Por Salvador Antonio Echeagaray Picos*
Abogada, Notaria Pública, Maestra, Empresaria en el área de la educación, Madre, Esposa, Abuela…… y a veces, hasta gusta de meterse a la cocina. La conocí en la entonces Universidad de Sinaloa, en los años sesenta del siglo veinte, paseando con gracia natural, su belleza de mujer culiacanense, por los amplios corredores de nuestra “alma mater”. Pululaban a su alrededor los galanes de la época que presumían copetes abrillantados con la “glostora” que se usaba en los peinados de aquellos tiempos idos y que nunca volverán. Imposible ignorar en la presente reseña que tiene que ver con Carmen Astrid, que sin lugar a dudas fue “musa” de incipientes poetas de la “peña” universitaria que regían las páginas pletóricas de romanticismo de la época, en los inolvidables periódicos: “Letras de Sinaloa” y “Tribuna de la juventud” bajo la responsabilidad editorial de Carlos Manuel Aguirre y Leopoldo Rodríguez , respectivamente; no se diga de parte del hoy su esposo, magistrado en retiro del S.T. J en el Estado, Rafael Armando Guerra Miguel, quién le escribió y rindió inspirados poemas a su “musa”-novia. En este punto del relato, muchos recordarán conmigo el hecho de que al compadre Rafael le apodaban “el brazo de oro” con motivo de que, por donde anduvieran, NO soltaba su mano del brazo de su novia. Un Psicólogo consultado me ilustró que esa conducta se justificaba por parte del novio, en el sentido de “reafirmar” la conquista del corazón de la hermosa universitaria. Y precisamente atendiendo a este atributo físico, además de su natural simpatía que le había permitido ganar innumerables adeptos, fue elevada al sitial de Reyna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sinaloa. Otro acto que destaco es el de que en un mismo evento celebraron su recepción al haber obtenido, cada quien, el título en la Licenciatura en Derecho y la formalización de su Matrimonio, un 2 (dos) de Marzo del año 1962. Carmen Astrid Sainz de Guerra, abrazó con vocación la docencia universitaria en la citada Facultad de Derecho y simultáneamente se hizo cargo del COBAC. (Colegio de Bachilleres de Culiacán), Institución a la que ha dedicado el mayor de los esfuerzos imprimiendo el espíritu de servicio educativo a nivel de excelencia en los niveles de secundaria y preparatoria, de suma importancia para los jóvenes que han decidido abrazar la carrera universitaria. Carmen Astrid, procreó cuatro hijos, siendo el Doctor en Música Rafael Alfonso , el primogénito. Por cierto, el Doctorado en música clásica, destaca como Concertista Pianista en la Corte Imperial de Japón, casado con su colega, también Pianista, Makiko Takeda. Por supuesto que Rafael , representa un timbre de legítimo orgullo para nuestro País en los máximos niveles de la música clásica. Su única hija, Cármen, heredera plena del talento y belleza de su madre, se ha significado como eficaz colaboradora en el COBAC. Institución en la que se desempeña como Directora del nivel de secundaria de la citada institución y además como maestra. Su segundo hijo varón lo fue Cesar, colega, estudioso y probo Notario. El tercer retoño lo es Carlos, reconocido profesional en el campo de la Ingeniería en Sistemas. Nuestro personaje fue eficiente colaboradora de la Señora María Guadalupe Pietsch de Millán quién como esposa del siempre bien recordado Gobernador del Estado de Sinaloa, Juán S. Millán Lizárraga, realizó una extraordinaria tarea al frente del DIF. estatal. Actualmente está al frente de su Notaría, atendiendo con su reconocida capacidad profesional a su basta clientela. Cármen Astrid ha integrado con su amado esposo, Rafael Armando Guerra Miguel, una sólida pareja, como el único amor de su vida, donde campea el respeto mutuo, la solidaridad y son receptores ambos, como padres, del cariño a raudales de sus hijos y nietos, así como el afecto de sus hermanos e innumerables amigos.
*Notario Público