Por Pablo Gastélum Castro*
La Causa Constitucionalista, abanderada por el Primer Jefe del Ejercito, Venustiano Carranza, resuelve abrogar La Constitución del 57 y para tal efecto convoca a un Congreso Constituyente, con base al Plan de Guadalupe del 12 de Diciembre de 1914, con representación de cada una de las entidades federativas, en aras de elaborar una Nueva Constitución, que resultó ser la primera en el mundo en reconocer los derechos sociales de campesinos y clase trabajadora.
Carranza escogió la Ciudad de Querétaro como sede para llevar a cabo los trabajos de los diputados electos por sufragio directo, por considerarla céntricamente en lo geográfico y además más sosegada y “libre de influencias”; trabajos que debieron iniciarse a partir del 5 de Febrero de 1916.
Inmediatamente se polarizaron dos grupos: los tradicionalistas, seguidores de la voluntad del Primer Jefe y los Jacobinos, quienes estaban dispuestos a plasmar en La nueva Constitución las Garantías que dieran todo el respaldo a las aspiraciones de la clase obrera y campesina, quienes en el transcurso de la vigencia de las diversas constituciones que antecedieron, habían venido perdiendo los más elementales principios de derecho, despojándoseles de sus tierras y escamoteándoles sus precarios salarios.
Debemos principalmente, entre otros, a la atinada intervención de Pastor Rouaix, la redacción de los artículos 27 y 123.
Cabe señalar la gran capacidad manifestada por Francisco J. Múgica, quien encabezó una comisión que dio contundencia y celeridad a los dictámenes.
Por otra parte se logró establecer que la educación elemental que imparta el Estado, deberá ser Laica y Gratuita, en contraposición con el término “racional” que se pretendió utilizar, limitando las asechanzas de la Iglesia.
Entre otras iniciativas se estableció “La Garantía Individual a la Libertad de Trabajo”.
Visto el trabajo de los Constituyentes en retrospectiva, viene a ser comparativamente y guardadas las distancias, una clara revolución de conceptos con el establecimiento como garantía el Derecho Social de obreros y campesinos, como lo fue en su momento el Código de Napoleón en la concepción del Derecho Moderno, con la abolición de privilegios de ciertos grupos o elites sociales.
El que a la fecha, desde el inicio de su vigencia, se hayan realizado una serie de reformas o enmiendas a la Constitución no debe inquietarnos, ya que el derecho evoluciona, siempre y cuando se observen los principios de hermenéutica Jurídica que permiten una interpretación correcta de su articulado.
Al respecto hay quienes hacen comparaciones del tratamiento y modificaciones que ha tenido nuestra constitución, en relación con la misma de nuestros vecinos del norte, a lo que podemos argumentar que aquella es un compendio de principios básicos a los que aspira un pueblo y que la que nos rige es un compendio prolijo de diversos tópicos que enmarcan nuestro derecho fundamental.
Diputados de Sinaloa al Congreso Constituyente:
Pedro R.Zavala
Andrés Magallon
Carlos M. Esquerro
Cándido Avilés
Emiliano C. Garcia
*Notario Público
