Por Sofia Mireles Gavito*
Izapa es la zona arqueológica más grande sobre la planicie costera del Estado de Chiapas y se encuentra situada a 10 kilómetros de Tapachula sobre la carretera internacional a Talismán al sureste del municipio de Tuxtla Chico. Se fundó sobre la margen derecha del pequeño río Izapa, un tributario del río Suchiate. Izapa está constituida por unas 160 estructuras, entre montículos, plataformas y terrazas dispuestas alrededor de plazas y patios, pero sin ordenamiento ni trazo, en una superficie de 127 hectáreas. La mayoría de los monumentos de Izapa, tallados o lisos, tienen una función calendárico-religiosa.
Izapa se inició desde el periodo preclásico temprano y abarcó hasta el postclásico. La ocupación del sitio parece haber abarcado un lapso aproximado de 2,500 años. Su población era de la etnia mixe-zoque y recibió influencia olmeca y tolteca. Hasta el año del 2012 habían sido descubiertos en Izapa 89 estelas, 91 altares, 3 tronos grandes de piedra con cuatro pies y con decoraciones de cabezas humanas u otras figuras en el borde del asiento y 71 monumentos misceláneos, es decir, un total de 254 monumentos; de los cuales la mayoría se encuentran labrados. El monumento Número 91 se encontró a finales del 2011, es una escultura con la representación de un jaguar, con las patas delanteras y traseras flexionadas como si estuviera echado. Tiene 1.38 metros de largo, por 87 centímetros de alto y 52 centímetros de espesor.
Su arquitectura cívico-religiosa resulta particularmente importante, pues aquí se encuentra la pirámide mesoamericana más temprana. La riqueza escultórica de Izapa consiste principalmente en estilos trabajados en bajorrelieve. Por lo general, fueron esculpidos solamente en una de sus caras.
Su sistema constructivo es poco impresionante. Se trata de montículos de tierra apisonada y pedruscos recubiertos con canto rodado. Algunas de las estructuras contaron con bases piramidales de hasta 20 Mts. De altura.
Su importancia deriva de su situación geográfica dentro de las rutas comerciales costeras. Se entiende que dominó la región del Soconusco durante varios siglos, que gozó de la riqueza natural del suelo y de la abundante lluvia, y que mantuvo bajo su control el comercio del cacao y probablemente de la obsidiana.
A las estelas de Izapa se le relacionan con la creación del libro del Popol Vuh al mostrar todos los jeroglíficos de los que hace mención el libro que narra la historia de los héroes gemelos de los mayas: Hunahpu e Xbalanque, así como la teoría del Árbol de la vida.
El año pasado se festejó el fin de la era del quinto sol de los mayas, que se efectuó el 21 de diciembre del 2012, realizándose eventos culturales y conferencias para conmemorar este hecho tan relevante.
*Cronista de Tonala, Chiapas.