Por Alberto Ángel “El Cuervo”*
—¿El Tema de Lara…?
—Sí, el Tema de Lara…
—¿De Agustín Lara…?
—Claro que no… El tema de la película que así se llama, El Tema de Lara…
—La película no se llama El Tema de Lara…
—Ya lo sé, pero la música de la película sí se llama así… Le pusieron ese nombre por el personaje principal…
—Lara no es el personaje principal…
—Qué tiene qué ver Agustín Lara con eso…
—¡Que no es Agustín Lara, chingaoooo! Es Lara Antipova el personaje de la película que hace Julie Christie…
—Pero no es el personaje principal…
—¡Sí, ya sé que no es el personaje principal… Es lógico que si la película se llama “Dr. Zhivago”, el personaje principal es justamente él… El Dr. Y lo hizo Omar Shariff, pero el crédito estelar lo tiene Geraldine Chaplin!
Como siempre… La discusión se daba uno de aquellos viernes de reunión de los radioaficionados… Teníamos siempre reservado el privado de aquel “Los Cazadores” de Insurgentes y Xola… Como todo, fue derruido y en su lugar hay algún restaurante de fastfud de alguna concesión transnacional… Después de la influencia espiritual de Baco en cantidades obnubilantes, las charlas se convertían en algo totalmente sui generis… Uriel, XE1RAI por sus letras como radioexperimentador, un cinéfilo empedernido, citaba a grito abierto casi en la desesperación todos los datos que recordaba de la película… XE1HTT léase Humberto Colunga, un poco en broma un poco en duda y un poco en la ensoñación etílica, insistía en Agustín Lara… Suarez, XE1HSU, también Humberto de nombre pero dueño de una tintorería intentaba, mientras seguía la divertida discusión por demás absurda, hablar conmigo acerca de sus vocaciones ocultas mostrando una tristeza clara por no haberlas logrado… “Es que, te juro que hasta las lágrimas se me salen, Cuervito… Y es que… ¡Es que yo siempre quise ser cantante…!” “No te preocupes, mi querido HSU… Yo ¡Siempre quise ser tintorero…!” y después de un rato de discusiones y tarareos del tema musical de la película Dr. Zhivago… Aquella primera versión que se realizara en el año de 1965, se destacó por muchas cosas. Desde luego la actuación de los protagonistas Omar Sharif (Dr. Zhivago) y Julie Christie (Lara) fue soberbia aunque los cinco premios Oscar que obtuvo no lo haya ganado ninguno de los dos. Además de los premios mencionados, obtuvo también cinco Globos de Oro. Definitivamente fue una de las películas que más honda huella dejaron en muchos de nosotros los de entonces jóvenes… La música de Maurice Jarrè, compositor francés, verdaderamente excelsa, permaneció durante muchos años en la emoción de varias generaciones… El premio Oscar a la música de Jarrè fue absolutamente merecido… Hacía ya tiempo que había leído la novela. Como pocas veces, la película me pareció a la altura de la narrativa estupenda de Boris Pasternak, el autor de la misma… Pero además de la magia que esta novela Dr. Zhivago, encierra en tanto que la película de gran éxito, fue justamente la obra que le mereció, según la academia sueca, el premio Nobel de Literatura en el año de 1958 a Boris Pasternak…
Boris Leonidovich Pasternak, Poeta y Novelista, nace en Moscú el 10 de febrero de 1890. Insistió siempre en la poesía y mostró una inclinación profunda para ello desde un principio. De hecho, su primer libro fue “Un Gemelo en Las Nubes”, un poemario que lo dio a conocer en toda la aquella URSS. Pasternak, mostró siempre un espíritu de colaboración muy profundo para con el prójimo, lo que le llevó a militar de manera radical en la extrema izquierda colaborando en la revista Lev que agrupaba a muchos escritores de la misma ideología. No obstante su militancia, en el año de 1927 levantaría la primera polémica con la publicación del poema Spentorski… La polémica surge por la acusación que la crítica rusa hace del poema cuando dice que en esa obra se podía observar una encubierta actitud antirevolucionaria en Pasternak. Años más tarde, durante la segunda guerra mundial, Boris Pasternak publica dos libros de poemas, Los Trenes Matutinos (1943) y La Inmensidad de La Tierra (1945) en donde por más que intenta plasmar la realidad de la contienda, afloran sus emociones calificadas por los críticos como una rebeldía individualista, lo que de nueva cuenta le vale una lluvia de críticas impías y enemistades del mundo oficial soviético.
Dados los ataques mencionados a su obra y su supuesta conducta antirevolucionaria, Pasternak se dedica entonces durante un buen tiempo a la traducción de obras extranjeras dentro de las que se cuentan por ejemplo Fausto de Goethe y una selección de las tragedias de Shakespeare ambas publicadas en el año de 1953. Al año siguiente, siendo imposible contener la sed y la vena poética que le era inherente, Pasternak vuelve a publicar poesía en la revista Znamja pero no la publica con su nombre, sino con un pseudónimo… Curiosamente, sería Doktor Zhivago el pseudónimo con que escribía los poemas. Al observar el proceder inadecuado y reprobable de los poderosos, Pasternak se dedica con gran ahínco a escribir la novela que llevaría como título en pseudónimo utilizado. Por fin la termina a finales del año 1956 y entrega los originales para su publicación a la revista Novyj Mir pero los editores de la misma se niegan a publicarla argumentando que estaba “impregnada de un individualismo enfermizo”. Los encargados de la censura, dictaminaron que era una obra de tintes políticos que no describía con objetividad la realidad de la guerra civil, la revolución y los años posrevolucionarios. Por azares del destino, una copia del libro de Pasternak, cayó en manos de Giangiacomo Fertrinelli, quien la publicó en italiano. Ese sería el principio de la fama de la novela después de que se cuenta (tal vez sea leyenda urbana), que la CIA, fotografiara cada página del original en ruso para hacer la traducción al inglés y publicarla en ambos idiomas. Verdad o leyenda, la novela llega a la Academia Sueca y Boris Pasternak es nombrado ganador del premio Nobel de literatura en el año de 1958… Un nuevo viacrucis se desataría en la vida del talentoso poeta y escritor ruso. La organización de la academia, intentaron en vano llegar a Pasternak para comentarle que había ganado el premio y debía presentarse en Suecia a recibirlo. El Kremlin negaba toda información y la situación intramuros en la URSS, era cada vez peor para Boris… Se pronunciaron discursos y declaraciones en contra del poeta una y otra vez denigrándolo y difamándolo. Como ejemplo de ello, está la descripción que de Pasternak hizo Vladimir Smichastni líder de las juventudes comunistas de la Unión Soviética llamándole “oveja sarnosa” cuyos escritos estaban “llenos de calumnias”… “Un cerdo, jamás hubiera hecho lo que Pasternak, porque un cerdo no caga donde come”, remató Smichastni… Sería el principio solamente. El Poeta fue expulsado de la Sociedad de escritores Soviéticos y despojado de la casa que el mismo gobierno le había conferido para vivir y trabajar y fue enviado a Siberia. Olga Ivinskaya, su gran amor y mujer en que se inspira y basa el famosísimo personaje de Lara en la novela Dr. Zhivago, se dedicó a luchar para conseguir la libertad de Pasternak. La propia Olga, fue sentenciada a trabajos forzados por intentar demostrar que Boris Pasternak no era culpable de todo lo que se le acusaba… Ante todo esto, fue el propio escritor quien envió una carta a la Academia Sueca como respuesta al premio otorgado pidiéndoles que no tomaran a mal el rechazo al premio por el que se sentía sorprendido y agradecido… “Considerando el significado que este premio ha tomado en la sociedad a la que pertenezco, debo rechazar este premio inmerecido que se me concede…” Desde luego, se dice que todo ello fue motivado por la enorme presión que se ejerció sobre el escritor… En el año de 1960, siempre bajo presión, muere el gran escritor, el gran poeta quien es considerado uno de los 4 grandes poetas rusos junto con Vladimir Mayakovsky, Aleksandr Blok y Vlimir Jlébnikov… Lara, Olga, su gran amor, fue liberada hasta la apertura del sistema cuando Gordvachov asume el poder y ya solamente pudo visitar a Pasternak en su tumba… Desde luego, año con año, la tumba del poeta en el cementerio de Peredielkino en los suburbios de Moscú, se le realizan homenajes al escritor, al militante, al poeta que inmortalizara a Lara en su novela Dr. Zhivago… Desde luego, no me refiero a Agustín Lara, sino a Lara Antipova, el personaje femenino que cobrara vida en la estupenda actuación de Julie Christie en la primera versión de la película del mismo nombre de la novela. La casa que fuera de Boris Pasternak, aquella que le fuera requisada por sus ideales, fue finalmente nombrada museo Pasternak y ahí en una habitación amplia y casi sin muebles, está la mesa de trabajo del escritor, su gorra y una biblioteca con infinidad de títulos de autores clásicos que el propio Pasternak tradujera al ruso. El premio Nobel, fue finalmente aceptado por Yevgeny, el hijo del célebre escritor en el año de 1989. Y otro premio, el purlitzer, fue otorgado al caricaturista estadounidense Bill Mauldin por el trabajo que hizo mostrando a Pasternak encadenado y diciendo: Yo gané un Premio Nobel… ¿tu qué crimen cometiste?
En la reflexión acerca de lo injusto que se puede ser en contra de quienes trabajan por la cultura.
*Cantante, compositor y escritor.
Como siempre muy interesante, nos vas envolviendo e instruyendo en cada uno de tus artículos, sólo me resta agradecer semana a semana tus letras… Gracias
Querido Mario!
agradezco su semanario… salio bueno
El articulo del Dr. Zhivago, contienen dos partes, la primera no se entiende, pareciera que la escribio un borrachod e cantina con expresiones groseras, la sedunda parte es brillante y estupenda a partir de la relatoria de la vida del impresionante poeta Boris Pasternak, es un muy buena invitaciòn para disfurtar la pelicula con la interpretaciòn estelar de Geraldine Chaplin.
y ya por favor no se ponga «encargado», porque su buen semanario cultural no es una taqueria.
Su mas humilde lector, el que tiene complejo de Juez.
Josè Luis Aguirre
Un abrazo
Estimado Señor Aguirre: Gracias por leer mi artículo. Le escribo solo para decirle que su capacidad de percepción es maravillosa. El principio es precisamente una plática de borrachos hablando de la película y desde luego, las pláticas de borrachos son así como la describe: Inentendible la mayor parte de las veces. Referente a las expresiones «groseras», como usted lo menciona, lamento que se sienta ofendido, pero no concuerdo con usted por supuesto. Claro que, para poder tener una plática seria al respecto haría falta tiempo y espacio. Le envío un abrazo y nuevamente gracias por su comentario. Concuerdo con usted en lo que respecta a nuestro Director, mi querido amigo Mario Arturo y por el lado de su «complejo de juez», no se preocupe que en mayor o menor grado todos lo tenemos. Quedo como su amigo y servidor.
Alberto Ángel «El Cuervo»
Estimado Alberto Ángel «El Cuervo»
Mi amigo Pepe González, su esposa Flor y yo, lo admiramos por su amplia cultura y le pedimos que escriba más sobre comentarios cinematográficos, sería delicioso leerlo
Atentamente
José luis Aguirre