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Nuestra Plazuela Municipal.

Por domingo 24 de marzo de 2013 Sin Comentarios

Por Juan Manuel Véliz Fonseca*

Nuestra-Plazuela-MunicipalFundada la villa de San Felipe y Santiago de Sinaloa (Hoy Sinaloa de Leyva) el 30 de abril de 1585, con el correr de los años, se fue poblando la nueva comunidad a la margen derecha del río Petatlán, la hoy Sinaloa de Leyva. Primero surgió la calle Molinedo (hoy calle Independencia) luego le siguió la calle Principal (hoy calle Benito Juárez), enseguida la calle de La Parroquia (hoy calle Francisco I. Madero) y así sucesivamente, estas calles tenían sus avenidas. Luego se convirtió en villa de Sinaloa.

La villa de Sinaloa, es decir, su alcaldía central, contaba en el año de 1877, con un censo de 8,616 habitantes. Asimismo el cabildo informa en una sesión los trazos de lo que serian sus calles: “Donaciano Valdez registra dos solares, el primero entre la casa de Felícitas Baldenebro y el Ático de la iglesia y el segundo contiguo al mismo, colindando al oriente con la línea que hace el callejón de la casa de doña Apolonia Ortiz y la casa habitación del señor Tomás Laura; el mismo cementerio de la iglesia; y al sur con solar de doña Felipa Montoya y al norte con la calle de la Parroquia. En esa misma sesión de cabildo se aprobó una Junta de Beneficencia para que colecte de la iglesia para arriba, los señores Rafael Rodríguez Román, Joaquín Peña Arana y Francisco Mussot; para debajo de la misma iglesia los señores Pedro Cañedo Rojo, Leónides Norzagaray y Juan M. Núñez. También empezaron a reclamar a los gobernantes la construcción de un espacio donde reunirse con la familia y no podía ser otro sino la de una “plaza de armas”.

Fue en el año de 1880 cuando se deciden construir una “plaza de armas” rústica, es decir, su plazuela y bancas de madera a un costado de la iglesia de San Felipe y Santiago contando con el apoyo económico de las autoridades del distrito que encabezaba don Felipe Zazueta Guerrero.

En 1904 por instrucciones del gobernador general Francisco Cañedo Belmonte y el prefecto político Feliciano Rojo y don Antonio Aguirre presidente municipal y regidor comisionado, deciden la reconstrucción de la plaza de armas. Se trasladan a la ciudad de Mazatlán a la compra en la tienda Fundición de Sinaloa, de su kiosco, pilares y barandal de hierro sustituyendo al de madera, a la que por cierto le impusieron el nombre de “Plaza general Francisco Cañedo Belmonte”.

Todo ello con la idea de festejar el centenario de la Independencia el 15 de septiembre en el año de 1910, a la cual se aprovecharía para que al presidente de la república general Porfirio Díaz Mori festejara sus cumpleaños a través de la autoridades en turno y se haría en los kioscos de las plazas publicas. Años más tarde integrarían una Junta Patriótica con personas distinguidas del distrito como: Francisco Mussot, presidente; Leónides Norzagaray, vicepresidente: tesorero, José Rosario Lugo León: secretario Lic. Ildefonso Peña Peña: prosecretario, Melesio Montoya: vocales, Lic. Federico G. Peña, Valentín Lugo, Francisco B. Gutiérrez, Octaviano Alcalde hijo, entre otras actividades.

Llegado el año de 1910 aquellas actividades en torno al presidente de la república que se tenían previstas fueron suspendidas mientras que a la plaza de armas se le remodeló. Siendo testigo de encuentros y desencuentros entre partidarios del gobierno porfirista y los antirreleccionistas cito la anécdota de la obra escrita por Carlos Rodríguez Laura, Personajes del municipio de Sinaloa, Gabriel Leyva Solano: “Cierta ocasión Gabriel Leyva Solano laboraba en una escuela cercana a la villa de Sinaloa “El Gatal” cuando se encuentra con padre de familia que hacia un tiempo no veía y le pregunta Leyva por la causa de su ausencia, respondiendo sus amigo que el motivo es que tienen al hijo mayor encarcelado por haberse robado una muchacha y que el licenciado Peña quedó de sacarlo e “incluso ya le entregue el dinero y nada, el muchacho sigue encarcelado”. Leyva le dice que con mucho gusto revisa el caso, el padre del jarioso muchacho acepta. Gracias a la intervención de Leyva, a los pocos días el enamorado obtiene su libertad. Como consecuencia en una ocasión el licenciado Peña se encontraba sentado en la plazuela cuando pasa Leyva y con cortesía lo saluda: respondiendo el licenciado: “Adiós, licenciado sin título”. Contesta Leyva de Inmediato: “Adiós, titulo sin licenciado”. Y todo por haber conseguido la libertad del joven”.

Pasado el movimiento revolucionario la plazuela que llevaba el nombre del general Francisco Cañedo Belmonte a través de un decreto expedido en el salón de sesiones del día 20 de febrero de 1915 por el coronel Maximiano Gámez Cerecer “prefecto” y don Dionisio García, presidente municipal, en su Artículo primero decreta y en lo sucesivo, la plazuela de este lugar se denominará “Plazuela Constitución”.

Desde 1915 “La Plaza Constitución” ha sido un punto de reunión de diversas generaciones. En el año de 1982 fueron remodeladas sus jardineras ya que primero había un cerco de tela ciclónica que las cubría, sus bancas era de concreto vaciado y tenían una placa con el nombre de la persona o institución que la donó, hoy son de madera y fierro. De la misma manera su piso fue cambiado por concreto. Fue en el año del 2001 cuando el “Grito de la Independencia” ya no se realiza en el kiosco de la plazuela: se hace desde un balcón de palacio municipal que da a la explanada cívica por la calle Madero. ¿Vamos a la plazuela a dar la vuelta?.

*Profesor de la FCA / UAS. Sinaloa de Leyva.

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