Por Faustino López Osuna*
Ya he contado cómo, auspiciado por amigos en Culiacán, de pronto me vi en la posibilidad de que se grabaran profesionalmente mis primeras canciones, por don Luis Pérez Meza, en febrero de 1981. Que la grabación se suspendió por el estado de salud del Trovador del Campo y que, lamentablemente, quedó inconclusa por su fallecimiento en junio del mismo año, en Guasave. Que decidí escribirle un homenaje póstumo en verso, mismo que utilicé para completar el programa de los discos de entonces, llamados de larga duración, sacando mil quinientas copias para los amigos que sufragaron los gastos, realizándose la maquila en la ciudad de México, en Discos Capitol.
Desde las primeras grabaciones de la Tambora en 1952 y 1953 por las Bandas Los Guamuchileños de Culiacán y El Recodo de don Cruz Lizárraga de Mazatlán, y las subsiguientes, no se habían vuelto a grabar nuevas canciones sinaloenses, irrumpiendo aquella grabación, inconclusa, con apenas seis composiciones, sin marca comercial, con la Banda Tierra Blanca de Culiacán. Entonces operó algo inusitado: manos solidarias anónimas empezaron a hacer llegar el disco a radiodifusoras de Los Mochis, Guasave, Culiacán y Mazatlán, incluida Radio UAS, que lo tocó muchos años en su programa diario de las seis de la mañana. Y, entre otros importantes articulistas, le dedicaron elogiosos comentarios en planas enteras en Noroeste, don Pablo Lizárraga Arámburo y don Adrián García Cortez y, en El Debate, el gran bohemio José María Figueroa.
Mi cuñado, ya fallecido, don Carlos Valero, incansable, lo llevó en propia mano a radiodifusoras del puerto. Así fue como lo tuvo el radiodifusor Juan Manuel Rincón Quevedo y, desde su posición administrativa, lo proporcionó al director artístico de Los Intocables del Norte, quienes, después de su éxito ´Catarino y los rurales´, en mazurca, dieron con ´También las lluvias se van´, ranchera, en mazurca también, para una nueva producción que realizarían en Monterrey, Nuevo León, para discos RCA. Rincón Quevedo tuvo la generosidad de proporcionar igualmente al director artístico de Alberto Vázquez, ´El cosalteco´, casualmente en el mismo ritmo de mazurca, para una marca de Televisa. Los Intocables del Norte incluyeron en su disco, la ranchera ´Qué caso tiene´, misma que, al escucharla Los Cachorros de Juan Villarreal en el estudio de Monterrey, la grabaron en ritmo de redova para Discos Balboa.
Con las compras de unas empresas disqueras por otras, la ahora japonesa Sony BMG terminó adquiriendo parte de RCA Víctor mexicana, figurando en aquella la colección de tres discos de Los Intocables del Norte, cuyo segundo volumen abre con ´También las lluvias se van´. Ahí aparece, igualmente, ´Qué caso tiene´.
La dichosa mazurca, que por cierto en la grabación original de don Luis Pérez Meza éste me pidió que la grabáramos a dueto los dos, ha tenido múltiples intérpretes: Los Cardenales de Durango, la Banda Pequeño Musical, El Chalinillo dos veces: en Norteño y con Banda, Banda El Limón y, más recientemente, Julión Álvarez.
Con el tiempo, Los Intocables del Norte grabaron, para otra marca de discos, ´En la vida y en la muerte´, tema cuyo nombre me fue sugerido por don Ramón López Alvarado. Luego, en aras de permanecer en el mercado a cualquier precio, tuvieron que afrontar el vendaval de las grabaciones con Tambora, sacrificando su clásico sonido norteño, al disminuir la presencia del formidable acordeón, naufragando entre las destempladas armonías metálicas de la Banda. Ojalá recuperen, con calidad, el color de sus grabaciones sin Tambora.
*Economista y compositor.