Por Mario Arturo Ramos*
En los últimos años tengo la costumbre de pasar una buena cantidad de días en el Estado de Sinaloa. Una parte del tiempo transcurre en pláticas con temas diversos, polémicos, divertidos y que me retroalimentan al intercambiar con mis interlocutores puntos de vista, a veces bien distantes, otras cercanos, sobre la cultura. En los últimos alientos de julio pasado, el Canto Nuevo, Nueva Canción, Nueva Trova, ocupó el lugar principal en las charlas aderezadas por el aroma del café de Chiapas o de Oaxaca que nos acompaña cuando emprendemos la sensacional aventura del aprendizaje y la tolerancia.
“Más llena de gracia…”
El presidente del Consejo de Administración, de la Asociación Doctor José Ley Domínguez y, de La Voz del Norte, ingeniero Carlos A. Sosa Valencia, es uno de los interesados en el origen y desarrollo de esta forma de abordar, crear, difundir la canción contemporánea que se conoce –para simplificar- como Canto Nuevo. Cuando intervengo en los diálogos que se suscitan en al grupo de amigos que les interesa el arte como eje de la vida, relato que la mayoría de los estudiosos coinciden en que sus inicios se encuentran en los sesentas del siglo XX, en Argentina con el nacimiento del grupo “Nuevo Cancionero”, formado por Mercedes Sosa y Armando Tejada Gómez entre otros, que formularon la propuesta de encontrar un estilo latinoamericano que fusionara el folklore, el neo-folklore, la canción poética, la canción de protesta, la testimonial, la crónica sonora, la que no había conquistado el éxito de ventas, la que descubría caminos armónicos distantes a los estribillos par cantar la otra cara de la realidad. En otras partes de Iberoamérica, los sucesos sociales que acontecían ocasionaron que se buscara una opción distinta a la canción comercial, ya que esta se encontraba maniatada por las reglas de la industria del espectáculo, sedienta de ganancias que colocaba el divertimento frívolo como destino del canto. ¡Claro! Inmediatamente surge en la plática “Chica de Ipanema”, “Garota de Ipanema” del compositor Antonio Carlos Jobim y el poeta Vinicius de Moraes y con la mención de la obra, a la Bossa Nova brasileña.
Cincuenta años
A “Saudade de Bahía” de A. C. Jobim/ Vinicius de Moraes, compuesta en 1957, se le considera cimiento del bossa nova, por lo tanto en la obra músico/literaria creada en 1962, por los mismos creadores:” Chica de Ipanema” se encuentran los antecedentes de la Nueva Canción. Popularizada en mil novecientos sesenta y tres en la producción discográfica, Getz /Gilberto (Jao Gilberto/Stan Getz), conquistó el mercado internacional convirtiéndose en la canción popular con mayor cantidad de ejecuciones después de “Yestarday”.
Vinicius definió lo que cuenta su texto: “Paradigma del tipo carioca: la muchacha dorada, mezcla de flor y sirena, llena de luz y de gracia, pero cuya mirada es triste, porque carga consigo, camino al mar, el sentimiento de que pasa, de la belleza que no es nuestra, en un don de la vida en su lindo y melancólico fluir y refluir constante.”
“Hermano dame tu mano/ vamos juntos a buscar una cosa pequeñita/ que se llama libertad” “Canción con todos”
C. Isela /A. T. Gómez.
El movimiento de cantores, compositores, autores, músicos, difusores se extendió por Iberoamérica, en la sexta década del siglo pasado, comenzó a musicalizar manifestaciones obreras, luchas campesinas, reuniones en “Peñas” -lugares para escuchar canciones sobre todo para jóvenes-, conciertos de solidaridad, actos que eran la prueba para ver la autenticidad y el compromiso social /estético que tenían los que lo enarbolaban. En España bajo la dictadura franquista surgieron Serrat, Aute, Paco Ibáñez, Masiel, Rosa León, Víctor Manuel, Patxi Andión, “Agua Viva”, canto a la libertad y musicalización de poemas de libertarios; en Chile bajo la magia de Violeta Parra y Pablo Neruda que del otro lado del disco exitoso cantaban; aparecieron: Inti Illimain, Quilapayun, Víctor Jara, Patricio Mans, Ángel e Isabel Parra etc., etc.; en Argentina: Víctor Heredia, Piero, Cesar Isela, Horacio Guarany, la llorada Mercedes Sosa, “Nacha” Guevara; en Uruguay: Daniel Viglieti, Roberto Darwin, Alfredo Zitarroza; en Brasil: Chico Buarque, Caetano Veloso tal y tal; en Venezuela: Ali Primera, Soledad Bravo, Aldemaro Romero con su “Onda nueva”, Hely Orsini; en Perú: Chabuca Granda, Tania Libertad, Lucho González; en Nicaragua: los Mejía Godoy, los de “Palacaguina” y la presencia de poetas como Ernesto Cardenal; en Cuba, la “Nueva Trova” con Milanés, Silvio, Nicola, Amaury, Favela, Sara González, Ferrer, Vicente Felliu, “Virulo”; en Republica Dominicana: Sonia Silvestre, Víctor Víctor, Juan Luis Guerra.
En México la estadía de cancionistas y ejecutantes mexicanos en Paris, permitió que los iniciadores tuvieran una interrelación con el folklore latinoamericano y la Nueva Canción iberoamericana; al regresar los músicos a la patria encontraron un espacio para abordar la otra manera de la canción popular. “Los Folkloristas”, El “Negro” Ojeda, Amparo Ochoa, Oscar Chávez, Guadalupe Trigo, José de Molina, Gabino Palomares, La Nopalera, Grupo Víctor Jara, David Haro, Rafael Mendoza, Maru Enríquez, “Mexicanto”, Eugenia León, Guadalupe Pineda, Hebe Rosell, Marcial Alejandro, Delgadillo y otros, son lo que han luchado y cantado para colocar al Canto Nuevo en el gusto masivo. Con ellos celebramos los 50 años de” Chica de Ipanema”, por ser una cosa linda del Canto Nuevo.
*Investigador y autor.