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ISIC y CONACULTA: Reconocimiento a Rina Cuéllar

Por domingo 16 de diciembre de 2012 Sin Comentarios

Por Faustino López Osuna*

ISICEl jueves 6 del presente mes, en espléndida ceremonia y ante una concurrencia que saturó el hermoso patio del Centro Sinaloa de las Artes “Centenario”, en Culiacán, el Gobierno del Estado de Sinaloa a través del Instituto Sinaloense de Cultura y CONACULTA, hicieron un merecidísimo Reconocimiento a la Labor Artística y Cultural de la destacada artista, investigadora, educadora y promotora de la cultura regional, Rina Cuéllar Zazueta.

Presidido el magno evento por destacadas personalidades de la cultura del municipio de Culiacán, Congreso del Estado, Comunidad universitaria, Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, la propia homenajeada y la licenciada María Luisa Miranda Monrreal, directora general del ISIC, quien dirigió emotivas palabras resaltando la luminosa trayectoria de Rina Cuéllar, se proyectó un estupendo video con la imagen y las voces de destacados intelectuales y creadores sinaloenses, como lo son Sandra Robles, Joel Juan Qui, Gilberto López Alanís y Víctor Franco, quienes elogiaron la trayectoria de toda una vida dedicada a la cultura y la importante obra de Cuéllar Zazueta.

Brillantes intelectuales cuya labor trasciende, incluso, el Estado, destacan el trabajo multifacético de Rina Cuéllar. El licenciado José Ángel Pescador Osuna, presidente de El Colegio de Sinaloa, le reconoce, entre otros méritos, su participación en acciones museográficas de El Colegio; el artista plástico Alejandro Mojica, la valora como investigadora excepcional con valiosos aportes para el Festival Yoreme; el licenciado Gilberto López Alanís, director del Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, elogia su acuciosidad en la investigación científica de hechos históricos, su encomiable labor de recuperación de imágenes de la cultura mayo-yoreme y el rescate etnográfico que aporta invaluables elementos para su estudio.

Para López Alanís, Rina Cuéllar es de las pocas mujeres que saben paleografía en la entidad y, como hecho indiscutible, debe reconocérsele el mérito de ser formadora de cuadros genealógicos, como el del Che Guevara y sus parientes en Sinaloa. Subraya, igualmente, que a Rina Cuéllar se debe la única imagen que existe de Francisco de Ibarra, expuesta en el Museo de Minaría de la cabecera municipal de Cosalá desde los tiempos en q ue el gobierno del Estado encargó su realización al incansable especialista en petroglifos en Sinaloa, ingeniero don Pablo Lizárraga Arámburo.

El escritor Juan José Rodríguez es concluyente: “Es raro el camino que no haya recorrido Rina Cuéllar, en la cultura de Sinaloa”. Lo expresa de manera enfática, reconociendo con admiración que cuando Rina inició su quehacer cultural “no había apoyos oficiales a la cultura; su tarea se asemeja mucho a la de Carlos Esqueda, autor del estupendo “Lexicón de Sinaloa”, trabajo de la inteligencia, al que se entrega de por vida, sin recibir nada a cambio”.

Espíritu nutrido de humanismo, de amor solidario por la justicia humana, entre las prendas que adornan a Rina Cuéllar sobresale haber pertenecido al taller del más rebelde de los muralistas mexicanos, David Alfaro Siqueiros, en Cuernavaca.

Yo me cuento entre los afortunados de disfrutar desde hace mucho tiempo, con la bella y enorme amistad de la gran mujer que es Rina Cuéllar Zazueta. Sin que suene a egoísmo, en la ceremonia de su reconocimiento, pensé que pocos de los asistentes habrían disfrutado con ella de una cálida charla matutina frente a un buen café, en el restaurante de La Lomita, en Culiacán. O departiendo un buen vino tinto, en una iluminada estancia de la zona dorada, en Mazatlán, alentándome siempre en mi trabajo en la composición.

Al término del reconocimiento, que cerró merecidamente con una ovación a Rina Cuéllar, al salir del recinto a la calle, me pareció que de pronto Culiacán adquiría un inusitado ambiente de fiesta, desde las dos plazuelas históricas, la Obregón y la Rosales, hasta diversos rumbos de la ciudad de los tres ríos, como si de pronto recordaran sus calles los apasionados y vigorosos días del siglo pasado en que vibraba la bohemia en los domicilios de Miguel Tamayo, Oscar Liera y de la misma Rina Cuéllar, tocando el piano con sus dedos como mariposas del Humaya y el Tamazula.

Envío: Rina Cuéllar es, Tambora,
las cuatro
estaciones juntas,
también los cuatro
elementos
y una sonrisa de luna.

*Economista y compositor.

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