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Sinaloa De crónica, versos y canción

Por domingo 2 de septiembre de 2012 Sin Comentarios

Por Carlos Lavín F.*

Iglesia de Mocorito, antigua Ciudad Señorial, conocida como la Atenas de Sinaloa, su auge fue en el porfiriato.

9:00 de la mañana, Tiempo del Pacifico; después de un largo volar sobre el Valle del Évora y sigue más allá, aterrizamos en Culiacán. Sin avisarnos, había enviado por nosotros –los representantes del Consejo de Cronistas de Cuernavaca- el presidente municipal del municipio de Salvador Alvarado, Guamúchil, Gonzálo Camácho Angúlo; anfitrión del evento al que asistiríamos. Saliendo del aeropuerto recibimos un garrotazo de húmedo calor, treinta y ocho saludables grados que nos purifican de toda toxina. Desde la sala de última espera del Aeropuerto de Ciudad de México y durante el vuelo, una espléndida sinaloense nos había recomendado, entre otras cosas, no caminar largamente por las calles debido al tropical calor, en estas fechas casi nadie lo hace o sólo en tramos cortos. Ya en la camioneta del alcalde hicimos un recorrido por los lugares que distinguen la ciudad. Dentro de ella -aunque no existe la contaminación ambiental-, destacan grandes reservas ecológicas intocables por decreto. Finalmente al rayar el medio día, y con cuarenta grados, llagamos a un concurrido y típico almorzadero, sombreado con alta techumbre, abierto por los cuatro costados y con gigantes ventiladores aireando por lo alto y a toda revolución. Cordero tatemado, birria de cabeza de res al horno de barro en consomé-consomé o en tacos con tortillas de mano o hechas tostadas a la brasa con asiento, todo aderezado con redondos chiltepines silvestres norteños, verdes y secos, machacados en la mesa a gusto y por cada quien en un rústico y original morterito de madera -que me traje de recuerdo-. Y no para uno, sino para el deshidratador calor, una sinaloense Ballena, gorda, chaparra y helada, de la centenaria Cervecería del Pacifico de Mazatlán, creada por alemanes en 1900. La cerveza no es de mis preferencias, pero una, en estos casos es tentadora, glorificante y revitalizante, en ese orden. Al gustarla me remonté años atrás a otra mexicana –cerveza- que me revivió en Charlotte Amalie capital de las Islas Vírgenes en un calor similar. Después del medio día tomamos carretera, hora y media disfrutando el fértil y verde valle tupido de kilométricos viveros y gigantes graneros que almacenan, maíz, garbanzo que se exporta a España, frijol y sorgo. Además produce hortalizas, sobre todo jitomate. Ahí, a medio camino adquirí una buena reserva de esos picosos chiltepines silvestres. Llegamos a Guamúchil nos registramos al evento y por la noche fuimos a un “probar” unas volcánicas tostadas de alba pulpa de jaiba, coronadas con casi vivos callos de hacha y los pequeños, pero famosos por la dulzura y firmeza de su carne, Camarones blancos del Pacifico colocados en forma de erupción, sin más, ni como describir su paladar.

Sesión Plenaria y clausura de los trabajos en Guamúchil, donde el que esto escribe expuso la Conferencia Magistral ante 250 Cronistas de Ciudades Mexicanas y 300 invitados

A otro día por la mañana iniciaron los trabajos del XXXV Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas. Doscientos cincuenta participantes, cuatro días de actividades en tres cercanos municipios, aparte de Guamúchil en el señorial Mocorito, la anfitriona fue su culta presidenta Gloria Himelda Félix Niebla y en Angostura su singular y folklórico por segunda vez presidente José Manuel “Chenel” Valenzuela, todo un personaje (ver en Internet).

El historiador y Doctor en Ciencias Gilberto López Alanís, Director del Archivo Histórico General de Sinaloa fue el representante personal del Gobernador Mario López Valdez, quien nos ofreció atenciones.

Doctor Gilberto López Alanís Director del Archivo Histórico General de Sinaloa representante del C. Gobernador. El alcalde de Salvador Alvarado, Guamuchil Gonzálo Camácho Angúlo y el que esto escribió

Recibimos todos la encomienda de dar a conocer el verdadero Sinaloa en nuestros lugares y bajo la propuesta respondo con estas líneas, mas los versos de adelante. Mismos que se publicaran en el Semanario Cultural de Sinaloa La Voz del Norte con más de cien años de vida y un tiraje de diez mil, distribuidos en la región noroccidental de México, publicación que me distinguió y registró como su colaborador.

A Sinaloa, De versos y de canción
¡Que bonito es lo bonito
y más bonita su gente
para muestra, Mocorito
la Atenas sinaloense!

Ciudad Señorial eterna
de la que nació Angostura
gente aquí, de buena hechura
como su actual presidente.

De bullanguera armonía
de fiesta en fiesta genuina,
de carreras parejeras
en hermandad todo día.

De Guamúchil, esta Pedro
su más querido vecino,
que sin duda a él se debe,
el saber de este cobijo.

De Los Mochis a Escuinapa
pasando por Villa Unión
de Guasave a El Dorado
sin olvidar Cosalá,

El Rosario, La Concordia
La Cruz y además San Blas,
La Punta y Campo Diez
Pericos y los demás.

Y de la sierra esta Choix,
El Fuerte y Badiraguato.
La Higuera, Ahome
Costa Rica y Novolato.

Todo Sinaloa es hermoso
pa‘ no agraviar lo omitido,
Mazatlan y Culiacan
en el más amplio sentido.

Su alegría le ha dado hijos
de los mejores cantores
ahí está el gran Ferrusquilla
entre próceres y actores.

En su historia esta Salustio
de apellido sinaloense,
Carrasco es como su gente
de lucha y de buen avío,
el Plan de Ayala escribió
que a Zapata le dio fama
de agrarista y de caudillo,
a toda prueba lo digo.

Ay Sinaloa tan hermosa
nunca yo te olvidaré,
esa machaca sabrosa
tu birria, otra vez probaré.

De trabajo y alegría
toda es a todo dar
sobre todo sus mujeres
que son todas de extasiar.

Esta bella Sinaloa
por que antes no te conocí,
quise quedarme contigo
y me llevé, un pedazo de ti.

*Cronista de Cuernavaca.

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