Por Juan Carlos González Gastélum*
Mocorito, hermoso Jirón del estado Sinaloense, tiene enormes raíces prehispánicas, testimonios hay muchos al respecto, pues son diversos los autores que dan cuenta de ello, además los archivos históricos y las crónicas de la conquista así lo asientan.
Fue Sebastián de Evora quien, después de un vertiginoso viaje desde lo que hoy es Culiacán, llegó y se asentó en lo que después fue su encomienda, por ello la bautizó con su propio nombre aunque hoy la conocemos como Misión de San Miguel de Mocorito, por cierto, la fecha de su fundación es a finales del año de 1594.
Este asentamiento, como la gran mayoría de los pueblos formados en esa época, tiene su casco arquitectónico, en el que resalta la construcción del templo de La Inmaculada Concepción, la cual por cierto refleja diversas etapas en su estructura, pues eso lo podemos constatar al observar cantera, vigas y adobes.
Fue Mocorito una tierra próspera en materia de economía. La minería dio ese brillo al explotar minerales en Palmarito, Magistral, Bequillos, Bacamacari, en los que había cobre, plata y oro. Debido a lo anterior es que podemos apreciar construcciones que reflejan la arquitectura de los siglos XVIII, XIX Y medianías del XX.
Pero Mocorito no sólo es arquitectura. Hay también otras bondades, como sus sindicaturas las cuales vuelven un centro poblacional con diversidad en costumbres, tradiciones, leyendas y sobre todo una gastronomía muy rica.
No puedo dejar de mencionar como de las sindicaturas del Valle y Cerro Agudo se exportan los mejores cacahuates, dulces de caña y otras delicias. Rosa Morada, es conocida mundialmente gracias a que fue el lugar de donde salieron lo muy famosos Tigres del Norte, por la región sur, Pericos es la sindicatura más importante, tierra de hombres y mujeres de muy buena cepa, además de sus ricos y famosos tamales, las muy tradicionales delicias como las incomparables mestizas y otros productos salidos de los hornos de tierra a los que se les imprime algo de amor.
Sin lugar a dudas, La comida es un rasgo cultural en las tradiciones de los Mocoritenses. La buena fama de los productos que ahí se elaboran ha recorrido no sólo el Estado, sino trascendido a nivel nacional e internacional: el chilorio, chorizo, la machaca, las palomas y el jamoncillo hacen que la visita a este pueblo se convierta en un hermoso paseo.
Este texto es más bien un pretexto para incluir, sin lugar a dudas a los tres grandes de Mocorito, tres héroes que han trascendido el espacio de la historia y de las contribuciones a esta tierra. Solamente tres encumbrados por sus acciones, su entrega y su visión de una mejor sociedad.
Desafortunadamente, a Doña Agustina Ramírez, quien su pasión por México la llevó a desprenderse de sus vástagos para que sirvieran a la patria durante la Reforma, durante la intervención francesa, de igual manera al segundo Grande de los héroes de mi tierra es el general Rafael Buelna Tenorio, quien por sus hazañas ha sido, en cierto sentido, difuminado en la historia de la Revolución Mexicana. Dotado de una inteligencia que demostró siendo un niño en la escuela donde curso su educación primaria, ni a Don José Eustaquio Miguel Dolores Buelna Pérez es haber fundado en el año de 1873, en el puerto de Mazatlán el Liceo Rosales, nombrado así en honor de Antonio Rosales; este liceo, se ha transformado en diversos momentos de la historia y hoy lo conocemos como Universidad Autónoma de Sinaloa, hoy por hoy la quinta más importante, pues alberga en sus aulas y en su muy diversa oferta educativa a más de un centenar de miles de jóvenes del estado, de varios rincones del país e incluso del extranjero. Se le ha dado el reconocimiento que creo merecen.
En el marco cultural, a la ciudad de Mocorito se le denomina como la Atenas de Sinaloa por las aportaciones de sus hombres y mujeres, como el Dr. Enrique González Martínez, que en el pasado contribuyeron a darle lustre, y en el presente, los actuales hijos de esta noble población, conservan y promueven sus tradiciones más allá de su entorno regional.
En este año se cumplen 419 años de la fundación de Mocorito, desafortunadamente, las inclemencias del tiempo, pero sobre todo la solidaridad de nuestra Presidenta, han tomado la decisión de no llevar a cabo las celebraciones, las cuales, desde la Fundación Grupo ANJOR, la Asociación Civil Dr. josé Ley Dominguez, la Casa de la Cultura Dr. Enrique González Martínez y El Centro de Desarrollo Cultural Casa Peiro y otras entidades, han organizado algunos actos, para no pasar desapercibido este importante momento.
Así es Mocorito, siempre mirando adelante, sin perder la herencia y las raíces que sostienen a esta tierra, la Atenas de Sinaloa, en la que el lustre de sus hombres y mujeres es sin igual.
*Docente UAS-Mocoritense.