una verdadera tradición musical. Mostrando su gran talento desde la infancia, llega a dirigir la banda a sus apenas 12 años de edad. Pero no conforme con todo ello, Juan Manuel Arpero busca una mayor preparación y emigra, como tantos jóvenes, a la Ciudad de México para inscribirse en el Conservatorio Nacional de Música donde se convierte en alumno de los célebres Felipe León y Jim Thompson. Poco a poco, el joven Arpero va relacionándose en su afán, en su sed de preparación y así llega a Los Ángeles, California para finalizar sus estudios de técnica e interpretación musical con los célebres Maestros James Stamp y Rafael Méndez. Orgullo mexicano este último, debo insistir una y otra vez que fue considerado el mejor trompetista del mundo. También estudia el Maestro Juan Manuel, dirección de orquesta con Jony Steshko y armonía moderna con Paul López. El periplo formativo del gran músico guanajuatense, continúa ahora en el viejo continente donde toma clase de técnica de boquilla circular en Francia con el Maestro Maurice Benteríapara regresar posteriormente a nuestro país estudiando con el talentosísimo Maestro Humberto Hernández Medrano armonía y dirección de orquesta con el Maestro Francisco Savín. Debo mencionar aquí, que fue el Maestro Savín elprimer director con quien tuve el honor de cantar acompañado de una Orquesta Sinfónica, la Orquesta Sinfónica de Xalapa cuando canté el tenor de la Novena Sinfonía de Bethooven.
Como concertista, el Maestro Arpero también ha hecho una gran carrera. Se ha presentado en países como Alemania, EEUU, Argentina, Francia y desde luego en todos los grandes escenarios de nuestro país tales como elPalacio de Bellas Artes de la ciudad de México. El talento musical de Arpero, no es solamente en la parte técnica, habría que mencionar la interpretación a nivel excelencia que realiza siempre que se le escucha tocar la trompeta o el Bugle… Y digo siempre porque no se remite a interpretar de esa manera sólo cuando el concierto lo amerita sino en cualquier momento en que tome su instrumento y deje brotar verdadera música celestial emocionando al escucha sin poder evitarlo… Como ejemplo de ello, una ocasión, a la hora del descanso en un ensayo con la orquesta sinfónica que él dirigía, el Maestro haciendo tabiques para descansar, tomó un estuche y sacó de él su Bugle… Primero pensé que sacaría algunas partituras que faltaban de ensayar, después que haría algunas reparaciones o labor de limpieza al finísimo instrumento. El Bugle, para quien no lo sabe, es un instrumento de la familia de los metales que surge como parte de aquellos utilizados por los militares para dar órdenes. Originalmente no tiene llaves o válvulas por lo que fue limitado en su ejecución musical. Posteriormente, debido a su sonido melancólico y profundo, surge un Bugle con válvulas para poder incorporarlo a la llamada música artística como el Bugle de Besaglieri que tiene una sola válvula o pistón o el llamado Bugle à Clefs (Bugle de llaves) que se utiliza comúnmente en la actualidad como parte de la música sinfónica y popular en su caso. Pues volviendo al relato, el Maestro Arpero, sacó el Bugle del estuche, realizó un par de movimientos de calentamiendo para la digitación en las válvulas y comenzó a tocar el bellísimo concierto de El Carnaval de Venecia… Las personas que quedábamos en el Teatro guardamos silencio absoluto… El Maestro Arpero avanzó a procenio… Era un verdadero recital en aquel solo improvisado que conmovió el alma de todos los presentes… Entendí en ese momento, el por qué miles de jóvenes trompetistas en México y muchos lugares del mundo darían lo que fuera por asistir a clases con este excelso músico orgullo de Guanajuato, de México y del mundo entero que tanto ha aportado al arte musical a lo largo de tantos años de carrera… Ahora, pondríamos en escena un musical escrito totalmente por el Maestro Arpero. Un musical dedicado a uno de los más enigmáticos y mágicos personajes de nuestra Historia… Donde quiera que vayamos alrededor de la Tierra, cuando la gente se entera de que somos mexicanos, siempre surge en algún momento de la plática la figura de Pancho Villa… Bandido, héroe de la Revolución Mexicana, abigeo, ladrón, benefactor, cruel, bonachón, solitario, inteligente, gran estratega, tramposo, etc. Todos los apelativos que pudiéramos imaginar fueron adjudicados a este mítico personaje de la Revolución… Para conmemorar el Bicentenario de esta justa, fue encargado al Maestro Arpero escribir el musical. Una labor de muchos meses de investigación apoyado por historiadores de gran prestigio como José de la O y realizando labor de trabajo de campo, permitieron al Maestro realizar una obra totalmente apegada a la realidad más allá de toda la magia narrativa alrededor de Villa… Ahora me pedía Juan Manuel participar en una actuación especial haciendo el espíritu de Villa, una especie de Super-yo que acompaña a Villa en sus reflexiones. De mil amores acepto y viajo a Celaya para lo que será la primera puesta en escena con mi participación.
Salí a escena y al comenzar mi parlamento el aplauso interrumpió la actuación… Normalmente así sucede, la gente manifiesta su afecto y reconocimiento al actor que irrumpe en la obra en turno. Pero no deja de ser una emoción bella el que vuelva a suceder. Yo representando al espíritu de Pancho Villa y la gente de Celaya como siempre entregada en su amabilidad. Ahí se dieron cita los personajes allegados al Centauro del Norte… El General Medina Veitia, El General Rodolfo Fierro, las soldaderas y el General Felipe Ángeles, quien debe ser considerado como un pilar, artífice de muchos de los triunfos de Villa en la Batalla. Todos ellos representados por muchos talentosos jóvenes de voces privilegiadas: Luz Alicia Ávila, Alfredo Carrillo, Gregorio, Hevert Nahú en la coreografía, el Padre Jorge Zapatero en producción y la ardua labor de coordinación a cargo de Alejandra Narváez. Un honor, Maestro Juan Manuel Arpero haber participado una vez más bajo su dirección.
En el día de aniversario de la muerte de Felipe Ángeles y aún envuelto en el personaje de el espíritu de Villa.
*Cantante, compositor y escritor.