Por José Carlos Aguilar*
Todavía
Recuerdo el espigado talle
Sus caderas de río
Las doradas colinas
La frágil tersura de su espalda
Y su porte de princesa
Todavía
Corre por mi sangre el incendio
El temblor de labios
La ciruela roja de su boca
El muro de su cuerpo
Y el afán de hiedra de mis brazos
Todavía
Recuerdo el arco iris de su risa
Su mirada larga de paloma
Mi ansiedad hasta el abismo
Y la caída en plena ola
Todavía
Creo sentir su cuerpo umbral de cielo
Un solo río sombra de árbol
En un viaje azul lleno de álamos
Cuyo lecho es el mar
Todavía
Me faltan palabras para el canto
Y un reloj en mis ojos
Para las horas del abrazo juntos
Y que la noche sea de agua
Todavía
Mis sueños tienen alas
Y recorren el sendero
Donde el crepúsculo es Venus
Cuya espuma es su cuerpo
Todavía
Espero confiado la mañana
Donde nunca su talle rebase la dulzura
De aquellos ojos frescos de miel y amapolas
Todavía
Cuando se oye el azul silencio
De la llegada a puerto
Recobro instantes de un viaje
Donde sus oídos fueron mi canto
Todavía
Ya próximo el crepúsculo
Viajo a un amanecer
Y desde el ala de la tierra
Beso su hombro desnudo
Todavía
Sueño con los ojos
De mi muchacha intocada por la tarde
Y mi camino va donde su pie
Lejos como la voz de los sauces
*Ingeniero Electricista. Integrante del taller de poesía ISC, Guamuchil, Sinaloa.