Por Mario Arturo Ramos*
“Los dirigentes de muchos países temen a los libros porque los libros enseñan lo que ellos no quisieran que se enseñara. Si sabes leer tienes una educación completa acerca de la vida. Entonces sabes cómo votar dentro de una democracia, pero si no sabes leer, no sabes como decidir.” R B
Fue en la niñez que oí hablar del autor de “Crónicas Marcianas”, en mi lugar natal Querétaro (hoy Santiago de Querétaro), un imaginista que combinaba la escritura de extraños cuentos y versos, con la elaboración de jugosos filetes en la carnicería familiar, al ver que debajo del brazo llevaba una novela de Emilio Salgari: “Los tigres de Mompracen”, me comentó que existía un escritor norteamericano, nacido el 22 de agosto de 1922, en Waukegan, Illinois, que había revolucionado la narrativa de ciencia ficción , llamado Ray Bradbury. Con tono ceremonial aseguró que el libro citado era el que más veces había sido llevado al paredón por los poetas de mi pueblo-entre ellos él- para fusilarle las imágenes literarias que existían en la narrativa del autor de EE UU; con acento doctoral citó que fue publicado en 1950 y que apareció en Inglaterra al año siguiente, para dejarme apantallado me pidió que lo esperara mientas corría a su casa para traer la edición en español, con voz conocedora me ilustró: ”tiene un prologo de Jorge Luis Borges”, si el mismo que años más tarde, un guanajuatense confundido le cambió al apellido por Borgues. Terminó su perorata literaria con la sentencia: “Está bien que leas a Verne, a Salgari, Mary W. Shelley, pero si quieres escribir poesía contemporánea, debes navegar en Bradbury, si no lo haces estas fuera del sistema lite/ planetario.”
”La gente me pide que prediga el futuro, ¡cuando lo único quiero es prevenirlo!” R B
La narrativa de ciencia ficción es un género literario que se encuentra anclado en supuestos o probables logros científicos que se considera que sea posible que se realicen en el futuro. Los orígenes de su denominación se remontan al año 1926, cuando el escritor Hugo Gemsaback lo utilizó en una portada de la revista “Amazing Stone”; existe la versión de otros especialistas que William Wilson uso el término en 1851, ¡claro! aclaran que fue un hecho aislado; desde luego siempre he pensado que sus raíces son“Frankestein o el Moderno Prometeo” de mi admirada Mary W. Shelley. Ray Bradbury es el creador contemporáneo del género de mayor lectura, junto con “Crónicas marcianas”, “Fahrenheit 451” son indudablemente sus trabajos celebrados por la critica; sin embargo su catálogo comprende más de veintisiete novelas, infinidad de cuentos, relatos, guiones de películas y libretos de ópera; legado de un hombre al que Aldous Huxley en una reunión lo definió: “¿Sabes lo que eres? ¿Sabes lo que eres? Eres un poeta ¡Un poeta!; debe ser que la visualización llegó por tierras queretanas y por eso lo llevaba tantas al paredón para fusilarlo, el paisano que escribía versos y cuentos después de hojear las paginas de “Crónicas marcianas”.
“Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar: Una persona y un libro.” R B
Bradbury comenzó a escribir a temprana edad, sus biógrafos cuentan que a los doce años, el autor comentó sobre esta etapa: “Tenía doce años y leía incesantemente las novelas sobre Marte de Edgar Rice Burroughs, conocido por haber creado el personaje de Tarzàn, también me enamoré de “Moby Dick” de Herman Melville, por eso no fue difícil elaborar un guión para que fuera filmado por el director de cine John Huston.” El año 2012 se quedará en las efemérides por el final de grandes narradores; bastaría citar a Carlos Fuentes y Ray Bradbury, desde luego no tengo deseo de adivinar el futuro para pensar en quien falta. El cinco de junio en la Ciudad de los Ángeles C. A. ,falleció, el ilustre escritor a los casi 90 años, su herencia comprende títulos como: “ “El hombre ilustrado”, “Remedio para melancólicos”, “Fantasma de lo nuevo”,” La niña que iluminó la noche”, “Ahora y siempre”, “Doradas manzanas del sol”, “El signo del gato”, “Matemos todos a Constance”, “La maquinaria de la alegría”, “Columna de fuego”, “ Segundo gran libro del terror”, “Zen el arte de escribir”, “El árbol de las brujas”. “Ahora y siempre”, “El vino del estío”, “La muerte es un asunto solitario”, “Más rápido que la vista”, “La bruja de abril y otros cuentos”,” Memorias de crímenes”, etc. etc.; a mi me deja como enseñanza vital sus palabras: “Ama lo que haces y haz lo que amas. No escuches a nadie que te diga no lo hagas, haz lo que quieras como un niño, imagina lo que quieres y contrúyelo” de esa manera lo recordaré y volveré a leer sus textos.
*Investigador y autor.