Fueron 10 días de actividades intensas, más de 100 presentaciones literarias, conciertos, talleres infantiles y gastronomía. Varios de los organizadores y participantes coinciden en que la reunión de libros anual fue un acontecimiento festivo que se reencontró con un espacio adecuado como las instalaciones del Centro Cultural Tijuana.
Por Jaime Cháidez Bonilla*
Imágenes: Yuri Manrique
Elsa Arnaiz Rosas.
Directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana (IMAC)
-“Me parece que ésta fue la mejor de las 3 Ferias del Libro que hemos organizado. Luego, creo que fue un gran acierto hacerla en el Centro Cultural Tijuana y que Pedro Ochoa nos abriera las puertas, nos brindara los espacios y nos apoyó con escritores y boletos, esa colaboración creo que fue muy positiva porque enriqueció la Feria. Fueron dos buenas colaboraciones de 2 instituciones, una federal y una municipal.
Creo que la ampliación del Consejo Consultivo Literario fue otro acierto, integrado por personas que están involucradas con la literatura y les gusta participar, creo que eso también fue muy positivo. Los presentadores eran personas más involucradas con la obra.
Una de nuestras próximas tareas es reformar el acuerdo de creación del IMAC y poner la Feria del Libro como un rubro especial, con un presupuesto, con un personal y con un consejo consultivo. Todo esto lo tenemos como una tarea pendiente. La Feria del Libro de Tijuana tuvo un costo de alrededor de 2 millones de pesos, sin incluir lo aportado por el Centro Cultural Tijuana”.
Pedro Ochoa Palacio.
Director del Centro Cultural Tijuana.
-“Yo creo que fue una actividad muy importante para la Feria misma, para el Cecut, para la ciudad, para los interesados en la lectura y las instituciones educativas y culturales alrededor del mismo. El Cecut ofrece otras actividades de desarrollo para la Feria y yo creo que eso se aprovechó muy bien.
Hubo comentarios muy favorables de parte de la directora del IMAC, Elsa Arnaiz, y también del presidente de la Unión de Libreros de Tijuana, José Luis Sánchez, dice que está muy complacido por la realización de la feria en este lugar. El Cecut hace el ofrecimiento a la Unión de Libreros para repetir la Feria en este espacio. Fue muy impresionante la respuesta del público, el Cecut utilizó todos sus espacios. Quedo muy conforme y Conaculta también lo vio muy bien”.
Paco Ignacio Taibo II.
Escritor.
-“Esto no está nada mal, la Feria está muy bien. El lugar está muy bien y la manera como se mezcla, con gran gracia y sin conflicto: comida, música, libros nuevos, libros usados, todo esto hay que propiciarlo”.
Rivemar Guadalupe.
Periodista cultural.
-“Estoy segura de que a falta de un recinto ferial accesible a la comunidad, el CECUT es la sede natural de la Feria del Libro de Tijuana. Atrás deberían quedar los tiempos en que este evento anduvo a salto de mata: ya en la avenida Revolución, ya en Palacio, o el estacionamiento de una plaza comercial. El que los exponentes presenten o se les reciba bajo techo y no en una carpa, le da dignidad al evento, sin duda alguna. Ojalá todo lo relativo a libros fuera adentro pero habría que sacrificar la oferta culinaria que parece ser un gancho para las familias. No me encanta la estrategia tipo kermess, pero parece funcionar. Hay que trabajar en fortalecer el programa con figuras de alto nivel y mucho más, en ampliar la oferta infantil, ya que si enseñamos a los niños a amar no sólo la literatura sino el libro mismo como un objeto valioso, tanto por su contenido como por su presentación, se garantizan lectores y consumidores de libros. Y para finalizar, nunca dejaré de insistir en dos puntos: uno es que se amplíe la participación ciudadana vía un consejo consultivo y que se rindan cuentas claras, para aspirar a aumentar el presupuesto de la Feria. Y así podríamos seguir con más detalles, la balanza se inclina hacia lo positivo, eso hay que reconocerlo y empezar muy temprano a organizar la siguiente. Enhorabuena a los organizadores”.
Pável Granados.
Musicólogo.
-“Hablo de la Feria del Libro de Tijuana como me fue en ella. Es decir: espléndidamente. Me asombró el Cecut, que es como una ciudad de oportunidades artísticas. La magnífica labor de Pedro Ochoa como el promotor de cultura más divertido, entusiasta y generoso. Y la respuesta de la gente que, por miles, me demostró que Tijuana es una de las ciudades más intensas desde el punto de vista del arte. Ver a los escritores de México reunidos tan cordialmente en Tijuana no me sorprendió tanto como verlos en un auténtico diálogo con los escritores y los académicos locales. Ver a los periodistas, académicos, escritores y al público tijuanenses compartiendo sus puntos de vista con los escritores que llegaron de visita fue lo que más me entusiasmó. En mi caso, porque he llegado tarde al banquete de la cultura del norte de México.
Me puso alegre y optimista escuchar los puntos de vista de los lectores: puntos de vista interesantes y emitidos desde el conocimiento. La tecnología y el arte, la evocación familiar, la ironía, la crítica del conspiracionismo, la homofobia, la poesía, los viajes a la India, fueron algunos de los temas que se tocaron. Y se pudieron ver con entusiasmo, las magníficas fotografías de Rogelio Cuéllar. Vi gente alegre, comentando libros en la cafetería y formada para entrar al cine. Y eso es lo mejor que se puede decir de una ciudad”.
Guadalupe Bejarle.
Maestra e integrante del Consejo Literario de la Feria del Libro de Tijuana.
-“Me pareció que, si bien desde el punto de vista mercadológico, la disposición de los espacios para los libreros fue poco propicia, esta edición de la Feria fue –culturalmente hablando– mucho más atractiva que las versiones anteriores; no sólo por la diversidad de los libros y sus temáticas sino también por la inclusión de actividades recreativas y la oportunidad de dar más lucimiento al CECUT como un espacio para el fomento y difusión de la letra impresa. Además creo que la cobertura en prensa y radio fue mucho más amplia y a mayor profundidad que en otras ocasiones. Finalmente, el ambiente festivo, de cultura plural, con el libro al centro de la congregación de tijuanenses fue, en esta ocasión, un atractivo adicional que valdrá la pena no solamente recordar sino también procurar mantener”.
Daniel Salinas Basave.
Periodista y miembro del Consejo Literario de la Feria del Libro de Tijuana.
-“Bueno, por lo que he podido percibir el cambio de sede ha sentado bien, He sentido mucha vida en el espacio. Creo que es la mejor sede que ha tenido la Feria, con mayor espacio para la convivencia. He comprado en total once libros a muy buenos precios algunos de ellos”.
*Periodista cultural.