Por Carlos Lavín*
Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es exactamente lo que sucedió dice el escritor español Enrique Jardiel Poncela (1901-1952). Luego entonces, historia es un conjunto de sucesos que están escritos; verdades y mentiras, a veces mezcladas, con omisiones y adiciones. Hecha por el hombre con errores, deslices, caídas, intereses y aciertos, aparece con la escritura, cuando con ella se pudo plasmar, lo anterior es prehistoria. Me dice John Womack en uno de tantos correos que hemos intercambiado sobre la autoría del Plan de Ayala:
Estimado Sr. Lavín,
Gracias a usted por hacerme saber estas noticias tan interesantes. Siempre hay que recordar que ninguna historia escrita por mano humana pueda quedarse sin necesidad de correcciones. Siempre hay algo nuevo que aprender.
Saludos cordiales.
J. Womack
La invención de la escritura y con ella la historia se dio en varios lugares del mundo de forma independiente, se remonta al cuarto milenio A. C., surgió en Egipto, Mesopotamia y China. Historia es la NARRACION y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, es una disciplina que estudia y narra sucesos, pero también puede ser inventada, una mentira o pretexto, un cuento, chisme o enredo, ¡o una mezcla de ello! Fuente RAE.
La historia está salpicada de inexactitudes, aceptemos que se ha escrito de buena fe, pero de segunda a cuarta mano, pudiera basarse en documentos o testimonios distorsionados o verdades a medias, a conveniencias, otras a beneplácito de mecenas, un ejemplo de esto último es la “Historia General de las Indias y la Conquista de México” (Hispania Vitrix), terminada en 1552 y publicada en 1553. En esta obra, su autor el franciscano Francisco López de Gómara destaca la figura de Cortés, de quien era confesor y capellán, a quien admira, escribe a beneplácito de éste, pero también lo critica cuando se requiere. Gómara nunca pisó tierras de la Nueva España, basó su obra en las narraciones que le hacia el propio Cortés y sus capitanes en la casa del conquistador en la península mientras enfrentaba un juicio en su contra; una mezcla de chismes algunos verdaderos y otros falsos e intrigas para perjudicarlo, por lo que se le prohibió regresar a México en los últimos años de su vida. En este libro “se justifican” muchas acciones de Cortés en la conquista de México, en parte para desvirtuar las acusaciones que en ese juicio enfrentaba.
Cinco años después de publicada la obra de Gómara, ésta motivó a escribir la “Historia VERDADERA de la Conquista de la Nueva España, escrita por el Capitán Bernal Díaz del Castillo UNO de sus Conquistadores”. Este título fue para resaltar la autoridad que tenía el autor como testigo presencial y ocular de los acontecimientos, haciendo ver que la obra de Gómara fue escrita de segunda mano, es decir sin ser testigo presencial y narrada a conveniencia de Cortés y sus capitanes que lo visitaban durante su estancia en Sevilla antes de su muerte. Bernal inicia su obra en 1557, la termina 18 años después, revisada una y otra vez hasta 1575 cuando tenía 84 años. Murió a los 93. Fue publicada 80 años después de la historia de Gómara, hasta 1632.
Bernal fue testigo y actor de los principales acontecimientos. Él mismo dice “… ningún capitán ni soldado pasó a esta Nueva España tres veces arreo (seguidas) una tras otra, como yo; de manera que soy el más antiguo descubridor y conquistador que ha habido ni hay en la Nueva España… Lo que yo vi y me hallé en ello peleando, como buen testigo de vista yo lo escribiré, con la ayuda de Dios, muy llanamente, sin torcer ni una parte ni otra…”, esto lo califica como la persona más indicada para narrar la conquista.
Bernal recurre a sus recuerdos vividos, fortalecidos por los de sus compañeros y por eso su obra puede ser considerada como colectiva, lo que no la exime de elementos subjetivos.
A lo largo de sus narraciones dice en qué sucesos estuvo presente, cuáles le contaron sus compañeros y cuáles conoció por papeles o escritos de otros.
El motivo que le incitó a escribir su obra, fueron las “inexactitudes” de Francisco López de Gómara en “La Historia General de las Indias….” y reclamar la conquista de México como empresa colectiva y no solo de Cortés. Sus contemporáneos entre ellos Antonio de Solís, entendieron, que lo que le movió fue una cierta envidia a Cortés.
Por tanto, Gómara y Bernal, no coinciden en sus narraciones en algunos hechos, fechas o cifras y los dos emiten datos apreciados desde puntos de vista diferentes. Gómara lo hace desde el punto de vista de Cortés, Bernal lo hace desde el punto de vista de la crónica real y por tanto más apegada los hechos. Crónica e historia están divididas por una línea etérea.
Se entiende por crónica a una historia detallada cronológicamente, escrita por un testigo ocular o por un contemporáneo que ha registrado todos los pormenores que ha visto y aún todos los que le han sido transmitidos
La historia de Gómara narrada a conveniencia que se escribió en 1552 no la hace más autentica que la crónica de Bernal publicada hasta 1632. En términos generales así se escribe la historia y así se escribe la crónica.
Éxito es ganar el reconocimiento de las personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos.
Fuente; “FUNDACIÓN”. Libro inédito. Mismo autor; D.R. 2010, © 880pp.
*Cronista de Cuernavaca.