Los duendes de la redacción:
En la niñez tuve la oportunidad de ir a los talleres de impresión de un conocido Diario de la Vida Nacionalel periódico con el tiempo perdió parte de su vida y conservó lo de nacional, porque nacionalmente pocos lo siguen leyendo-. Un pariente cercano trabajaba en los linotipos todas las tardes de lunes a sábado donde se imprimía el informativo. En su horario de trabajo con la vista fija y las manos firmes, recorría el teclado donde salían las letras que al poco tiempo se formaban para dar paso a la impresión. De vez en vez, bajaba al taller el jefe de redacción del diario y, con voz grave increpaba a los linotipistas por errores que habían quedado plasmados en las páginas; los rostros de los regañados mostraban incredulidad mientas ofrecían explicaciones, algunas sensatas, otras realmente imaginarias; una que me llamó la atención aquel día de la visita, fue la que atribuía los errores a los “duendes de la redacción”, mitológicos seres que en sus travesuras cambiaban el sentido del texto, la ortografía, las fechas, el número de hojas etc.etc. Al cumplir el familiar su turno me pidió que lo acompañara a una de sus acostumbradas caminatas por la avenida más famosa de la capital del país, mientas disfrutábamos del paseo, pregunte con ingenuidad infantil: ¿Tío donde moran los duendes de la redacción? El hombre viejo volteo y con una sonrisa taimada contestó en la prisa, en el cansancio, en el descuido, en la sobre carga de la tarea, pero sobre todo en el teclado; ahí se encuentran y hay que saber dominarlos, sin embargo a veces pasa- sentenció- con tono fuerte que a los mejores linotipistas se les va la letra, el punto, el número y entonces sabemos que los duendes de la redacción habitan en los periódicos y que la única forma de vencerlos es pidiendo comprensión a los lectores. La Voz del Norte no está exenta de los duendes, es por ello que pedimos comprensión y disculpas, trataremos de vencerlos para bien de todos.
Otro aniversario luctuoso de Pedro Infante
El quince de abril de 1957, en un trágico accidente aéreo, falleció Pedro Infante. Cincuenta y seis años han pasado del final del ídolo y en el país y más allá de las fronteras se le sigue recordando con la misma vehemencia que cuando vivía. La Voz del Norte se une a la conmemoración fúnebre de –quizá- la máxima “estrella nacional” de la canción popular y del cine : Pedro Infante orgullo sinaloense y mexicano.