Por Héctor Armando Herrera*
Las fechas decembrinas nos ofrecen un sinfín de oportunidades que van desde simplemente celebrar con nuestros seres queridos, a entregarnos al consumismo propio de la época. A pesar de las diferentes concepciones sobre la verdadera intención de celebrar la Navidad o el Año nuevo, el común denominador que se maneja es despedir el fin de año para dar la bienvenida a uno nuevo, evaluar nuestras acciones y dejar ese ensimismamiento que se genera producto del estrés de la vida diaria para entrar en contacto con el prójimo. Es así como el verdadero sentido de dar y recibir va más allá de cualquier concepto material.
Charles Dickens, escritor inglés, publicó en 1843 la novela corta “Un cuento de Navidad” la cual es un clásico en estas fechas. El autor creó un relato que trasciende el tiempo, entretiene y nos brinda una moraleja sobre el verdadero sentido de las fechas decembrinas. Hay una infinidad de versiones de este clásico y aquí citaremos algunos no sin antes recomendar la obra en su estado puro de tal manera que usted pueda ejercer un viaje junto al personaje principal y encontrarse, como lector, con su propia reflexión al final de la novela.
Ebenezer Scrooge es un anciano sobresaliente por su personalidad avara y tacaña. Su extremada dedicación al trabajo lo aleja de las demás personas convirtiéndolo en un ser amargado y arisco. Cierta noche de navidad, Scrooge recibe la visita de su fallecido y antiguo socio de trabajo Jacob Marley. El espectro le ha visitado para anunciarle que recibirá la visita de tres fantasmas con el fin de que corrija sus faltas antes de que sea demasiado tarde y tenga que arrastrar con sus consecuencias en el más allá. Es así como nuestro personaje principal, al principio incrédulo, realiza un viaje donde visita su pasado, presente y futuro personal. La novela se divide en estos tres episodios donde Scrooge hace una evaluación de las principales etapas de su vida. De esta manera experimentamos junto al protagonista, los hechos que fueron convirtiendole en una persona áspera durante su juventud o los efectos que sus acciones presentes están causando en la vida diaria de sus allegados. De esta manera el futuro parece amenazador y es suficiente para que Scrooge decida comenzar un cambio interno para encontrar el verdadero sentido de la navidad a través de la generosidad, el desprendimiento y otras virtudes.
Las adaptaciones más conocidas de este clásico se presentan en versiones animadas o bien en adaptaciones basadas en la novela original con el fin de lograr un toque más “moderno” en las circunstancias del relato. La versión de Disney de 1983 titulada “Una navidad con Mickey” es de las más populares mientras que la versión animada de 2009 realizada por Robert Zemeckis y protagonizada por Jim Carrey hace gala de una excelente animación digital y un apego fiel a las situaciones reales del libro. En 1988 Bill Murray interpretó una versión actual con tono de comedia titulada “Los fantasmas de Scrooge”. Los Muppets protagonizaron su propia versión de “Un cuento de navidad” en 1992 y en 2005 se estrenó una versión musical protagonizada por Kelsey Grammer.
No importa que versión decida ver, la esencia de la historia permanece a través de sus diferentes adaptaciones. Nunca es tarde para conocer este cuento de navidad o para presenciarlo de nuevo. Cada nueva lectura de esta novela le brindará una perspectiva ampliada sobre el verdadero sentido de las fechas decembrinas. A partir de esto es posible desarrollar una actitud propia de estas épocas y llevarla a todo el año.
Un servidor les desea de todo corazón a sus lectores hayan pasado una alegre navidad y lo mejor para el año 2013. Muchas gracias por hacer posible, a través de la lectura de este artículo, el sueño de este individuo.
*Lic. en Psicología, músico y locutor.