Por Sofía Míreles Gavito*
Vasconcelos, Secretario de Educación de Álvaro Obregón en 1921 hace un programa cuyos principales puntos son: PRIMERO: disminuir en el menor tiempo posible el analfabetismo, creando centros culturales, fundando escuelas rurales de ser posible en los pueblos indios. Si los mexicanos aprenden a leer y a vivir de acuerdo con el ideal humanista, se habrán inmunizado contra los peligros del exterior.
SEGUNDO: difusión y promoción de las artes, se funda un Departamento de Bellas Artes, cuya obligación es multiplicar pedagógicamente el entusiasmo por la pintura, la escultura, la música y el canto. Cunden los festivales de música y danzas populares. Vasconcelos promueve y apoya el muralismo mexicano, y encarga a varios pintores la decoración de edificios públicos. Los principales representantes del movimiento son: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Mientras los artistas europeos recibían inspiración de África y Oriente, los mexicanos redescubrieron sus civilizaciones precolombinas.
DIEGO RIVERA. Nació en Guanajuato (1886-1957). Aunque paso la mayoría de los anos de la Revolución Mexicana en Europa, a Rivera le afectaron los acontecimientos del país. Después de algunos ensayos cubistas, volvió a México, para encontrar que los estilos que había estudiado en Europa no podían retratar la realidad que desea expresar. Después de un periodo de experimentación, volvió al estilo de pintura realista que abría de usar en todos sus murales. Una vez en México, se sumergió en el estudio de la secuencia completa de la historia y cultura mexicana: artesanía, fiesta, mito, habría de pasar la vida de mural en mural, narrando la época de la civilización mexicana. Aunque se ha criticado a Rivera por su preocupación por la propaganda, fue el maestro de la técnica mural. Uno de los murales mejor logrados es el del Auditorio de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo; decoro el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, los corredores de la Secretaria de Educación Pública, la Casa de Cortes en Cuernavaca; la Escuela de Trabajadores de Nueva York, el Instituto de Artes de Detroit, etc.
Si Rivera, fue el ilustrador de la civilización mexicana, DAVID ALFARO SIQUEIROS (1896 -1974) fue su orador. Disidente y comunista militante, paso anos en la cárcel por sus ideas. En 1922 organizo a un grupo de artistas para formar el Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escritores, cuyo objeto era integrar el arte al programa revolucionario. El grupo lanzo un manifiesto condenando las viejas formas de arte individualistas y estableciendo que el arte debería ser colectivo, pues el verdadero arte pertenece al pueblo. Siqueiros siguió fiel a su doctrina toda la vida, busco nuevas técnicas revolucionarias para pintar su ideología que culminaron en el gigantesco mural llamado Marcha de la Humanidad. Esta pintura-escultura tiene unas figuras tridimensionales hechas de un compuesto de asbesto, están pintadas y colgadas en una pared para formar un mural que cubre aproximadamente 4.55 metros cuadrados en el POLIFORUM de la Cd. de México. Su pintura “Cuauhtémoc contra el mito” es una de las más notables que salieron de su pincel.
De los tres grandes muralistas, JOSE CLEMENTE OROZCO (1883-1949), es el que tiene una pintura más rica y variada. A diferencia de Siqueiros, con sus invectivas políticas, o de Rivera, con sus ilustraciones; Orozco no estaba tan preocupado por el comentario social como por el objeto plástico en sí. Nació en Zapotitlán, Jalisco.
El contenido de su obra se refiere a la condición humana, a la soledad del hombre, luchando por encontrar una respuesta. La desilusión de Orozco, la tensión, el tremendismo, lo acercan mucho a los expresionistas. Sus obras más famosas se encuentran en el HOSPICIO CABANAS de Guadalajara.
*Cronista de Tonalá, Chiapas.