Por Pablo Gastélum Castro*
Saliendo de la Ciudad de El Fuerte, Sin., rumbo a Creel, en el Ferrocarril Chihuahua- Pacífico, más conocido como CHEPE, en la estación del poblado Hoyanco, misma que se localiza a unos 5 Km. de El Fuerte, aproximadamente a las 8.30 de la mañana se aborda dicho tren, el cual lleva además carro comedor y otro de Bar bastante cómodos y con buen surtido de platillos y vinos; entre pláticas y juegos de mesa, además del hermoso paisaje que se va disfrutando: Presa del Maune, denominada Luis Donaldo Colosio, al margen del Rio Batopilas que corre por entre bosques de hermosos pinos, abetos y cipreses; así como duraznos, manzanos, membrillos y muchas otras variedades; después de recorrer unos 300 km. en 5:00 horas, se llega a la estación Barranca del Cobre, en el Hotel Mirador, del consorcio Balderrama.
(El trayecto total hasta Chihuahua es de 650 Km con 3.6 kms. de puentes, 17 Km. de túneles y una altura promedio de 2,275m.).
En esas inmediaciones está La Cascada de Basaseachi de 246 m, segunda más alta en el territorio nacional; hay un punto donde se observan las Cañadas del Cobre, Tararecua y Barranca de Urique, esta última con una profundidad de 1879 M.; en el área conocida como Candameña se puede contemplar una gran roca en forma ovalada, que estimo sea de 1 Ton., denominada “Piedra Volada”, que en el extremo de vértice de un acantilado es factible moverla con el peso de un ser humano, lo que representa algo de riesgo dada la altura y posición de la misma; sólo algunos valientes se atreven a bornearla. Otra belleza más es “La Peña Gigante”: roca de 885 M., que se levanta cual si fuera un guato de cardones queriendo alcanzar el cielo.
También tenemos para admirar una magnífica obra de ingeniería en proceso que lo es un teleférico que pasa a través de la inmensa barranca que lleva por nombre Barranca del Cobre y que toma el nombre por el color cobre que se advierte al chocar los rayos del sol con el musgo, líquenes y unos arbolitos denominados manzanitos. Los nativos de la región reciben el nombre de Tarahumaras (Raramuris entre ellos), que quiere decir “Los Pies Ligeros”, son agricultores seminómadas, no muy integrados entre sí, ya que de una comunidad a otra hasta sus festividades varían. Son poco dados al trabajo y al parecer son las mujeres las que llevan el peso de la familia, siendo estas unas magníficas tejedoras, elaborando unas cestas y otros objetos en fibras multicolores muy bellas.
Fantaseando un poco se advierte en la serranía al otro lado del Rio Urique, “cerros cual carpas de Moros hasta con fleco, batallones de Nibelungos y mamelucos, de las huestes del Sátrapa Abu-Sadí–Simo, dispuestos en orden marcial, frente a Morros y Castillos de este lado del río, mismos que cuentan con almenas y troneras para la defensa de la integridad de su señor feudal el Cruzado y beatísimo Don Rolando de la Cruz, con batallones emergidos de rocas escurridas y caminos que los conducen a su encuentro, que los son los arroyos. Apartados de esta escena un grupo de monjes con sus hábitos y capuchas oran en peregrinación al monte más alto, en el cual se encuentra una capilla del clásico estilo barroco con arcada ojival, que la disposición rocosa y la erosión han fabricado para agasajo de los visitantes”.
Por otra parte siguiendo el cuento vemos en los valles alfombras verdes estampadas con florecitas amarillas, rosas y blancas rematadas en algunos extremos con decoraciones de cercos con ganado vacuno, caballar o bovino; así también casitas de madera con sus chimeneas. Todos estos paisajes aderezados con una brisa que nos trae olores a pino, hierbas aromáticas y tierra mojada. La cosa no termina allí, en esas inmediaciones pasea uno por formaciones de piedra que adoptan figura de platillos voladores, naves espaciales, ranas, iguanas, elefantes y muchas figuras más que alimentan la fantasía de los turistas y viajeros que tenemos tal fortuna, para recrear historias y cuentos de abuelitas.
Otra más: Por las tardes suele llover con más fuerza que la intermitente que acompañan al día y la noche. Entonces cuando cae algún rayo, esas rocas escurridas se transforman en órganos que le dan sonoridad a los estruendos provocando un eco que a los minutos seguimos disfrutando su sonoridad cual si fuera un mensaje celestial de fuerza y vigor divino, que integra al cielo con esos parajes serranos.
Huelga decir que la comida y bebidas toman una connotación muy especial: La sopa caliente, el café y el chocolate, el pan, para rematar con bebidas con base de alcohol que son un verdadero compañero para dar rienda suelta a todo lo que en esas latitudes se puede disfrutar. Amén.
*Notario Público
NOTA: El teleférico, a estas fechas, ya está concluido y
tiene más de dos años funcionando. 25 de Julio 2013.